miércoles, 29 de abril de 2009

Mis memorias

MEMORIAS DE UNA VIDA VIAJERA




por Enric Font




Dedicado a Montserrat Soler, Rosa Corrons, Laia Font, Marina Font, Manel Font, Remi Rubio, Mireia Font, Emma Font, Merçe Cors, Josep Corrons, Marisol Mellado, Tania Corrons, Jessica Corrons, Francesc Corrons, Jaume Corrons, Joan Miro, Maria Cinta Pastor, Carme Miro, Joan Virgili, Cristina Miro, Pere Baus, Jaume Baus, Xavier Baus, Rosa Maria Font, Elizabeth Delgado, Raul Fernandez, Oriol Omar, Montserrat Virgili, Carme Virgili, Fina Virgili, Anna Virgili, Jordi Miro, Xavier Miro, Nelson Marino, Fernando de Medina, Jose Joaquin Llinares, Ignasi Vidal, Jose Luis Matallanes, Diane Nehring, Mercedes Rovira, Graciela Turell, Jaime Vega, Hugo Stefani, Mariela Turell, Maïs Marisa Jorba, Anna Reixac, Antonia Buitrago, Manolo Fernandez, Pep Oller, Jose Goyeneche, Alcides Baggi, Gerardo F. Di Stasio, Carlos Deambrosis, José R. Fork, Carlos Etrada, Hugo Beiró, José L. Garbarino, Andrés F. Pasolini, Eduardo A. Araújo, Aldo Sosa, Luís García, Julio C. Bellenda, Francisco Rezzónico, Omar Cesarale, Carlos V. Schilaci, Jorje Carpín, Jorge Gatti, Jorge Cristiano, José de Freitas, Néstor Aguerre, Juan Ferretjans, Angel, J. Panizza, Oscar Quadri, Mario Arrosa, Luis A. Castro, Saúl Ayala, Emílio Jiménez, Ramón Novas, Jorge Golia, Juan G. Giosa, Casildo González, Mario Raggio, José R, Dzikowski, Carlos Fregosi, Rafael Michelini, Elbio Mourat, José L. Marot, Jorge Planells, y los Marrugat, Fauria, Montserrat, Farran, Gay, Tomás y demás amigos





LIBRO (IMPRIMIR)



PRIMERA PARTE



Filosofando



Infancia de posguerra



Siete años en Uruguay



Barcelona



El gran cambio



Dos años en Madrid



Como salir del embrollo



Tres años en Perú



Casi tres años en Venezuela



Tres meses en U.S.A.



Canadá



Deambulando por U.S.A. y México



Deambulando por Lima y Ecuador



Colombia



Madurez



SEGUNDA PARTE ( Impresa en otro blog)






FILOSOFANDO
Quisiera escribir partes en castellano y parts en catalá de manera distinta y fluida, sin supeditar la narración al lucimiento de un lenguaje bello, pero repleto de palabras rebuscadas y frases ininteligibles, perdido en detalles superfluos que distraigan la atención del lector de lo estrictamente narrativo. Me esforzaré para encontrar una forma de lenguaje moderno, sintetizado, bello y cristalino, libre de barroquismos.



Mis ancestros tendieron una inmensa red sobre el océano y gracias a ellos vivo mi día a día bajo el manto de la doble nacionalidad, uruguaya y española, sin perder mis raíces catalanas, y con la esperanza de que ningún líder loco, de los que tanto proliferan, las lleve a un conflicto bélico. Por mi humana estupidez, tendría que defender a una de mis patrias, lo que significaría matar a antiguos compatriotas o quizás, más ridículo, matarme a mi mismo varias veces, una por cada patria. ¿Nación?, ¿Pais?, ¿Comunidad? No lo se. ¡Es un ente tan abstracto!. De lo que estoy seguro es de querer a mi gente, a mis conciudadanos, y aquellos de buena fe victimas de palabras sin sentido .



Hermano. Te llamo así como miembro de la misma especie de simios racionales que no vamos a ninguna parte por nuestra voluntad, nos inculcan miedo a vivir, nos llevan, nos conducen, nos protegen contra el peligro que significa la vida, para que podamos morir sin dejar mensaje alguno, solo la fría cifra de una cuenta corriente y un par de fotos para el recuerdo. Estoy seguro que hace años, en tu infancia, eras puro y transparente como agua de manantial, generoso, amigo de todos, blancos, negros o tartamudos. Y solo luchabas para jugar, para que tu y tus oponentes fuerais felices y alegres. ¿Qué nos ha pasado, querido amigo? ¿Quienes somos ahora? ¿A quien deseamos parecernos?¿Al que arremete para llegar a una cima fría cual páramo polar, o aquel que se vende lamiendo los pies del poder con la esperanza de comer o disfrutar de sus migajas? Solo los actos bondadosos son dignos de recuerdo. No los escatimes, y quizás tengas la suerte de ver florecer un bello y florido jardín de bondad a tu alrededor, junto con las inevitables espinas. Pero no te ofendas, querido lector, lo que te digo es, quizás un exceso de confianza, como injusto pago por estar leyéndome. Lo único que pretendo es contarte algunas pequeñas anécdotas que he creído que podrían ser de tu interés por contener datos suficientes para formarte una opinión sobre los entresijos de la vida de algunos personajes de aquí, como de países muy lejanos y exóticos, ideas, sentimientos y filosofías. Pero si quieres saber que monumentos debes visitar, te recomiendo que consultes alguna de las guias turisticas que se editan sin cesar. Los viajes nos pueden ayudar a dar una interpretación razonable de lo que nos rodea, fuera de la poderosa influencia alienante de nuestro cerrado entorno social, y pueden ser una oportunidad para liberarnos de la tentación de ver al mundo bajo el cliché de una cámara fotográfica. El mundo no es una postal. Quizás esperamos demasiado de la vida, y confiamos excesivamente en ideologías o en las tendencias que marca la sociedad, y en cambio, ignoramos aquellas personas que aúnque carezcan de títulos, poseen el sentido común, la buena intención y el buen humor.



En la universidad se aprenden datos y tecnología, no a saber vivir. Quizás la presión del entorno, y la busqueda de su aceptación, nos distrae y no deja que nos concentremos en lo que realmente nos hace felices, como caminar entre plantas, sentir su aroma y la música de sus hojas, tumbarse en la hierba, entre flores, sentir el aliento de tu pareja, su sonrisa, volver a casa, dormir y soñar. En invierno, encandilarse ante el manto de nieve, y sentir como una mano amiga se apoya sobre tu hombro, salir en busca de comida y de leña contra el frío, ver como ella espera tras la ventana, sentir el calor de su cuerpo, embelesarse ante la danza de las llamas saltando sobre la leña, sentir el dulce olor de brasa enrojecida. Eso es todo. No hace falta mucho para ser feliz. La paz con uno mismo y conformarse con disfrutar de las pequeñas cosas que la vida nos regala gratuitamente. Pero, que difícil es conseguirlo… Según parece, la felicidad radica en la libertad propia y en la felicidad de los tuyos. El concepto de libertad incluye no ser esclavo de deseos y ser libre del miedo a perder lo poseído. Por esa razón, la mayoría de las antiguas escuelas filosóficas se centraban en la austeridad, en la eliminación del deseo, y en la caridad. En cambio, la sociedad actual no cesa de crear nuevas insatisfacciones y necesidades con los consiguientes deseos de realizarlas, con el egoismo y la esclavitud correspondiente para conseguir los medios, y la angustia de no perderlos.



Según David Riesman, las sociedades configuran la personalidad de sus miembros, y cada vez es más difícil mantener una personalidad autónoma no alineada por los incesantes mensajes de los medios de comunicación modeladores de la actual personalidad social tendente a la ubiformidad, a la que él llama extrodeterminada, dócil a la influencia ajena y menos sensible a los principios inculcados por la familia y la escuela, consiguiendo, así, la conformidad de la sociedad y de sus miembros con la adopción, por todos, de la misma forma de actuar y pensar o carácter social, eliminando la capacidad critica para poder crear el pensamiento único y unos deseos comunes, cada vez más sofisticados y difíciles de satisfacer. De momento, la libertad y la diversidad está cada vez más encorsetada y limitada por un entorno donde todo vale dinero, al que se identifica con la felicidad. Tendrás una pequeña parcela de libertad por un precio módico. Según Riesman, la sociedad introdeterminada donde se valoraban los ideales, el trabajo, la auto responsabilidad y la democracia, ha sido sustituida por la extrodeterminada, centralizada y burocratizada, donde el individuo es masificado por las ideas únicas y noticias únicas, a cambio de consumo y oportunidades. Los partidos políticos y las empresas modernas, para competir y poder satisfacer, con rapidez, las necesidades creadas, invierten grandes sumas para organizar sofisticados sistemas de captación de tendencias sociales, y para ser los primeros en satisfacerlas. Los equipos de oscultadores callejeros, son la versión moderna de los espías industriales, reconvertidos en espías de marketing. Saber, antes que nadie, que es lo que comprará la multitud consumidora, que tipo de envase prefieren, donde invertirán los especuladores, donde irán de vacaciones los componentes de cada capa del estamento social, que tipo de prenda de vestir comprarán, o a que famoso imitarán, es el objetivo de las empresas, y saberlo no tiene precio. Los medios de comunicación y los politicos son los encargados de hacerlo realidad. Somos esclavos de la sociedad que nosotros mismos hemos creado. Individuos con el cuerpo sano pero con la mente enferma marcada por el miedo a quedarse descolgados de la modernidad. Naturalmente, automarginarse es convertirse en víctima del sistema. Para no serlo, es mejor trabajar en algo que guste. Trabajar es la manera más digna de ganarse el sustento. No hay que ser tan ingenuo como para llegar a rehusar ni dar su valor al dinero, pero obtenerlo no puede obsesionarnos si ya cubrimos los objetivos de vivienda digna, comida, vestir, y otras necesidades básicas. Todos deseamos realizar los sueños de nuestra infancia. El más universal es el de ser aceptados por nuestros semejantes y el medio más buscado es la obtención de poder. Aunque la locura, la rebelión de la juventud, la reivindicación étnica, la alteración de la familia no tengan el mismo sentido ni definan las mismas experiencias en Europa, que en Africa, Asia o América, en una sociedad tecnológicamente avanzada la anomía, o repudio a las normas sociales, es muy distinta a la de otra más primitiva. Cada vez son más los que descubren que democracia no es sinónimo de libertad. Aunque la mejor de las dictaduras es mucho peor que la peor de las democracias, pocas democracias priorizan la libertad como el primer derecho del ciudadano, lo mas corriente es la tendencia a poner limites a la libertad individual a través de una constitución pactada con las oligarquías mas poderosas, a cambio de la dictadura de la mayoría. Son las mismas excusas que dan los regímenes totalitarios, sean de derechas o de izquierdas, en su proceso de consolidación. El mayor pecado es ir contra la constitución o contra los mandamientos de una religión, aunque ello conlleve la restricción de la libertad como un mal menor. No ven que sin libertad no existe la justicia y que la lucha por Dios, Ala , o por una patria o por un principe, es la excusa perfecta para sembrar nuestro pequeño mundo de miles de tiranos que son idolatrados para justificar la proliferación de actos injustos. La mayoría de democracias, excepto Suiza, niegan el derecho de aquellos ciudadanos que habiendo recogido un gran número de firmas por propia iniciativa, pretendan modificar o anular leyes a través de plesbiticios La tendencia es prohibirlo. Casi todos los regímenes, hasta los más tiránicos, se autoproclaman democracias. Hay democracias populares, democracias religiosas, democracias orgánicas, democracias liberales, etc. Es el resultado de nuestra tendencia a dejar nuestro futuro en manos de otros, por comodidad y no aceptar la clarisima realidad de que la libertad no puede ser amputada por los politicos y de que las religiones actuales no son sino meras adaptaciones de una perdida religión original, que evolucionó para dar más poder al clero como único intermediario entre el individuo y la divinidad. Los más valiosos mensajes de Jesucristo, Buda, Mahoma, o Lutero se perdieron o quemaron bajo un sello común. El de la herejia.



INFANCIA DE POSGUERRA
Recuerdo mi infancia en la población catalana de Vilafranca del Penedes, durante la posguerra. Mi padre, Enric, hombre alto y fibroso, algo encorvado por su estatura, de grandes y gesticulantes manos, parecía no precisar comer por la energía y vitalidad que desprendía. Se había librado de la guerra por haber nacido en la capital uruguaya de Montevideo, y esto le permitió, junto con su hermano José, trabajar por su cuenta, moverse con cierta libertad, y acumular un pequeño capital. Mi bisabuelo paterno, Pau Rovira, de Vilafranca, se dedicaba a la exportación de vino y aguardiente a las Antillas. Los carros de tracción animal, con tirantes entre las dos ruedas formando una gran panza que contenía los toneles con vino y aguardiente, eran transportados desde Vilafranca hasta Sitges o Vilanova y de allí, en frágiles veleros, hasta lejanos y exóticos países. Pero cuando se perdieron las últimas colonias, y quedó viudo de Maria Nicolau, se volvió a casar y sus hijos, disconformes, decidieron partir para Uruguay. Allí nació mi padre Enrique, y mis tios Maria Teresa y Jose. Mi abuela María Rovira Nicolau se había casado, en Montevideo, con José Font Tudó, proveniente de la “casa de pedra” de la población catalana de Sant Martí de Tous.



Mi madre, Montserrat Soler Moneva, hermosa mujer, alta y rubia, de luminosa mirada, innata elegancia, de carácter dulce y alegre, a la vez que prudente y sereno, capaz de cambiar su propio destino a base de voluntad y sacrificio. Ella sola consiguió modelarse a si misma, a base de lectura, conferencias, viajes, y rodeándose de amistades de cierto nivel cultural. Conoció a su futuro marido cuando había vuelto a la “vila”, después de vivir varios años aislada en una masía “El Perotet” perdida en el bosque Bellvei, Clariana, y Cunit y hoy convertida en la "Urbanització Valldemar" . Cuando mi padre la vio salir de una tienda, no la dejó escapar, la siguió y persistió hasta casarse con ella.
Mi abuelo materno, Jaume Soler, se había casado dos veces. Su segunda mujer, la abuela Carmen Moneva, de la población aragonesa de Villafeliche, era una sacrificada y generosa mujer, que le había entregado una importante dote como heredera, que era, de grandes propietarios, una familia con orígenes medievales, antiguos infanzones de Aragón.
Tuve una infancia feliz y en cierto modo privilegiada, a pesar de la escasez de los alimentos más básicos, que eran sustituidos ingeniosamente por todo tipo de sustancias, como tortillas sin huevo a base de harinas, chocolates fabricados con sustitutos del cacao (como algarrobas), extraños caldos vegetales, polvos efervescentes para gasificar agua y vino, o cigarrillos a base de anís verde o matafaluga. Los de tabaco se podían comprar sueltos. El hambre agudiza el ingenio, dicen. Tenía suficiente capacidad para interpretar que estaba mejor que aquellos seres que deambulaban por entre las cuevas de la escarpada pared de tierra que daba paso a la vía del tren. No parecían humanos. Sus largas barbas y cabelleras enmarcaban ojos desorbitados por la locura. Una vez, aprovechando su ausencia, cuando abandonaban las tétricas cuevas en búsqueda de comida, quise entrar en una de ellas. Un fuerte hedor me paralizó. Había latas de conserva, vacías, junto a excrementos humanos, de días, dispersos. Asqueado, corrí a preguntar a mi madre sobre estos extraños seres.



-- La guerra, hijo, la guerra… Dios quiera que tú no tengas que vivir ninguna en tu vida, es lo peor del mundo, lo más terrible que te puedas imaginar. Dijo con tristeza… Lo único que conocía de la guerra era algún comentario de aquellos que tenían el monopolio de la verdad oficial…
Sic- La guerra asoló a los pueblos españoles, convirtiéndolos en un montón de ruinas. La voluntad del Caudillo ha hecho que sea una realidad la obra de reconstrucción nacional…- sic.



Más tarde comprendí, que la declaración de guerra, equivalía a dar carta blanca a la mala gente para que, impunemente, cometiera todo tipo de crímenes, y activar al ejército que, a pesar de sus relucientes uniformes, es una poderosa máquina de matar para salvaguardar los intereses de los grupos dominantes contra nuevos grupos de poder emergentes y utilizando a la patria, la religión, o una determinada ideología, como excusa. Mi tía Josefina estuvo a punto de ser fusilada por un batallón de montaña, junto con otras mujeres, ancianos y niños, por haber ayudado a escapar del “Perotet” a mi padre, que, por su edad y apariencia, creían que era un desertor. Según me contaron, la casa de mi tio Josep, tenia el techo cubierto por grandes banderas uruguayas, y otra más en el balcón. Parecia la embajada de Uruguay. Todo ello, para evitar los bombardeos de la aviación de la legión Cóndor de la Alemania nazi, o de la Italia fascista o de los nacionalistas de Franco. No solo habian bombardeado Guernica, sino Los mercados populares de Barcelona y su provincia. Un dia de mercado semanal que se celebraba bajo la plaza porticada de Granollers, bombardearon la famosa plaza porticada, dejándola arrasada y repleta de cadáveres de mujeres y niños, con la cesta de la compra entre las manos. La guerra es la sublimación final de los prejuicios y del odio. Decían que era una guerra en defensa de la fe, contra el ateismo militante, el comunismo y el separatismo. Pero, me pregunto si la fe, que definimos como la creencia en algo que deseas que sea verdad, pero que en realidad ignoras, justifica tantos crimenes. En realidad, la mayoría de deseos, o sueños de mejora de muchos, asustaba a la mentalidad tradicional algunos, que ante la posible disolución de un orden que consideraban positivo crearon el máximo desorden, provocando, como reacción, que grandes areas del poder republicano cayera en manos de los más radicales y de los más intransigentes. La guerra fue atroz por ambos bandos. El hermano de mi amigo Prevosti, que entró en Cataluña con las tropas de Franco me confesó en Dusseldorf que no podía olvidar su terrible visión de los cadáveres de mujeres muertas y violadas por las tropas moras, yaciendo en la plaza mayor de una poblacion catalana al norte del Ebro. Segun parece, las tropas deregulares moros precedian a las españolas en su entrada en las poblaciones catalanas.



Fue el fruto maligno de una España desestructurada. No solo era un pais de paises si no que existian dos Españas; una industrializada por pequeñas y medianas empresas,que dependia totalmente de las ventas al mercado interno y con determinados intereses comerciales en el exterior pero con una gran masa de trabajadores reivindicativos, y otra España rural, controlada por una minoria de terratenientes, que dependia de sus exportaciones al mercado europeo. Sus intereses eran contrapuestos. El capital y las tierras estaban en unas pocas manos pero existia una gran masa de sumisos campesinos con ninguna o poca tierra. El único interés común entre las dos Españas, era el de evitar dos malas cosechas consecutivas y sus desastrosas consecuencias para ambos. Los agricultores y los industriales. La miseria en el campo repercutia en las ventas de las industrias, provocando más miseria y más paro. El enfrentamiento politico era inevitable. La industria queria protección arancelaria para evitar la entrada de mercancias del exterior, productos mejores y más baratos, mientras que los propietarios agricolas querian todo lo contrario. Acusaban a los paises industriales como Cataluña y al Pais Vasco de vivir a costa de ellos. Decia un famoso viajero: " Es escandaloso. El catalán viste bien, y la clase popular quizas viste con demasiado lujo; el catalán no guisa su comida en una sartén ni duerme sobre un montón de paja; come todos los dias puchero, más o menos suculento, pero sobre su mesa con blanquisima servilleta, cada persona come en su plato, y con su cubierto y toda la familia duerme en cama con sábana y su frazada en invierno.



Para evitar que el campesino del sur y de la meseta mirara al norte y reclamara reformas para crear una nueva clase media a costa de la clase dominante, se propagaron todo tipo de bulos y tergiversasiones para provocar oscuros sentimientos de envidia contra catalanes y vascos. Las acciones que se tomaron en contra de estas dos comunidades provocaron reacciones de todo tipo entre la población.



La intención de los poderes fácticos de mantener inamovibles ambas estructuras provocó una serie de enfrentamientos en los que los apoyos eran distintos. En las zonas rurales se utilizaba a la Iglesia y al clero católico como garante de un orden social basado en la obediencia a una jerarquia de poderosos caciques que se escudaba en el inmovilismo tradicional, mientras que en las zonas industrializadas se utilizaba a la burguesia capitalista y los valores burgueses como garantes de un supuesto progreso social con la promesa de futuras concesiones de mejora de los derechos populares y de su nivel de vida. Mientras en las zonas rurales se reprimia a los cabecillas de movimientos partidarios del reparto de los latifunios y de las tierras de la iglesia, en las zonas industrializadas la represión estaba dirigida contra los cabecillas de las luchas de masas que se enfrontaban a la explotación del capital. Para evitar posibles contagios revolucionarios, muchas revueltas de la izquierda revolucionaria catalana, se explicaban a la población de la meseta como rebeliones separatistas anticatólicas y antiespañolas. Fue asi como se encontro la formula infalible. Acusar a las minorias no castellanizadas de ser antiespañolas. Se habia descubierto el chivo expiatorio de todos los males populares. La maldad de los vascos y de los catalanes por no querer dejar de ser lo que eran. Era la formula para conseguir que el peon defendiera al terrateniente. Esas luchas nos llevaron a una serie de sucesivas guerras civiles que desolaron España y crearon odios tan profundos que todavia persisten. La guerra civil más reciente nos ha llevado a un régimen muy particular. No es ni nazi ni fascista, pues a los fascistas de la falanje se les envió a Rusia a morir por España luchando junto con Hitler en la famosa División Azul. En realidad se trata de un régimen católico-fascista, comandado por la iglesia y el ejército, basado en la crispación y la censura ante cualquier manifestación de libertad, por minima que sea.



Sentados en el suelo, escuchamos los relatos de María Miarons, que nos avisa del peligro que corremos,



-- “ Hay un marqués muy rico pero muy enfermo que para curarse necesita beber sangre de niños. Unos hombres recorren los pueblos con juguetes y caramelos que enseñan a los niños para que les sigan. Les tapan la boca, los meten en un saco, y se los llevan a un lugar donde los degollan para sacarles la sangre, ponerla en botellas y venderla al marqués para que se la beba”.
Un niño con cara de pan, se limpia los mocos con su antebrazo y luego interrumpe diciendo



“ Hay un muerto, con la cara desfigurada, que de vez en cuando resucita y escondido por la oscuridad, ataca a los que se atreven a pasear de noche y se bebe su sangre”.



El atardecer, avanzadilla de la noche, nos trae más oscuridad. La calle parece más vacía, más solitaria, y la silueta de nuestro jardín parece esconder entre su vegetación más espesa, un peligroso secreto.



– Vamos a por él. Dice Rosa Reverter. Y al rato, con infantil entusiasmo, desafiamos, divertidos, al miedo. Lentamente, en silencio, penetramos por el amplio jardín. La oscuridad provoca que nos asusten nuestras propias pisadas y nos juntamos formando, con nuestros cuerpos, un solo conglomerado que avanza, lentamente, entre la vegetación que con la luz de la luna adquiere formas fantasmagóricas, cuando sin saber como ni de donde se escucha un grito aterrador que nos petrifica durante un segundo para luego catapultarnos en una loca desbandada hacia la salida. Nunca más hablamos de esta experiencia.
A pesar de todo, mis juegos con otros niños eran cortos y espaciados. Prefería observar y explorar, o distraerme mirando como brillaban, al rojo vivo, los hierros que forjaban en casa de Pepita Serrerols, que pelearme en las entonces populares batallas de piedras, o en asaltos a los escondites de otras bandas. En una ocasión, un pobre niño que vivía solo con su madre en otro barrio, y al que considerábamos enemigo, se atrevió a venir a jugar con nosotros. Subió a mi árbol y abriendo una navaja, cortó una rama algo verde pero gruesa, y mientras lo observábamos, empezó a pelarla a mordiscos para terminarla con la hoja de su afilado cuchillo. Con la mirada ladeada, se arrastró por las ramas hasta llegar al tronco y deslizándose suavemente llegó hasta nosotros, triunfante, blandiendo un espléndido tirachinas. Una vez construido, quiso utilizar su nueva arma y lentamente, tensando su goma, lanzó una piedra que descolgó a un pájaro de sus ramas. Nuestra reacción fue inmediata. Él era un invasor, estaba en nuestro territorio, lo hicimos prisionero, lo atamos, lo cubrimos con enormes troncos que se estaban secando en el “camp dels rolls”, nos olvidamos de él y nos fuimos. El susto y la angustia que tuvo que pasar su pobre madre sobrepasaron los límites de tolerancia de los adultos ante las travesuras infantiles.



Durante una tórrida tarde de verano, mojado por el sudor y fatigado por mis alocadas carreras, dejé la bici al pié de mi joven y esbelto árbol y me tumbé entre las ramas de la copa para compartir sensaciones con mis amigos los pájaros, observando, embelesado, sus nidos repletos de esféricos y diminutos huevos, mientras tras sus cortas piadas, la brisa y las hojas entonaban la mejor de las melodías nunca superadas por música alguna. El ladrido de un perro sonaba a lo lejos, cuando oí la voz de Joan, mi primo, que me llamaba desde el pié de mi atalaya. Lo primero que divisé fue su rebelde cabellera recién peinada, y la cara de su amigo el Mangas. Sabía que antes se haría rogar pero al final construiríamos todo tipo de objetos, desde patinetes con cajas de champaña y cojinetes sacados a escondidas de algún taller, hasta objetos de arcilla que luego secaríamos al sol. Pero después de estar unos instantes, de pié, mirándome, dejó escapar un grito para enfatizar más su propuesta.
--¡Venga! Vayamos al velódromo, y allí podremos correr con tu bici.



Al rato, caminábamos por las desiertas calles bajo un espeso silencio y la deslumbrante luminosidad de los reflejos solares del medio día, amortecidos por la refrescante sombra de los árboles. Las puertas del velódromo estaban cerradas. Nos miramos con complicidad y esperamos. Al rato, nos deslizábamos junto al elevado muro de la instalación, buscando el mejor lugar para entrar con nuestra bici. Deberíamos ascender por su pared y superar sus numerosos alambres de espino. Primero subimos la bici y la dejamos colgando sobre los oxidados espinos metálicos para luego escalar nosotros. Mi cerebro se vació cuando vi a Joan resbalando mientras las espinas de alambre le rasgaban la cara abriendo sus carnes como un cuchillo. La imagen de su mejilla colgando nunca se me olvidará. A los pocos días ya lo vi bajo un hilo de agua bebiendo en una fuente, como si nada hubiera pasado. Admiraba su sentido del humor, gustaba de utilizar frases ingeniosas y adivinanzas. Una vez mirándome de reojo me mostró una caja de cerillas que entonces llevaban la inscripción CAF y leyó



--¿Cómo acabará Franco? , y leyendo al revés – Franco acabará colgado.



La sabiduría la descubrí en una profesora del “institut“ (futuro Institut Eugeni D´Ors) a quién llamábamos "Señorita Sara". De origen alemán, destilaba optimismo y en vez de obligarnos a memorizar datos, le preocupaba, como Montaigne, que supiéramos vivir con sensibilidad y sentido común. Recuerdo que después de instruirnos sobre cómo comportarnos cívicamente, respetando a personas animales y plantas, nos llamaba a su mesa tratando de despertar nuestra sensibilidad y empatía y evitar que nos pasaramos la vida mirandonos el ombrigo, y no vieramos ni disfrutaramos del mundo real que nos rodeaba



– Queridos niños, Venid a ver las maravillas que pintaban Miguel Angel y Leonardo da Vinci… Mirad las arrugas de los vestidos, sus rostros, la luz, el color… Contadme lo que veis y sobre todo contadme lo que sentís al contemplarlo.



Mi modelo a imitar tenía gran habilidad en el billar, su bondad, su carácter jovial y cariñoso hacía que lo admirara más. Fue expulsada del Instituto... pasando de vivir de la generosidad de sus antiguos alumnos.



Los domingos acostumbraba a jugar bajo la incierta luz de una vieja lámpara que colgaba oscilante de un largo cable. Alguien le preguntó,



--¿Ya has ido a misa? Su respuesta me marcó. Señalando una bola de billar dijo



--¿Cómo quieres que vaya a misa si tengo el alma más oscura que esta bola?



Me preguntaba el porqué hay cristianos amargados y malas personas, y buena gente optimista, que no lo es. ¿Quién sigue el mensaje de Cristo? Descubro que su mensaje ya no existe. Lo han convertido en doctrina.



La pequeña fábrica de chocolates que mi padre y mi tio habian creado con el dinero proveniente de comercializar productos alimenticios que traian de Barcelona en el coche familiar había crecido con rapidez y ya daba trabajo a muchos obreros por la falta de proteinas y alimentos enegéticos que padecían los niños de la posguerra. Los hambrientos padres salvaban a sus hijos del raquitismo alimentándolos con pan y chocolate, pan con aceite, o pan con vino y azúcar. Existía un aparente control sobre la compra y venta de los productos básicos. Cada familia tenía una cartilla de racionamiento donde se apuntaba la compra hasta un máximo permitido. Era como un pasaporte para conseguir subsistencias mínimas para seguir vivos, pero mal alimentados. Tal era la escasez, que se hicieron fortunas con la especulación y el estraperlo de tales alimentos comerciando con ellos fuera del control oficial y a precios que solo podian pagar los más ricos. Desde mi atalaya, observaba el paso del tren, que al reducir su velocidad para subir la cuesta, permitía que multitud de personas bajasen de los vagones mientras sus acompañantes, desde las ventanillas, les lanzaban los paquetes con el estraperlo. Cuando la guardia civil los controlaba a la llegada a la estación, no encontraban nada. Pero el gran negocio ho hacían los altos y medios cargos del régimen. La corrupción era considerada algo normal y un signo de poder. Tener un amigo en el estamento dominante no tenia precio. Para fabricar la mayoría de productos, los fabricantes se veian forzados a conseguir materias primas fuera de cupo. Cada industria tenía concedidas una cierta cántidad o cupo de materias primas y su variación anual se calculaba según las toneladas consumidas el año anterior, pero insuficiente en casi la totalidad de los casos. Entonces entraba en acción el entramado de sobornos y corruptelas hasta llegar a un alto personaje del régimen al que se había concedido los derechos comerciales o de importación de la materia en cuestión. Los problemas de los fabricantes, no eran ni de fabricar ni vender, sino de conseguir las materias primas, cupos de cacao, azucar, manteca de cacao y leche en polvo sobornando a diestro y siniestro. Otro problema añadido era el de traer o llevar otros productos a Barcelona con diversos controles a sobornar, además existían los conocidos "Burots" o "Alcabalas" que cobraban tanto por materia prima como por producto manufacturado.



Leía toda la prensa que llegaba a casa. Recuerdo la impresión que me causaron las notas sobre la detención del cardenal Midszenty y una pelicula sobre las torturas al primado de la entonces comunista Hungría, y sobre todo, las diatribas de los intelectuales del régimen franquista contra la democracia.



Decían:- sic- Carlos Maurras anunció , ya a primeros de siglo, que la política de masas produciría como consecuencia ineluctable, el envilecimiento de las clases cultivadas. Con claridad meridiana, percibió que el dominio de la vida social por las muchedumbres electorales significaba la derrota de la inteligencia.-sic-



Otro pensamiento fascista –sic- La democracia es dejar el destino de un pais en manos de los más ignorantes, que son la mayoría, y si la mayoría vota una falsedad como verdadera, no por ello deja de ser falsa.-sic-



Tampoco comprendía la obsesión de los estraperlistas en llevar dinero al extranjero, debía ser muy cuantioso. Los mayores comentaban:



-- Dicen que para evitar la fuga de dinero por correo, cambiarán los billetes de mil pesetas y les colocarán una fibra metálica, guarnecida dentro del papel, para que, en correos, puedan detectarlo con un aparato de rayos X sin necesidad de abrir las cartas.



Pero, la realidad pasaba por soportar estoicamente la disciplina del Institut para luego liberarnos al pisar la calle. Unas veces con el Jiménez, íbamos tras las colegialas del colegio “Santa Ana” o con el Farran recorriendo tiendas de radio y estancos para conseguir cristales de galena, condensadores, bobinas y cajas de puros y construir radios de galena para venderlas a los amigos, o con Fauria explorando los secretos de su barrio, o con el Tomás admirando los entresijos de su peluquería o simplemente conversar en un banco con el Gay, el Rosendo, el Montserrat, el Marrugat, el Fornés… Hasta que, de forma inesperada, ella, una dulce jovencita, apareció en mi vida. Maria Lluisa fué mi primer amor de adolescente, puro, totalmente platónico. Eramos una pareja adolescente, de mirada luminosa bailando sobre una nube entre adultos distraidos.Todavía la recuerdo con cariño y no quiero decir más.



Recibía mensajes subliminales de todo tipo, pero la mayoría como “El mensaje García” me daban a entender que ser listo era muy valorado por los demás. Entonces yo era muy callado con los adultos, esto les preocupaba y mi tío Frederic quiso espabilarme. Convenció a mis padres para que, en vacaciones, trabajara con él. Entregándome un sobre en blanco, dijo solemnemente



-- “Mensaje García”… Hay que entregarlo a su destinatario… ¡Espabílate!



Instintivamente busqué ayuda en el oficinista que se había mostrado más tímido y reservado, y ante mi insistencia sentenció,



-- En la guerra de Cuba un mensajero herido de muerte entregó, entre palabras inaudibles, un sobre en blanco a un muchacho que solo pudo entender las palabras “mensaje” y “García”., pero este, haciendo preguntas a la gente consiguió llegar hasta el destinatario y con ello salvar a todo un ejercito de una emboscada. No salvé vidas, pero gracias a un chivatazo, el sobre y la lección de mi tio llegaron a buen destino.



También recibí otro mensaje de mi profesora Señorita Sara. Era para que tratara de estar al día de lo que sucede alrededor. Dijo:



–Los acontecimientos históricos transcurren a una velocidad tan endiablada que la mayoría de las personas ni se enteran de lo que está ocurriendo a su alrededor. Se llama “Efecto Fabricio del Dongo”. Este personaje de "La Cartuja de Parma", una novela de Stendhal, recorrió el campo de batalla de Waterloo, con un despiste y una ingenuidad monumental, vio como columnas de soldados, grupos de jinetes, e inclusive el mismo Napoleón iban de un lado a otro, y a pesar de que, a su manera, participó en la batalla, se convirtió en la personificación de aquel que ignora en que entorno se encuentra y es incapaz de darse cuenta de lo que está sucediendo en su alrededor. Estaba participando en una batalla definitiva, la más trascendente de la historia y lo ignoraba. La mayor parte de los hombres ignoran literalmente lo que están viviendo. Es el efecto “Fabrizio del Dongo”, Queridos, tratad de que no os ocurra a vosotros.



Cuando corriamos entre frutales y viñedos cercanos a "El Parquet" topábamos con una extraña construccion de cerámica rota llamada "trencadis" que parecía salida de un cuento de hadas. Era como un templo bizantino cubierto por azulejos de intensos colores, y torres de vigia. Alli, el bondadoso Rafael Bolet, como un mago de cuento infantil, aparentaba que no nos veia para evitar regañarnos Decian que era un hombre sabio. Muchos años despues descubri que estaba construyendo su "ashram" destinado a ser una escuela para promover su creencia en una nueva era para la humanidad. La "era de acuario". No obstante, las creencias no son otra cosa que eso, creencias. No son ni verdades contrastadas ni mentiras demostradas, si no puras suposiciones. Explicaciones que alguien, de forma unilateral, utiliza para explicar lo sucedido, explicar fenómenos o para blindar tradiciones contra el inexorable paso del tiempo, garantizando asi su inmobilidad. Me pregunto si vale la pena hacer el mas minimo sacrificio en defensa de una creencia, sea cual fuere. Vivimos en un mundo cambiante en el que las creencias no se sostienen durante mucho tiempo. Solo el fanatismo y las actitudes cerniles y la intransigencia son los garantes de su permanencia. Ultimamente, la repeticion de un concepto por los medios de comunicación pueden convertir una mentira en verdad a fuerza de repetirla. Hay que ser muy fuerte mental y culturalmente para mantener una aceptable autonomia mental a pesar de la creciente presión de los medios de comunicación. Los mas poderosos lo tienen muy claro. Hay que dominar y controlar los medios de comunicacion formando parte de su propiedad. Pero siempre existen los listillos de turno que se dedican a crear medios de comunicación para ganar dinero con su venta a los grupos de poder.



Desgraciadamente la sabiduría no da de comer, y cuando el hambre remitió, se dejó de consumir tanto chocolate. La mayoría de fábricas cerraron o se vendieron a multinacionales. Fue terriblemente frustrante. Todos creían que la causa del fracaso se debía a una mala gestión de la empresa o al endeudamiento estratégico, pero no era así. La demanda de chocolate quedó en nada, la gente estaba harta de comerla a todas horas. Mi padre y su hermano José, escogieron volver al Uruguay. Entonces se desató la maldad escondida en algunas personas. Oscuras envidias y resentimientos que habían permanecido ocultos en vísceras de vecinos y supuestos amigos, mientras que otros, manifestaban sus buenos deseos. Descubrí la dualidad del bien y del mal que llevamos dentro, y que hay dos gérmenes en nuestro corazón. Según sea nuestra educación y la presión del entorno encontraremos placer y satisfacción en hacer el bien o placer y satisfacción en hacer el mal. El egoísmo, las frustraciones, la falta de empatia y autoestima, la envidia, la violencia, el machismo y la cobardía nos llevan al mal, mientras que la generosidad, la satisfacción con uno mismo, la valoración de los demás, el pacifismo, el feminismo, el coraje, y la empatia nos llevan al bien. Nuestro entorno y amistades son decisivos para que seamos buenas o malas personas. Entre dos versiones sobre unos supuestos hechos, ¿Porque tendemos a creer la versión que más culpabiliza a quien no puede defenderse? Es nuestra forma de actuar con ciertas dosis de maldad.



“Piensa mal y no errarás…”, dice el adagio cumbre de la “filosofía barata” . Años más tarde descubrí que este sentimiento tan negativo, que guardamos en nuestras entrañas, como sintesis de nuestra maldad, es uno de los más utilizados por los politicos. Despertarlo para crear crispación y sospechas infundadas nos predispone en contra de sus oponentes. Parece mentira pero asi es como los dictadores consiguen que los pobres los apoyen a pesar de ir en contra de sus propios intereses. Para luchar contra el desorden que significa una reivindicación justa se impone la represión como si fuera la respuesta más lógica y natural. Basta con ayudar a dar la impresión de desorden, y para ello se utilizan los servicios de personajes pertenecientes al submundo de la delincuencia.



Recuerdo la entrada de una pareja de la guardia civil en casa de mis tíos, en busca de mi padre. Suponemos que algún envidioso cursó la falsa denuncia. Decidió marchar al Uruguay. Después seguiríamos los demás. Me preguntaba como puede ser que algunas personas solo te valoren según el dinero que tengas. Cuando papá y su hermano Pepe eran dueños de una fábrica, eran unas personas superinteligentes y honradas, a quien todos escuchaban y reían las gracias. Yo era el envidiado hijo del "Torres de la Xocolata" y estaba arto de que me "hicieran la pelota" pero cuando la fábrica se perdió, parece que a ojos de algunos, también habían perdido la honradez. Comprobé que la envidia es como un juicio sin pruebas donde solo se escuchan las acusaciones del fiscal. Cuando se lo comenté a mi profesor particular, asesor de la empresa y excelente persona, Sr. Bermejo, me sorprendió diciendo:



-- Guárdate de la amabilidad de los pobres, y guardate de la amabilidad de los que hacen ostentacion de sus riquezas.



La ayuda del Sr. Bermejo, con su original sistema de repaso, había sido decisiva para mi desarrollo mental. Elegante y pulcro, luciendo un fino y cuidado bigote, se sentaba a mi lado, abría un libro, y en silencio, con la uña del dedo meñique, que mantenía más larga que las demás, reseguía las líneas de texto, y mientras tanto, en un ambiente distendido y dado a los comentarios jocosos o satíricos, yo las leía en silencio. Después me pedía que le resumiera lo que había interpretado, obligándome a comprender y sintetizar, todo lo que leía. Además, me encargaba trabajos de experimentación siguiendo un gran libro titulado “Fisica y Química Recreativa” del Dr. Estalella, un ilustre "Vilafranquí" Hay algunas personas que pasan fugazmente por tu vida, pero la dejan marcada para siempre. El señor Bermejo y la señorita Sara fueron algunas de ellas. Su influencia perduró en el tiempo.



A los pocos meses recibimos una carta de Uruguay con tres pasajes para embarcarnos en un buque de Ybarra. Mas tarde nos seguirian nuestros tios y primos Pepe, Maria Angels, Rosa Maria y Josep María.



SIETE AÑOS EN URUGUAY



Durante la noche del 24 de Septiembre de 1954, mientras Barcelona lanza cohetes para celebrar el dia de la Merced, mi hermano y yo, abrazados a nuestra madre, en un banco del trasatlántico “Cabo Buena Esperanza”, deslizándonos silenciosamente sobre las aguas del puerto, vemos con tristeza, como sus luces se alejan hasta desaparecer en la oscuridad que percibimos con la vista pero que sentimos más profundamente en el alma. En la fría y húmeda noche, la luna aparece en toda su redondez, cada vez más luminosa, provocando que las aguas del mar, como un espejo en la oscuridad, reflejen una misteriosa iridiscencia que nos envuelve con su halo mientras entramos en un mundo desconocido y mágico limpiando nuestro dolor con la suave brisa de la esperanza.
A los dos días, navegando sin perder de vista la costa, cruzamos el estrecho de Gibraltar y llegamos al puerto de Cádiz, la Tacita de Plata, para cargar miles de bidones de aceite y aceitunas, que ocupan totalmente el espacio del muelle donde atracamos. En cada escala estaremos anclados dos días y lo aprovechamos para conocer esta pequeña ciudad que a lo lejos, al final de un largo cuello arenoso protegido por las frentes rocosos, parece flotar en el océano sobre una suave península cubierta de blanca dulzura. A lo lejos, entre la bruma matinal, aparecen extensas playas entre pequeños pueblos de casas blanquecinas. Las calles gaditanas son a la medida del hombre, para ser paseadas y descansar en sus avenidas, hoy repletas de gente elegantemente vestida, caminando o tomando copas en las terrazas. El ambiente es muy señorial, quizás demasiado. Inclusive los niños van tan encorsetados y elegantes con su traje dominguero que parecen de primera comunión. Es el traje de las fiestas. Hay que hacerlo durar muchos años. Es por esta razón y no por otra, que al principio les queda demasiado holgado, y al final demasiado pequeño y estrecho. Nuestro próximo destino es Santa Cruz de Tenerife. Está previsto que lleguemos por la mañana, antes del desayuno. Por fin estoy durmiendo a gusto y respirando a fondo sin bloqueos mentales ni esfuerzos inútiles para controlar el balanceo del buque, y mientras estamos durmiendo, unas alegres voces nos despiertan



-- ¡Estamos llegando! ¡Subid a cubierta!



Saltamos rápidamente de nuestra litera, subimos las escaleras de dos en dos, y nos abrimos paso entre la gente que observa desde las barandillas de cubierta.



-- ¡Mirad enfrente, es la isla de Tenerife! ¡Mira que bella es!... Pero, aunque fuerzo mi vista no veo más que niebla y bruma.



--¡No veo nada! Me lamento.



-- ¡Pero chaval!... Me dice un anciano. ¡Mira hacia arriba, hacia el cielo, sobre las nubes!.



Le obedezco, y dirijo la mirada hacia las nubes situadas sobre mi cabeza. ¡Que fuerte impresión! Sobresaliendo tras la oscura bruma, como volando y cayendo sobre nosotros se alza una inmensa mole en forma de cono volcánico. ¡Es la cumbre del Teide! La más alta de España.



Después del desembarco, frente a un necrológico y frío monumento a los caídos, montamos en un pequeño autobús sin aristas y con la redondez de un juguete infantil. Nuestra huahua corre y corre mientras danzamos y chocamos rítmicamente nuestros cuerpos sobre sus asientos de marrón claro, siguiendo su camino por estrechas calles con escarpadas pendientes, casi rozando puertas y ventanas y obligando a recular a sorprendidos peatones, para luego hacer sus paradas en lugares inadecuados. Estamos absortos y atentos al peligro de tan loca carrera, cuando suena el gemido agudo del freno de mano. Parados en una pequeña plaza balconada como humilde mirador, se nos muestra como un volante de la falda de la montaña rodeando el cono volcánico con un collar de pequeños árboles cargados de enormes racimos de plátanos, el hermoso paisaje del valle de la Orotova.



De vuelta a Santa Cruz, nos entretenemos embelesados por los rutilantes escaparates de las luminosas tiendas del centro, la mayoría regentados por hindúes.



Nuestra próxima escala será, a gran distancia, en el exótico Brasil. Tendremos que cruzar el Atlántico, y disfrutar de sus infinitos tonos de azul, del rumor de sus olas, a veces calmas y relajantes y otras bravas y amenazantes. Delfines y peces voladores se nos acercan como buscando compañía. Se comenta que anoche chocamos con una ballena y la partimos en dos. Son muchos días sin ver tierra y hay que distraer al personal. Se organizan fiestas, concursos, carreras. Parece fiesta mayor.



Después de una larga pero alegre travesía, que nos permite prepararnos mentalmente para lo que nos espera, nos despertamos entrando en la maravillosa bahía de Río de Janeiro. Ningún puerto ni ciudad recibe al viajero con tal explosión de luz y color. Miramos atónitos la belleza incomparable que nos rodea mientras el buque avanza lentamente por una inmensa bahía custodiada por altas torres naturales como el Pan de Azúcar que cual ciclópeas rocas con retazos de selva en lugares increíbles custodian tanta hermosura. Y la ciudad a sus pies envuelta en un dorado collar de playas, y en lo alto, en la cima del Corcovado la figura del Sagrado Corazón nos recibe con los brazos abiertos. América nos da la bienvenida, y nuestras vibraciones son positivas, la esperanza va entrando en nuestros corazones.



Descubrimos una ciudad diferente. Agradablemente exótica. Sus edificios parecen pintados por los vivos colores pastel de un pintor impresionista. Multitudes caminando o esperando en las paradas de pequeños pero rápidos microbuses de transporte urbano. Nos animamos a pedir un taxi, y acordamos un precio para que nos lleve a los lugares que más nos atraen. Subimos al Corcovado y rezamos ante la ciclópea estatua del "Sagrado Corazón", entramos en el estadio de Maracaná y nos sentamos en sus gradas circulares que envuelven el césped como una monumental plaza donde, según nos cuentan, pueden caber cerca de docientos mil espectadores de pie. Recorremos el paseo frente a la playa de Copacabana, y como los "tres caballeros" de la pelicula de Disney, pisamos las oscilantes lineas de sus baldosas. En el jardín botánico, y en algunas plazas y avenidas del centro corren, libres, especies desconocidas de gigantescos roedores. Al final, nos quedamos para descansar en una cafetería cercana al puerto. Después de reponer fuerzas, volvemos caminando hacia el barco y cuando nos encontramos frente a una vieja casa soportada por desnudas columnas metálicas, nos llega, desde lo alto de una escalera, un estraño pero agradable sonido de tambores y cánticos africanos que nos envuelve. Es el rito de la "macumba", la religión de origen africano de muchos brasileños de color.



Nuetra próxima y última escala, antes de llegar a Montevideo, será en la ciudad portuaria de Santos. La gran cantidad de trabajos de estiba y desestiba que deberá realizar nuestro barco, en sus muelles, nos da tiempo suficiente para visitar Sao Paulo, la gran metrópolis de tierra adentro. Volvemos a alquilar otro taxi, e iniciamos una larga escalada por la sierra litoral, descubriendo lo que nunca habíamos visto todavía, una continua sucesión de largos túneles iluminados, que hacen posible que la moderna autopista cruce la gran cordillera y llegue hasta la megalópolis paulista sin dificultad. El centro de Sao Paulo, capital industrial y económica del Brasil, es un inmenso bosque pétreo con miles de automóviles, de modernos modelos americanos, circulando a gran velocidad. Los rascacielos son los reyes de la capital del café, y Santos es solo su puerto. Ciudad populosa, de trabajo y negocios, coronada por extrañas construcciones, envuelta por una telaraña de carriles y autopistas, adornada por almacenes y tiendas pero castigada por el infernal ruido de todo tipo de máquinas. Calles concurridas por silenciosas multitudes persiguiendo al tiempo en el reino de la prosperidad.



Una vez de vuelta, estamos en cubierta esperando, con impaciencia, que se inicie la última etapa que nos llevará al Uruguay. El trabajo de los operarios del puerto parece que nunca va a terminar, después de uno, siguen con otro. Pero, tarde o temprano, todo llega y, por fin, el doce de octubre de 1954, vislumbramos una solitaria cumbre coronada por las viejas paredes amuralladas de un castillo colonial custodiando la entrada de una gran bahía. -- ¡ Es Montevideo! Dame suerte cerrito, pienso, mientras mis manos aprietan fuertemente la barandilla como tratando de empujar nuestra nave que avanza lentamente girando sobre si misma para acercarse al muelle de atraque.



Lo que era una lejana mancha gris, ahora son formas corpóreas entre las que trato de vislumbrar la inconfundible figara de Papá. ¡Cuanta impaciencia! ¡Cuanto nerviosismo! Mientras se acerca más y más los múltiples brazos de la multitud se agitan con alegría, y nosotros, con lentitud, vamos hacia ellos.



¡Enric!, ¡Enric! grita Mamá.



Allí abajo, a nuestros pies, papá rodeado por nuestra familia uruguaya está saltando de alegría. Algunos como tia Ventureta, tio Pedro o la prima Chedes ya nos habían visitado en Barcelona, pero son muchos más los que ahora descubrimos.



Provenimos de un pais miserable generador de emigrantes, con viejas casas grisáceas, calles con aceras ocupadas por lisiados, mutilados y personas salidas de una guerra con tendencia a vestir de negro, a rezar el rosario y donde el pecado, los pecadores y la penitencia tienen olor a vela quemada, y en cambio esta es una ciudad multicolor, con verdes jardines y playas interminables, llenas de multitudes paseando por ramblas y parques. Es como si el pampero, el viento de las pampas, hubiera limpiado el país de la caspa que en España nos estaba ahogando. Nuestra familia no quiere dejarnos solos, cada día tenemos alguna invitación para cenar o alguna churrascada, o diversiones, ballet, teatro o conciertos. Pronto me adapto a las costumbres uruguayas y me acostumbro de las sesiones de gimnasia deportiva y judo en la "Asociación Cristiana de Jóvenes" a los partidos de basquet en el barrio, a los conciertos en el auditorio de "Radio Rural" para escuchar cantar a grupos de musica gaucha tradicional, o a la playa, y en las noches de verano sesión de cine al aire libre, o a cenar en una parrillada entre canciones de payadores. Al salir de un concierto, se nos acerca un niño y mientras señala a una bella muchacha que, a lo lejos, nos mira sonriente, me dice --, ¡Aquella chica gusta de tí! Que maravilla, esto es otra vida.Luego, con la llegada de mis tios Pepe y Maria Angels con los primos Rosa Maria y Jose Maria, gano dos nuevos padres y dos nuevos hermanos.



Cada verano, el padre Amorín de la parroquia de la calle Comercio, organiza una acampada en la localidad de Pirarajá a orillas del rio Cebollatí. La flora y la fauna del interior de Uruguay son deliciosamente bellas. Sus onduladas colinas reparten las aguas de lluvia de tal forma que no queda rincón sin agua. El resultado es una explosión de verdor, destacando un majestuoso árbol el solitario ombú, y las orillas de sus numerosos ríos cubiertas por una franja de masa arbórea refugio de diversos y extraños animales como el tapir, la mulita, el ñandú, el simpático micro pájaro picaflor, numerosas cotorras verdadera plaga para los cultivos, y por la noche, pescando a la encandilada, los peces pican uno tras otro, y de vez en cuando, las tortugas, astutamente, se comen los cebos sin picar.



Llega un gaucho, empleado del estanciero, con una joven llevando varios caballos, y mientras nos llama, arroja una manzana entre nuestras manos, pero al tratar de cogerla al vuelo, caemos en un pequeño charco provocando la sonrisa contenida de ella y la hilaridad de los presentes. Mojados y con las vestiduras embarradas, acariciamos los caballos. Su aterciopelada piel y sus crines nos invitan a montar. Me encaramo con torpeza, y después de vencer una serie de desequilibrios, consigo mi objetivo. ¡Qué fantástico! todo se transforma alrededor, desde la inmensa pradera por donde mi corcel galopa furioso, veo la mirada de aquella hermosa joven, y con el brazo le dedico un saludo. Un fuerte dolor en el brazo me hace volver a la realidad, el gaucho se acerca a mi montura para ayudarme, pero ella se anticipa y como vegetal trofeo, me ofrece una roja y reluciente manzana.



Gracias a la desinteresada ayuda de mi prima Alba consigo aprobar los exámenes que me permiten estudiar liceo en el instituto religioso de la Sagrada Familia, pero algunos profesores son laicos. El Doctor José Luis Vilar del Valle es el profesor de historia natural, y como la Sta. Sara, sigue a Montaigne y desea enseñarnos lo que es la vida y lo que significa vivir. De fino bigote y pobladas cejas, peinado hacia atrás destacan sus entradas y su ancha frente. Viste con pulcritud, luciendo un pañuelo plegado en el bolsillo superior del traje. Es de aquellas personas cuya opinión hay que respetar pues es competente y cuando habla acostumbra a estar bien fundamentado y sus opiniones, profundamente analizadas, las plantea con claro criterio, destilando buena fe y con actitud imparcial. Un día baja de la tarima, se apoya sobre una mesa, junta las manos y dice:



--"Fizeau descubrió que la velocidad de la luz es constante, y como quiera que los componentes de toda velocidad son el espacio y el tiempo expresados por la archiconocida ecuación de Einstein en que la Velocidad es igual a la Energía dividida por el Tiempo, (V=E/T), según dicha fórmula, deducimos que si la velocidad es constante, deben de variar las magnitudes que miden el espacio y el tiempo, como el centimetro y el segundo. Si uno se acorta, el otro se alarga y si además recordamos que según Einstein en su también archiconocida fórmula nos dice que todo cuerpo posee un energía igual a su masa multiplicada por otra constante, el cuadrado de la velocidad de la luz (E=M.C2), el resultado es, que si al aumentar la masa aumenta la otra variable, la energía cinética, concluiremos que puede considerarse a la materia como una forma ultra condensada de energía y a la energía una forma ultradiluida de la materia. Y aún más, si relacionamos velocidad, masa, tiempo, energía entre sí veremos como una barra, provista de un reloj, que se desplace a 270.000 kilómetros por segundo se acortará la mitad, su masa se duplicará y su reloj marcará el tiempo a razón de 30 minutos por cada hora terrestre. Se habrá realizado un viaje en el tiempo. Pero si no olvidamos lo dicho, y tenemos en cuenta que en el cosmos el tiempo, la energía y la masa existen solo en forma relativa, y si tenemos en cuenta que por la ley de probabilidades sabemos que si tuviéramos el tiempo suficiente para comprobar los números que nos da tirar de un dado, comprobaríamos que al final, todos los números habrán salido igual número de veces, podríamos afirmar que que durante un espacio de tiempo casi infinito, tarde o temprano todo se realiza, y por lo tanto es fácil llegar a la conclusión de que todas las realidades pueden existir en el cosmos, inclusive realidades y leyes contradictorias. El cosmos es el fruto de billones y billones de posibles combinaciones de elementos presentes y circunstncias del entorno, durante espacios de tiempo casi infinitos, dificiles de comprender por nuestra mente, aprovechadas unas, desprovechadas otras. La vida también se originó y desaparecerá por las mismas causas. Las especies continúan haciéndolo, heredando algunas de las continuas mutaciones que sufren los cromosomas en las células de nuestro cuerpo durante su partición, y somos varones o hembras por el mismo principio de combinación continuada y aleatoria de genes, elementos y factores hereditarios presentes. Cuando depués de un tiempo, se encuentran dos factores que reaccionan entre sí, se provoca un cambio. Frecuentemete deberíamos alegrarnos de que nos haya tocado el primer premio de esta lotería, la vida... Por lo tanto, puede que en nuestra existencia no recibamos el premio que sería lógico por nuestros actos, sino el resultado de la combinación de los elementos y factores existentes y que solo podemos modificar colocando sobre el tapete de la vida nuestra ficha particular, como por ejemplo nuestra preparación laboral, fuerza física y habilidades en un entorno propicio para esperar que combinados con otros elementos exitentes, den un resultado, aunque no sea el esperado. Todas las leyes del cosmos actúan así. Regidos por la ley de probabilidades que marca el azar. No perdáis nunca la esperanza. Otro día os explicaré el fenómeno del principio de equilibrio o compensción, que tanto en nuestra vida como en el cosmos, actúa como elemento moderador. Pero recordad, siempre, que el premio mayor, que es vivir, ya lo habéis ganado.



Sus sencillas palabras caían cual fresca lluvia de primavera empapando de sabiduría nuestras adolescentes mentes hacia la futura germinación de nuestra personalidad juvenil. Los grandes científicos están empeñados en descubrir una fórmula que unifique las contradictorias leyes de la naturaleza, la mecánica cuántica y la Newtoniana, la relatividad de Einstein, etc. Pero nuestro profesor, alejándose de las frias matemáticas puras, nos mostraba un descubrimiento mayor. Su aplicacion en nuestra vida diaria. Para él no existia una fórmula total. La única ley es la de probabilidades. Si existe la materia, también existe la antimateria, si existe la fórmula también existe su anti fórmula. No podemos negar ninguna hipótesis, ni siquiera la posibilidad de la existencia de Dios, que no contradice, en nada, lo dicho. En cambio, pensar en su existencia nos compensa emocionalmente ante la cruda realidad de la vida como un camino hacia la muerte. Pero aceptar la posibilidad de la exitencia de Dios, no da derecho a las centenares de religiones existentes a obligarnos a creer en unas conclusiones, basadas en interpretaciones, realizadas en otro contexto, de manuscritos antiquísimos, que a su vez son recopilaciones de otros anteriores que se remontan a los primeros orígenes de las civilizaciones humanas, y convertidos en dogmas a seguir ciegamente. No olvidemos que cuando interpretamos hechos o ideas lo acompañamos con la proyeción de nuestros deseos y temores. La sociedad actua de modo parecido pero además lo hace con la intromisión de los poderes fácticos.



Pocos alumnos habian captado el mensaje. Entonces descubri la dificultad de comunicarse. Tan facil que parece, pero una de las mayores dificultades del ser humano, es poder comunicarse con los demas. La escritura, un lenguaje sin expresiones faciales ni corporales donde no utilizamos el volumen ni la entonacion podria ser menos convincente, pero si el que habla es una persona sin carisma ni prestigio, quizas es preferible expresarse por escrito. El oyente muchas veces oye pero no escucha, se deja influir i se distrae con sus sensaciones o prejuicios . La edad, los temas, la simpatia, la belleza, y multitud de prejuicios impiden que sus mentes y sus oidos se abran. Aparentan escuchar pero su mente no esta alli. En otras ocasiones el que escucha se pregunta ¿ Porque hace esta cara ? ¿Porque habla tan alto? ¿Porque habla bajo? ¿Porque esta serio? ¿Porque rie ? El resultado es un fallido intento de dar enfasis a una posible comunicacion . Hay quienes ignoran que ellos son los unicos que escuchan sus propios discursos. Los demas aparentan escuchar. Para comunicarse se precisan un minimo de dos personas, y si una no esta por la labor, el monologo puede convertirse en un "dialogo para besugos" . El resultado es la incomprension.


Meses más tarde, otro profesor, el hermano Alfonso Rodríguez, me da un aviso a navegantes. En un trabajo sobre su gran "ídolo", el filosofo Emmanuel Kant, vierto una adolescente y rebelde crítica a su persona, a su pensamiento y a la ciencia en general. Sorprendentemente, en vez de suspenderme, como hubiera hecho cualquier otro profesor, me llama a la tarima, alarga el brazo, me entrega el original de mi trabajo repleto de notas de corrección y mirándome por encima de sus gafas, susurra cariñosamente algo asi; -- Mire Font, no estoy, en absoluto, de acuerdo con lo que ha escrito. El principal problema de los jóvenes de su edad es su superficialidad. Alegremente dan su opinión sobre temas que desconocen o que conocen superficialmente. Antes de atreverse a criticar a un genio como Kant debería haberse documentado más. No obstante he dudado entre puntuar su trabajo con un suspenso, por estar equivocado, o premiarlo con la máxima nota por su valentía y franqueza en el planteamiento de sus razonamientos. Dada la proliferación de alumnos que, sin pensarlo, repiten mis frases como loros, he optado por animarle a seguir con sus planteamientos, pero, eso si, más estudiados y mejor elaborados.


En mi escrito me atrevía a criticar al insigne filósofo diciendo algo así: -- Mi confianza en Kant, bajó muchos enteros cuando conocí su personalidad, y me enteré que en sus salidas, por su empeño en respirar solo por la nariz, no consentía abrir la boca ni para saludar a los amigos que encontraba por la calle. Que no sintió la curiosidad de conocer el mundo y nunca salió de su pequeña comarca, ni se casó. Pero analizando sus teorías, tampoco creo en sus argumentos. Se basan en una lógica y conclusiones especulativas y cae en la tentación de clasificar y dar nombre a unos conceptos que me parecen totalmente subjetivos. No creo en que las "antinomias" o pensamientos antagónicos, dependan unos de otros, y que negar una afirme la contraria. Pues, ¿quién nos asegura que las dos "antinomias" no sean falsas y exista una tercera verdad? Tampoco creo en su razonamiento sobre la esencia de las cosas y la imposibilidad de conocerla. Sinceramente, creo que llama filosofía a la gramática, pues lo que él llama esencia no es más que la palabra o concepto con que definimos una cosa. Ni acepto que una cosa sea bella cuando guste a todo el mundo, y bonita cuando guste individualmente, ni relacionar lo bello on lo bueno, pues creo que lo subjetivo puede influenciarnos tanto a nivel personal como colectivo. Me escandaliza su opinión sobre la enseñanza, cuando dice, que solo hay que enseñar a los alumnos de facultades medianas ya que según él, los estúpidos están fuera del alcance de la ayuda intelectual, y los geniales se ayudan a si mismos. Creo haber conocido a gente, a quién llaman estúpidos, que me han demostrado más sentido común que muchos de los que llamamos inteligentes. Este trabajo sobre uno de los genios de la humanidad, merecerá un suspenso, pero no quiero ser falso, y mentir sobre mis ideas. Además quisiera añadir que me estoy planteando la validez o no de los metodos de la filosofia racionalista. Se utilizan conclusiones o puntos de partida muy subjetivos y creo que estamos necesitados de la aportación femenina para que nos ayuden a salir de nuestras limitaciones cartesianas, a través de su pensamiento intuitivo, y nos abran nuevas ventanas a la fantasia y a la entrada de aire fresco al actual pensamiento filosófico excesivamente marcado por lo masculino...


No es fácil encontrar quienes prefieren obrar con justicia y no aplastarte bajo el pretexto de defender la verdad.En mi juvenil búsqueda de una ideología o filosofía que pueda considerar aceptable, encuentro que las doctrinas son puras muletas, y que la posición que más se adapta a mi pensamiento es en realidad un método, el "eclecticismo". Ser ecléctico, significa creer que ningún pensamiento ni ideología, ni filosofía, es totalmente aceptable, y como máximo solo lo es en parte. Aceptar la parte buena y rechazar la mala para construir tu pensamiento, tiene su precio social, hay quien se apoya en la muleta del pensamiento único y excluyente, y plantear partes de razonamientos de otras ideologías crea rechazo. La condescendencia parcial no basada en soluciones extremas y bien definidas tiene como precio, que las etiquetas para clasificarte en alguna casilla repleta de prejuicios sea tan diversa como contradictoria. No te ven "claro", eres "raro"... "inseguro". Prefieren la seguridad de los fanáticos y de los ignorantes.. Parece ser, que nuestro cuerpo esá plagado de mecanismos de autodefensa, y el cerebro, entre los elementos de autodefensa sicológica que genera, existe una fuerza que bloquea la mente cuando recibe información no conveniente para nuestra estabilidad emocional. Liberarnos de este mecanismo mental es fundamental para no caer en la manipulación de los medios de la "mas media". Estar bien comido y bien vivido ayuda a encarar el pensamiento puro. Sino, se puede convertir en un juego de palabras que nos desorienta de lo que es el objetivo principal. Comer cada dia, pues no existen verdades genéricas, ya que la verdad es personal y varía con el tiempo y según las circunstancias, y la forma de ser de cada individuo. Una de las verdades fundamentales, para mi, es cumplir con mis responsabilidades y disfrutar de los regalos que brinda la vida. Con serenidad, alegría y pacífica moderación.


Mi manera de pensar va evolucionando lentamente. Casi sin darme cuenta llego a la conclusión de que el mundo en el que creemos vivir, no es tal, ni se adecua a la concepción que tenemos de él, sino que es un producto irreal tranformado por nuestra imaginación para que nos ayude en nuestra lucha por la supervivencia, y que después de miles de años de continuada construcción de esta realidad virtual, ya no sabemos distinguir cual es la real. Esta idea se ve reforzada ante los ultimos descubrimientos de la fisica cuántica,en la que la realidad es multiple, intemporal, y marcada por la influencia de otras realidades muy lejanas que a su vez son influenciadas por nuestra actitud, existencia, por nuestro propio magnetismo o por la influencia del azar.


Pero, tarde o temprano, tanto lo bueno, como lo malo, se termina. Uruguay, desde principios de siglo, era el prototipo a imitar por otros paises que aspiraban a una sociedad más justa y democrática sin tener que industrializarse. Después de muchas décadas de gran riqueza, nos encontramos en un país en crisis y socialmente convulsionado. Le riqueza producida por antos años de ingresos basados en la exportación agropecuaria a Europa fue mal invertida. En vez de generar inversiones basadas en el desarrollo tecnológico, la educación técnica y la libre empresa, se generaron infraestucturas sociales basadas en la subvención, en la función publica y en el comercio al detall. Cuando Europa y otros paises decidieron proteger y subvencionar su propia producción, los gastos superaron a los ingresos, y los gobiernos escondieron la cabeza bajo el ala hasta que las cuentas del pais eran tan ruinosas que los medios financieros que financiaban nuestra deuda nos elevaron tanto los intereses que nos fuimos al traste. Algo parecido pasó con Argentina.


Estoy en la cafetería de Punta Gorda, y veo acercarse a un amigo. Susurrando, me dice -- Para hoy tenemos un negocio; solo es un juego, aunque este pelotudo se lo toma en serio. A Rubi, aquí presente, lo atropelló un carro, estuvo bastante jodido, pues se fracturó una clavícula y tiene el ojo izquierdo como en compota. Por desgracia el muchacho no se encuentra fuertilón para el matraqueo, pero nosotros, las cabezas de lobo, siempre estamos listos pa la ayuda y lo hacemos con gusto. Rubi es macanudo, y me ha pedido que, en vez de pudrirnos acá, vayamos al centro. Además, en el centro, hay cosas muy interesantes, y cada mina que se te caen las medias hasta las pardalagas. Cualquier cosa es mejor que pasar la tardecita haciendo el hoyo en alguna parte. Rubi inclina la cabeza rítmicamente después de cada frase. Sus finas manos están ocupadas sosteniendo unos papeles, cuando con su dererecha deja que descansen sobre la mesa, y con sus dedos, lentamente y con elegancia, se saca los oscuros lentes. Sus ojos entreabiertos denotaban cierta fatiga, pero por la suavidad de sus facciones parece dulce y accesible. Nos mira a los ojos, y con voz algo nasal dice -- Los estudiantes necesitamos vuestra ayuda para mantener l ocupación del IAVA y la Universidad Central. Ningún milico ni ningún boludo nazi podrá entrar.


Alguien respondió -- Si vos estás para el relajo, vamos pa el cargue, pero como siempre, rompiendo los caireles.


En una hora ya paseamos sin rumbo por las calles del centro. Las tonterias que hicimos las guardo entre mis recuerdos juveniles más alocados


A los pocos dias me encuentro con Walter.- Che, Gallego, que bien que estés acá ¿Vas a venir a la mani? Sabe que soy enemigo de fanatrismos y que me miro la mayoría de ideologías con mucho recelo, pero sin esperar respuesta me lleva hacia un local donde están repartiendo pañuelos rojos, mientras otros se los prueban tapándose boca y nariz al estilo bandolero. Casi sin saber como, me encuentro caminando por la avenida 18 de Julio rodeado de diez mil personas gritando: Fidel! Fidel! Que tiene Fidel! Que todos los yanquis no pueden con él! Hay pancartas de todo tipo, estudiantes, obreros, y los cañeros que habían acampado en veredas y plazas del centro. En cada esquina, policía y ejército. Walter y sus compañeros, máscaras rojas en la cara, y sacos de canijas, para los caballos, en las manos. Una densa barrera militar nos cierra el paso. Empujado por la multitud, miles de piernas me rodean, corren en estampida, me veo tumbado en el asfalto, intento levantarme, y nuevos empujones me tiran al suelo. Un policia, a caballo, se acerca a galope, se dirige directamente a mi, hace girar su caballo sobre si mismo, a derecha y a izquierda, la multitud huye, y quedo solo, en el suelo bajo las patas del equino. Con los brazos me cubro la cabeza, y ciego de pavor desearía que la tierra me tragara, me veo bajo las patas del animal recibiendo coces y sablazos, pero gracias a Dios, el ser humano es imprevisible, el represor destinado a aplastar y fustigar me dió suavemente. Ni lo noté. Él tenía la oportunidad legal de hacer el mal y no se aprovechó. Quizás el ser humano, saco de contradicciones, no sea ni bueno ni malo, capaz de cualquier cosa, según sea la situación sicológica y la influencia del entorno. Como decía Ortega y Gasset, "El hombre es él y sus circunstancias". El desbarajuste es total, en una esquina está Walter, que por su altura es visible por cualquier ojo. --"Vení nomás. Sos un lechón... Cuidate de las orejas. Me gustás, sos un poco lenguón pero sabés como ocupar tu espacio. ¡Estos milicos chorizeros no van a poder con nosotros! Un flaco adolescente con la respiración agitada interrumpe sus palabras, y con aires de correo militar dice: --"Los nazis, armados con barras de hierro y cadenas, están asaltando la universidad y el IAVA . Estoy corriendo la voz." . Muchos nazis son estudiantes de "familia bien", superalimentados, musculados y con pinta de gimnasta, van con el pelo muy cuidado, mayormente corto. Cuando es largo lo aplanan con gomina u otros cosméticos. Son violentos sin piedad, por puro gusto. A la carrera llegamos a las verjas del IAVA cubiertas por asaltantes y defensores, repartiendo caña con palos y puños, los gritos de las chicas elevan el nivel trágico de la imagen. Un energúmeno defiende su espacio bravamente, aparentemente inmóvil, no hay quien pase por la zona que cubre, un gran patio repleto de mesas y rejillas para asar la carne -- Vení p´acá "chiquito maleta" que te voy a sonar... Dice con aparente tranquilidad. La noticia ha corrido y grupos de manifestantes entran en la lucha, y los nazis, al verse superados, huyen en todas direcciones, nos abrazamos y cantamos improvisadas canciones de celebración: -- Deben ser los gorilas, deben ser, que andarán por ahí... Deben ser los gorilas deben ser que andarán por ahi...


La ocupación se hizo estable y sin perspectivas de solución. La unica explicación que encuentro a mi actitud seudorevolucionaria es la de apoyar a unos amigos y compañeros de clase. Por lo demás, sus actitudes ideológicas tanto por los de derechas como por los de izquierdas, me parecen saturadas de frases sin sentido y vacias de un contenido minimamente satisfactorio para mi mente inquieta. No me atrae el slogan publicitario que tanto utilizan los politicos.


Ella está ,de espaldas, dibujando una pancarta, en cuclillas. A su lado, con la mirada ausente, otra chica de su edad. Su falda yace sobre el suelo dejando ver sus rodillas mientras su brazo izquierdo rodea sus largas piernas. Su cabeza está inclinada hacia adelante, con una graciosa inclinación lateral evitando que su larga y rubia cabellera caiga sobre su frente. Con un pincel en la mano derecha traza líneas y letras sobre la lona. Me parece sentir su mirada fugaz. Un agradable escalofrío recorre mis carnes. Me acerco, entre distraido y curioso.--¡Hola...Digo...nadie responde.


-- ¿Puedo ayudar?... Insisto.


La chica en pié responde con firmeza,--Hay material arriba...


En un pequeño cuarto cubierto de polvo fosilizado y totalmente invadido por la dejadez y el desorden busco entre pilas de viejos papeles oxidados y voy hurgando entre varillas y botes con hilos de pintura reseca, hasta que encuentro un rollo de tela blanca, un par de varillas nuevas y un pote de pintura roja. Mientras me giro para volver con mi carga, veo el brillo metálico de unos objetos que parecen espadas. Cuando me acerco más, me doy cuenta de que son machetes. ¿Que hacen aquí?


Parecía que mis padres pensaban terminar sus días en Montevideo, se habían comprado un pequeño chalet en General Av. Gral. Rivera, en el barrio de Punta Gorda, una zona residencial. Mis estudios de ingeniería van para largo, he jurado bandera, y en mi documentación figuro como uruguayo de nacimiento por ser hijo de uruguayo. Mi única obsesión es conseguir salir con la chica de las pancartas, la mujer que parece satisfacer todos mis deseos y realizar todos mis sueños, gozar de relajantes horas de playa en Punta Gorda y Malvín, escuchar a Elvis Presley y samba brasileña por la "Banda de Bomberos de Rio", reunirme a estudiar con Miguel, mi otro amigo, que con media docena de frases me aclara las lecciones que los profesores, tras horas de aburridos monólogos no consiguen. Mi memoria no basta. Hay que interpretar el significado , y Miguel tiene gran capacidad de síntesis.


Por suerte la vuelvo a ver. Mi corazón se acelera mientras mi mirada se clava en los ojos de ella, la chica de la pancarta. ¡ Que bella es! ¡Madre mía!. Sobre su piel suavemente sonrosada destaca una redonda y negra peca colocada graciosamente a la izquierda sobre su labio superior. Sus pequeños pechos, como escondidos para disimular la estrechez de su cintura y la redondez de sus etéreos muslos, están cubiertos por los pliegos de su fino jersey verde aceituna por los que bajan, medio trenzados, sus largos y rubios cabellos. Ningún escote ni maquillaje sobre su epidermis que deforme su natural atractivo. Solo unos sencillos pantalones color gris cubren, como una segunda piel, su vientre plano y sus largas piernas. Rodeada por sus amigas apoya sus elásticos pies desnudos sobre el césped del parque. Con algo de timidez y mirando sus almendrados ojos me voy acercando cuando me parece percibir su mirada y la corta imagen de una leve sonrisa. Pero es tan ligera y etérea que más parece un sueño que una realidad. Mientras la contemplo sentado sobre el escalón natural de una roca nos hemos cruzado las miradas varias veces y cuando llega la otra chica me vuelven a mirar intrigadas. Cada vez con mayor frecuencia. Desgraciadamente el tiempo no nos respeta y empieza a llover. Salimos en desbandada corriendo para replegarnos bajo el portal de un boliche, cerca de unos almacenes. Me separo y al rato vuelvo con dos paraguas recién comprados. Alargo el brazo y pongo uno en la mano de la chica que ha logrado aumentar mis pulsasiones. Me lo quieren compensar con el regalo que más deseo y me invitan a una fiesta de cumpleaños. Estoy sorprendido y absorto, no me salen las palabras y para evitar quedarme definitivamente abstraido en la contemplación de su belleza, me despido alejándome feliz calle abajo, con la sensación en la nuca de ser el blanco de las miradas de mis nuevas amigas. Mi ropa está profundamente mojada, y calado hasta los huesos, pero feliz, vuelvo a casa.


Ya hace dias que tengo la ropa de fiesta separada en un compartimento de mi ropero, para lucirla en la fiesta de mi amiga. Pero a los pocos días, todo cambia de repente. Durante la comida, mi padre se queda un instante mirándome fijamente con los codos sobre la mesa y el rostro entre las manos, y mientras me llena el vaso de "Bidú", una bebida de cola, me pregunta:-- "¿No te gustaría terminar tus estudios en Barcelona? Creo que cualquier joven diría que si, y esta es mi respuesta. A las pocas semanas, me encuentro en la cubierta del trasatlántico español "Cabo San Vicente" mirando, con profunda tristeza, como familia y amigos me dicen adiós agitando pañuelos blancos en el muelle del puerto. Mis amigos con Fena y Nelson al frente, despliegan una especie de sábana o pancarta ilegible. Lentamente, sus figuras se hacen más imperceptibles ,hasta que se pierden de vista.

Adiós querido Uruguay, no se si nunca llegaré a ser tan feliz como lo he sido aquí. Adiós tierra de la generosidad y de la esperanza. Siempre recordaré la romántica tristeza de tus canciones, la fuerza y garra de tus gentes, su cordialidad con el extranjero, sin envidias, y el sano orgullo de ser un pais que ha merecido que lo consideraran Suiza de América, pero sin perder ni la chispa latina ni la viveza criolla. Adiós tierra bendita, "Con libertad no ofendo ni temo, dice tu escudo.

Recordo la poesia de Merce Rodoreda que en aquest gran pais va guanyar la "Flor Natural" en els "Jocs florals de la llengua catalana a l´exili" que com a part de la comissio organitzadora, va organitzar Josep Rovira Nicolau , el nostre estimat "tiet Pep" y que a tres quarts de sis de la tarda del 11 de setembre del 1949 es varen celebrar a l´Estudi Auditori del Sodre de Montevideo. Deia:

ALBES I NITS. Lema: Già s´imbiancava... Autora: MERCÈ RODOREDA

En quin ombrívol paradís m´esperes

d´aigües planyents i d´arbres sense vent,

engelabrit del teu desistiment

espectre de les meves primaveres?

En mig de tantes coses passatgeres

tu sol passaves inefablement!

Sols vaig comprendre el teu llenguatge ardent

quan ja amb les dures albes no vingueres.

Ara estic sola en la presó de l´aire,

Amb una mà indecisa de captaire,

oh nit, ja fregues mon indúctil fang,

fins que, convulsa, arrencaràs tot d´una,

entre tu i jo feréstega vedruna,

l´eura vermella de la meva sang.

ll

Sang sense esclat, afany secret de l´arbre,

fronda que el vent de la tardor consum,

sobre el meu pit, oh somni pres en marbre,

un déu reneix embriagat de llum-

Cimbals bateu, el meu orgull em deixa!

Quina pluja d´amor nodreix l´arrel?

Vençuda i tot, vull ésser jo mateixa,

abella furiosa de sa mel.

Tant se val, tant se val que l´amagada

mà de l´aurora hagi escanyat en cada

bardisa un pobre rossinyol cansat,

incendiada nit, oh fugissera

que em deiixes panteixant per la sendera

de joia, en el meu rost emmetzinat.

lll

Negra ciutat de la melanconia

que estrenys encastellada en un tombant

els teus pollancs de fulla delirant

i el gemec adollat que te´ls destria!

Inesperada al cim dels teus pendissos

entre plomalls de boira que es desfan,

l´alba sempre aturada al teu voltant

sense crit, sense foc ni ocells feloços!

Quina oblidada música, quin plany

a penes dit, llença el secret tirany

fins als súbits carreus d´ombra aglevada?

Ciutat d´enlloc on tota cosa va!-

afany obscur del buit que vol salvar

l´ultim somni d´una aigua dispersada.

lV

Oh ressaca estel.lar del violeta,

esborronada minva de la nit

que ratlla amb la ferida del seu crit

el vol crucificat de l´oreneta!

El verd s´esmuny pels brins, el blau s´alzin,

murs de la llum i torres de l´esglai

amb iris que es despleguen en desmai

com si el cel fos el buc d´una petxina.

Entremesclat panteig, doble agonia,

l´espasa irrefutable que ens destria

ens ha tallat d´un branc de somni, sols!

presos en tosca plenitud sobtada,-

oh lenta, soledad, arremorada

pel tomb de l´or tranquil dels gira-sols!

Después de años, entendí la visión de mi padre, un uruguayo catalán que vivió la guerra civil española, y supo leer lo que estaba ocurriendo frente mis propias narices pero que yo, como un nuevo Fabrizio del Dongo, no veía. Los sucesos en la universidad, las ocupaciones, los cañeros con Raúl Sendic al frente, todo era el origen de un movimiento social de rebeldía del que nació la guerrilla de los Tupamaros, comandados por el propio Sendic, la dictadura militar, la represión, torturas y muertes. La tan envidiada riqueza uruguaya que posibilitaba un sistema de seguridad social tan adelantado a su tiempo, estaba basada en la exportación de lana y carne y en la importación de bienes de consumo con las divisas recibidas por la exportación. El dinero recaptado por hacienda era inteligentemente canalizado por el partido colorado fundado por el catalán Batlle, para que las clases populares disfrutaran de la riqueza general de la nación. Todo se vino al traste cuando los mercados tradicionales, por distintas causas, principalmente proteccionistas, dejaron de comprar, los ingresos bajaron pero los gastos del gobierno no podian ser reducidos drásticamente sin destruir el estado del bienestar y las consecuentes ayudas sociales a los mas desfavorecidos. Todo se derrumbó cuando al Uruguay y Argentina los mercados decidieron elevarles los intereses a pagar por su deuda externa a casi el doble. La banca internacional estableció una serie de recortes drásticos que provocaron el malestar y las revueltas continuas de la población más perjudicada por las medidas. Mas tarde se llegó a la aparición de grupos guerrilleros , los Tupamaros, y al establecimiento de una sanguinaria dictadura. La clasica acción-reacción que se produce cuando ambas partes interesadas no son capaces de dialogar ni de levantar puentes de entendimiento para el bien común. Tambien he de reconocer que conozco a pocas personas capaces de hechar mano de su empatía y de tratar de comprender la realidad del prójimo. La mayoria actua con incomprensión y agresividad. Una pena...

Los gobiernos de los países ribereños al Río de la Plata, después de varias décadas de gran prosperidad, no fueron capaces de explicar al pueblo lo que en realidad estaba ocurriendo. Para no perder votos quisieron vender ilusión sin decir que los países que más nos compraban retornaban al proteccionismo. Que las exportaciones habían disminuido y que, como consecuencia, se había producido una gran disminución de los ingresos que obligaba al pais a endeudarse y a contar con menos recursos. En resumen. Que éramos mucho más pobres. Pero se pusieron una venda en los ojos y continuamos despilfarrando recursos hasta que los nos convertimos en paises de riesgo y nos duplicaron los intereses. Durante décadas tendremos que trabajar para pagar la deuda externa. Pero siempre existen y existirán demagogos que se creen salvadores de la patria. Los militares tambien lo intentaron y el resultado lo conoce todo el mundo. Muerte, tortura y miseria.

Mientras el barco se aleja de la costa, miro hacia la playa de Punta Gorda para ver mi casa por última vez. Tras la suave bruma del Rio de La Plata, unos intermitentes reflejos de luz señalan el lugar. Han descolgado el enorme espejo del comedor para hacerme señales con loa reflejos del sol, desde la terraza. Quiero superar mi tristeza observando la naturaleza salvaje cuando las aguas del Rio de la Plata se encuentran con el océano y junto con un grupo de pasajeros, me sitúo en la misma punta de la proa del barco. El espectáculo es impresionante, el viento levanta enormes olas que atacan el casco del barco con tal bravura que con un estruendo ensordecedor se despedazan en millones de gotitas que caen sobre mi cuerpo como la caricia de una suave llovizna, mientras docenas de plateados delfines juegan cruzando de un lado a otro, saliendo y entrando rítmicamente.

Una parte del pasaje son socios de las "Casas de Valencia" sudamericanas, por lo cual en la prensa que se reparte diariamente, llaman "Barco Fallero" a nuestro buque. El "Cabo San Vicente" es gemelo de otro gran trasatlántico de la compañía sevillana Ybarra, el "Cabo San Roque", sin nada que envidiar a los otros trasatlánticos italianos que, esplendorosos, cruzan las aguas del Atlántico. Tenemos piscina, cafetería, discoteca, cine y sobre todo, grandes terrazas con bancos y tumbonas para relajarse mirando al mar bajo los rayos del sol o bajo la sugerente luz de la luna. Tumbado en mi incómoda litera, trato de encontrar la manera de colocarme en posición que me permita dormir, pero no es fácil. Mirando el metálico techo del camarote siento la rítmica presión del balanceo sobre mis espaldas aplastándome y elevándome suavemente, mientras que, justo a mi lado, la puerta se va abriendo, lentamente, dejando paso a un extraño personaje carente totalmente de pelo. Nunca había visto una cara sin cejas, ni una cabeza tan reluciente. Debe rondar la edad de mi padre. Destaca su hoyuelo en el mentón. Su mirada destila tristeza y desamparo, como la de un enfermo en busca de ayuda. Es mi compañero de camarote. Por la noche sufre tremendas pesadillas. Se despierta jadeante, totalmente sudado, ahogándose de angustia. Una noche me despiertan sus gemidos y pide que le llame un medico. Pasa dos días en la enfermería, voy a visitarlo y cuando vuelve al camarote está muy agradecido por mi ayuda y confiesa que la causa de sus pesadillas es el trauma por lo que pasó durante la guerra mundial. Luego, con más confianza, dice:--Tengo un hotel en Costa Rica, allí dejé a mi secretaria. Vuelvo a Europa por primera vez, y estoy muy angustiado. Antes, quise visitar a mis amigos de Uruguay y Argentina. No sé como agradecerte lo que haces por mí.

Me intriga saber si es un nazi o un judío, pero no me atrevo a preguntar. Recuerdo a refugiados de guerra que había conocido, y la crueldad de quienes, desconociendo toda la realidad de su pasado, se ensañaban en ellos. Preferiría que fuera un judío, porque ellos fueron las principales víctimas, pero los alemanes aunque responsables de la brutal tragedia, también fueron victimas de la demagogia patriotera de sus líderes.--

Quien esté libre de toda culpa que tire la primera piedra... Dijo Jesucristo...

Después de atracar en los puertos de Santos, Rio de Janeiro, y Santa Cruz de Tenerife, el buque pasará por Valencia para desembarcar a los "falleros". Hoy es miercoles, 8 de marzo de 1961. Antes de entrar al puerto estamos varias horas parados frente a la ciudad. No sospechamos cual es la razón. Cuando, lentamente, el "Cabo San Vicente" avanza suavemente hacia el puerto del "Grao" vislumbramos que miles de personas cubren todo el rompeolas. Nos saludan con sus pañuelos, pero, súbitamente, vemos que todo el puerto, como si fuera un gigantesco estadio de fútbol, está a rebosar, y hasta las grúas están llenas de gente, y de repente, por megafonía del barco, empieza a sonar la canción -- "Valencia, es la tierra de las flores de la luz y del amor..." y casi al unísono miles de cohetes provenientes de todos los rincones del puerto vuelan por el cielo mientras se escucha tronar los petardos de una gigantesca mascletá y nos vemos rodeados por centenares de embarcaciones repletas de gente que nos saluda con banderitas. En los tejados de la estación marítima, grupos foclóricos, con sus típicas vestimentas, bailan y otras docenas de grupos cubren los muelles, entre la multitud y el agua. Muchos lloran de emoción. No esperábamos esta sorpresa. Varios pasajeros, seguiremos viaje hasta Barcelona, y somos los primeros en bajar en el "muelle de Caro" para conocer la ciudad. La gente cree que somos valencianos que vuelven a su tierra despues de una vida en el exilio económico u político, y se nos abalanzan encima, nos abrazan y solo nos dejan para que, otros hagan lo mismo. Es inolvidable ver como miles de personas manifiestan sentimientos tan positivos como el cariño y el amor a unos desconocidos como nosotros.

Seguimos para Palma de Mallorca y Barcelona. El dia siguiente, mi compañero alemán desembarca en Palma y se despide algo desconcertado, diciendo. -- Gracias por tu ayuda, Enrique, acepta este regalo. Es mi traje más querido. Cuando lo vistas piensa en mi"--. Y me entrega un traje crema de hilo. Le sigo con la mirada mientras con torpe caminar, baja la escalera del buque. En el muelle, lo espera un numeroso grupo de personas, todos hombres y aparentando su misma edad. Forman un circulo a su alrededor, se saludan. No hay alegría en sus caras... Mi intriga aumenta, tengo el presentimiento de que se trata de un nazi importante, pero debemos seguir viaje hasta Barcelona. Muchos años después, concretamente hace solo una semanas he descubierto de quien se trataba. Probablemente, por su edad, ya habrá fallecido en la clandestinidad que le obligaba su condición de criminal de guerra nazi. Su nombre parece que era Eriber Heim y parece ser que ha fallecido en El Cairo, y que le llamaban "Doctor Muerte". Ahora ya no viene al caso...Forma parte de la negra historia que nos precedió, y que deberíamos conocer si para asi evitar que se repita. Aunque lametablemente nunca aprendemos la mayoria de hechos que hoy ocurren ya habian ocurrido en el pasado...

BARCELONA

El sabado 11 de marzo de 1961 se produce mi llegada a Barcelona. Mi sensación es decepcionante. Barce4lona, perdida y frustrada por la derrota, destila tristeza y oscuridad, con muy poca iluminación, intentando disimular una pobreza que está a la vista, pero, aún más desagradable es comprobar el profundo lavado de cerebro que el régimen ha sometido a la población... Viejas estancias sin coherencia rompen la oscuridad de la noche con la tenue luz de una triste bombilla de cuarenta vatios. Fantasmagóricos personajes vestidos con viejos y desgastados trajes tratan de convencerme sobre el gran desarrollo del país. Franco está modernizando España...

- La gente ya no calza alpargatas, dicen con orgullo.

Me llevan a admirar enormes bloques de viviendas que escalan colinas sin bosques, y gigantescas paredes con pequeñas ventanas cerca del Camp de la Bota, lugar donde, diariamente, el terror franquista fusilaba, hasta hace poco, a sus miles de victimas inocentes, pues los culpables de quemar iglesias o de otros paseos en los que se se asesinaban a presuntos fascistas, a religiosos y a troskistas, ya habían huido. La gente se amontona frente a los escaparates de algunas tiendas para ver la televisión. Un televisor "Iberia" del modelo T-1200 de 17" vale el sueldo de un año y medio de duro trabajo y de horas extraordinarias. Por la mañana, azules hileras de trabajadores vistiendo el mono de trabajo, con el bocadillo en la mano, caminan lentamente hasta la fábrica o el taller. Me recuerdan personajes de Metrópolis la gran pelicula de Fritz Lang. Lo sorprendente es oir como las mismas victimas del sistema están muy satisfechas por la inauguración de pantanos y la producción de millones de toneladas de cemento, mientras que, miembros de la familia propietaria de una de las principales cementeras proclaman, orgullosos, que no les hace falta invertir.-- Unos ingenieros americanos nos han propuesto modernizar los centros de producción, pero nuestras fábricas no necesitan inversiones. Siempre han sido muy retables... Mala señal cuando viejísimas instalaciones industriales son rentables. Es muy propio de paises subdesarrollados. Escucho la propaganda política basada en las toneladas de cemento producido, y en los litros de agua embalsados, y los comparo con las cifras de Uruguay, con trece veces menos población, pero con una presa, la de Rincón del Bonete, sobre el Rio Negro que, ella sola, supera las cifras dadas por la propaganda triunfalista de Franco, que a pesar de todo, reconoce que su principal fuente de ingresos son las remesas de los cuatro millones de emigrantes españoles obligados a esparcirse por el mundo. Algo no funciona...

La relación con las chicas y la juventud en general está marcada por unas normas y rituales de conducta influenciadas por el miedo a parecer una persona libertina. Sorprendentemente, el aire fresco me llega de los curas jóvenes que se rebelan ante la alta jerarquía eclesiástica. Quizás por su mala conciencia por el apoyo de la Iglesia al régimen y a la guerra civil, por vivirlo desde adentro, o por tener más posibilidades de viajar por Europa, muchos sacerdotes, muestran actitudes renovadoras y utilizan un lenguaje más moderno, arrinconando el tradicioal de vicaría. Ante tanta alineación, piensan, que todo se solucionará cambiando el régimen. Cosa arto difícil si no se consigue cambiar la mentalidad de las personas. Pero, por otro lado, hacen costosas campañas contra el materialismo, que , según dicen, sic -- El materialismo es la causa de nuestras desgracias. Se infiltra en nuestras costumbres porque no pensamos. Hay que reflexionar, y la mejor manera de reflexionar es practicar una tanda de ejrcicios espirituales. --sic--

Me encuentro con Rosendo, un antiguo amigo que me pide que realize una charlas en los locales de "Pax Cristi" sobre la realidad del catolicismo en Uruguay. Me entrega una serie de revistas de la "asociación" y veo que envian a sacerdotes y voluntarios a los barrios pobres de Latino America. Para ser objetivo debería conocer la situación del catolicismo en España, y descubro que existen varias tendencias, la obrerista, la dirigida por Juan XXIII, la tecnócrata, dirigida por Escrivà de Balaguer, y otras muchas. Reconozco que me sentí atraido por algunos de los textos religiosos leidos, pero prefiero el sentido común y el humanismo a los sentimientos voluntaristas como el de "Cami" del "Opus Dei".

1 .- Que la teva vida no sigui una vida estèril.--Sigues útil.--Deixa rastre. -- Illumina amb la lluminària de la teva fe i del teu amor.

Esborra amb la teva vida d´apostol el senyal llefiscós i brut que deixaren els impurs sembradors de l´odi.-- I encén tots els camins de la terra amb el foc de Crist que duus dins el cor.

5.- Acostuma´t a dir que no.














6.- Gira l´esquena a l´infame quan et xiuxiueja a cau d´orella: per què t´emboliques?














12- Supera´t devant els obstacles.-- La gràcia del Senyor no et mancará, travessaràs muntanyes!














Què hi fa si de moment has d´escapçar la teva activitat, quan desprès, com la molla que ha estat comprimida, arribaràs incomparablement més lluny que mai no havies somiat?














Aunque me atrae el mensaje de Jesucristo y a pesar de no soportar los aburridos ritos religiosos voy siguiendo mi camino con raices de inspiración cristiana hasta el dia en que descubro que a los más fanaticos, la doctrina les hace perder su humanidad y su tolerancia. Tengo la misma sensación cuando escucho a ´fanáticos de otras doctrinas politicas o religiosas. Los veo intolerantes y capaces de sacrificar a otras personas en aras de sus doctrinas. Actuar con humanidad es lo que vale. No la doctrina por la doctrina, la mayoría de ellas, total o parcialmente, equivocadas y temporales. Lo importante son las personas y sus mensajes. Todos tenemos algo positivo que aportar a los demás y por lo tanto no podremos avanzar solos sin la colaboración de los demás.














Josep Pla diu:














-- En aquest pais, l´unica cosa realment important és tenir amics, perquè la vida humana no està mai collocada ni sobre la justicia, ni sobre la legalitat, ni sobre els deures mutus que la convivencia exigiría. Aci tot està basat en els capricis de l´amistat i en les velleïtats de la simpatia, ¡...qui vulgui saber més que vagi a Salamanca.














Pero hay quien cree que es legítimo hacer el mal para defender el bien. Entonces me veo vencido por mi añoranza por Uruguay. Cada vez veo más lejos mi futuro en este país. Solo el encargo de mis padres para que les prepare su próxima venida a Barcelona frena mi vuelta Mi unico vinculo con Uruguay es escuchar las coplas españolas que canta por television el ahora famoso cantaor Pedrito Rico; lo conoci en Montevideo cuando vivia haciendo bolos para la colonia española de Montevideo y Buenos Aires.














Por falta de convalidaciones no puedo seguir estudiando, y con muy buena voluntad, mi tío me consigue un trabajo de cajero en una empresa concesionaria de automóviles, de la que es jefe de administración. Pero cada vez que, por el anochecer, salgo solo del trabajo, ando por la vereda casi sin rumbo, y sin ver claro cual será mi futuro. Iré a trabajar diariamente en una oficina de la que quizás no salga nunca. La monotonía, el aburrimiento, las mismas voces los mismos ruidos el mismo olor, que un día romperá el denso perfume de una mujer que seguiré una y otra vez hasta su portal sin atreverme a más. La imaginaré desnuda. Me plantaré y la invitaré a un café de la Ronda San Antonio, esperaré paciente, que por ser quién soy, se enamore de mi, y cuando diga que sí, me hincharé de orgullo. La esperaré cada atardecer, sin atrevernos a hablar del incierto futuro. Nuestro presente estará lleno de interés por las enormes orejas de nuestro vecino de mesa, por las noticias de la tele, hasta que un día, calado de humedad y cansado de esperarla bajo la lluvia, la dejaré. Desde el ruidoso autobús, envuelto por negras bocanadas de humo que llegan del tubo de escape, desfilan grisáceas casas con puertas y ventanas cerradas. ¿Quién me ha mandado venir aquí? Solo la posibilidad de estudiar me da esperanzas..


























El estudio y el trabajo me tranquiliza y me dignifica frente a mi mismo. Lo demás lo encuentro absurdo, superficial, y frívolo. Mi estética, más clara, rompe con el negro y el gris generalizado, y la gente está más pendiente de como me visto y de como me divierto que de como me encuentro en realidad. Están habituados a reprimirse y a reprimir. Tratan de imponerme su tenebrosa estética. No quiero comportarme igual de injusto con los demás, y trato de ser comprensivo, buen compañero y buen amigo, sin descalificar a nadie por su apariencia ni por su ideología. Las criticas sobre mi alegre estética aumentan mi rebeldía y conseguen que mi imagen no corresponda a como realmente soy. Se confunden ellos y me confundo yo. La respuesta a un acto estúpido acostumbra a ser doblemente estúpido...














He conseguido que en la Escuela Superior de Ingenieros Industriales, me acepten como oyente y encuentro un nuevo trabajo, por las noches, en un oscuro sótano de "Muebles La Fábrica", una macro tienda de muebles. La mayor parte del tiempo lo paso en una pequeña cabina acristalada sin ninguna ventana ni respiradero, con mis dos compañeros y el señor Belanche, nuestro jefe, un elegante pero apocado personaje luciendo un permanente bronceado del "Club Natació Barcelona".














Mi amigo Carlos, poco prudente, me había confesado su clandestina militancia en el PSUC y sus sospechas de que el gigante de mejillas encendidas, que nos acompañaba, fuera un policía camuflado. Acostumbraba a decir burradas, pero, en una ocasión, sabedor de mi nacionalidad uruguaya, el gigante, alzando la voz, me preguntó.














-- ¿Tú como te sientes? Español, catalán o uruguayo... Me di cuenta de que era una pregunta con trampa...














La respuesta lo enfureció.














¿Entiendes que mi cultura sea catalana y uruguaya? ¿Si? Pues si consideraras que sentirse catalán es sentirse español, tambien me sentiría español, además de uruguayo...














Incomprensiblemente se puso furioso. Se me acercó indignado, diciendo.














-- Te daría dos ostias, pero no aquí. Te espero sobre el puente de la Avenida Roma...














Mi respuesta lo apaciguó.














-- Perdona, pero no soy de esos que todo lo solucionan a ostias. Trabajando juntos tantas horas... ¿Porqué no podemos ser amigos?.














Estoy convencido que el catalanismo radical es el fruto de un anticatalanismo visceral y militante y de un sentimiento irracional de profundas raices familiares. Son más valiosos los conceptos abstractos que las mismas personas nos transmitimos mutuamente. Muchas veces es el fruto de una actitud frente a la vida. Hay muchos padres que parecen ignorar que la infancia es la época más feliz de la vida, tienen prisa en que se sus hijos se hagan adultos antes de hora, y los desarman de los mecanismos mentales que crean la felicidad, inculcándoles miedo a todo. Hay que ser competitivos ante la cruel lucha por la vida. Hay quienes están tan desconcertados que dudan entre educar a sus hijos como buenas o malas personas. Los pobres creen que si son mala gente triunfarán, ven enemigos por todas partes, y les hacen perder el poco empatismo que les quedaba. Es el primer paso de un camino hacia la formación de una personalidad psicópata.














Carlos, mi amigo comunista me cuenta que la verdadera propietaria de FIAT no es la familia Agnelli sino su socio minoritario, la Iglesia, a través de las acciones del Banco Ambrosiano, y que como pago de los favores de Franco habían creado la SEAT. Una fábrica de automóviles destinada a instalarse en Madrid, pero que los técnicos italianos desaconsejaron por su falta de tejido industrial y de especialistas. Decidieron crear la central en Madrid pero la fábrica en la zona franca de Barcelona. Franco también obligó a su amigo catalán Miguel Mateu, propietario de la fábrica de automóviles HISPANO SUIZA y primer alcalde de Barcelona, la vender su fábrica de automóviles al Instituto Nacional de Industria (INI) para crear la PEGASO, que posteriormente se convertirá en la italiana IVECO del grupo FIAT. La antigua compañia eléctrica catalána LA CANADIENSE del canadiense Pearson, fue en entregada al amigo y financiero de Franco Juan March para luego pasar al INI para luego crear FECSA ENDESA, hoy en manos del gobierno italiano a traves del grupo estatal ENEL. Todo ¿Para qué?. Dejo la respuesta al lector.














Por suerte, con la llegada de mis padres y hermano gano en libertad, compro una moderna moto, que me permite escapar. Con las piernas juntas, pegadas a la moto, los brazos alargados, y las manos prietas sobre la manilla del acelerador, corro hasta algún bosque y me tumbo bajo un árbol durante minutos, o descanso boca arriba sobre sus ramas, como cuando era niño. Si alguien me viese, pensaría que estoy loco. Correr con la moto me da sensaciones de libertad y el choque contra el aire es como volar. Compro un tocadiscos de bajo precio, lo dejo en el suelo del cuarto de baño, y provoco que toda la casa resuene con el eco de mi música... Pero los vecinos están artos de tanto ruido,














Franco, aconsejado por los tecnócratas del Opus Dei, bajó la cotización de la peseta y la estabilizó a 60 pesetas el dolar, consiguiendo asi que para un español le supusiera una fortuna el sueldo que ganaba trabajando en Alemania y para un alemán fuera un verdadero chollo pasar las vacaciones en España. No solo nos invadieron los turistas sino que se inició el proceso de venta de las industrias y negocios españoles a empresas extranjeras. Pequeñas empresas alemanas podian, al cambio de 60 ,comprar gigantescas industrias españolas a precio de ganga. No dieron tiempo a los industriales a dejar la chapuza por el diseño. Todo fue rapidisimo. Un solo decreto del gobierno dejó indefensa a la industria nacional. Si se hubiera seguido un metodo racional era una oportunidad para conseguir que nuestro pais ofreciera productos de calidad a precios supercompetitivos. Fué una lástima. Oportunidad perdida. Los gobiernos están obligados a trabajar de cara a cinco o diez años vista. Nunca pensando en la inmediatez.














Con mi primo Joan y sus amigos repetimos viajes de tranvia hasta la extensa playa de Badalona. La llegada masiva de turistas e inmigrantes provoca un gran cambio en la ciudad. Ir a las Ramblas es como estar en una ventana abierta al mundo. Ingleses, franceses y alemanes, vistiendo coloreados bermudas y con la piel enrojecida por el sol de la playa caminan boquiabiertos junto a inmigrantes cubiertos por viejos trajes de pana, con la camisa abierta, y con la piel ennegrecida por media vida de trabajo de sol a sol.














La gente empieza a sentir esperanzas de futuro y agudiza su inventiva. Un invento de un barcelonés me llama la atención. Se trata de unos cilindros giratorios de gran tamaño y de material blando, con un indicador reflectante en su cabeza, que como pilones para la seguridad en ruta serían colocados a ambos lados de la carretera. Si el conductor perdiera el control y topara con los cilindros, estos, al girar sobre su eje, le guiarían de nuevo por la ruta correcta.














Continua mi resistencia a vestir de oscuro, y todo lo que compro es de color. Se que voy contra corriente, pero no hago caso. Se trata de algo muy superficial. Puros prejuicios estéticos. Pero a pesar de todo, alguna chica se atreve a pedirme un paseo en moto.














Hace un calor sofocante. Ella viste un ligera y suave falda plisada de color blanco y un ajustado polo del mismo color. Sus senos se apoyan en mi espalda, su frente en mi nuca sus brazos en mi vientre, y sus piernas rodean mis muslos. Cada socavón provoca el correspondiente abrazo de la chica. Llegamos a un paraje junto a la montaña del Tibidabo desde donde la vista de la ciudad es de postal. Nos sentamos sobre unas rocas y ella apoya su cabeza en mi hombro, veo sus entreabiertos labios mojados muy cerca, la rodeo con mi brazo y nos damos un lento, largo y suave beso. Quedamos como dos estatuas petrificadas, con las mejillas juntas miramos el horizonte que tenemos a nuestros pies. Al rato, como flotando, volvemos a la moto y la llevo a su casa.














A los pocos días, cuando pregunto por ella, su madre me responde secamente -- La he mandado a Menorca con unos familiares. Esta última experiencia me devuelve recuerdos olvidados de aquella otra mujer que me gustaba, pero que tenía la forma de comportarse, típica de las chicas de la época, parecía que pretendía que me enamorara platónicamente de su caracter, de sus habilidades, de su familia, pero no de ella. En cambio esta me recordaba a las chicas del Uruguay, más espontáneas, menos miedosas, pendientes del que dirán. Con ella, por unos instantes, he llegado a ser feliz. Sentir su mejilla junto a la mía mientras la suave brisa del monte nos acariciaba, y nuestras mentes estaban en blanco, lejos de las mundanas preocupaciones.














Un divendres per la nit, els nostres cosíns, amb la cara lívida per l´emoció, truquen a la porta. En un accident de trànsit, en un perillòs revolt de Bellpuig, xocant frontalment contra un camió, el nostre pare ha mort. Correm hasta el tanatori de Lleida. L´hi han robat la cartera i el rellotge. Devant el seu cos acartronat l´hi prometo no abandonar la mare. El seu món l´hi cau a terra, i sense un duro i amb una hipoteca de vint anys tindrá que lluitar encare mes. Quina pena. Tinc que relativitzar i superar les desgracies que formen part de la vida, i vençer a les circumpstancies.














Me convierto en el sustituto de mi padre. Para un veinteañero como yo, es muy dificil encontrar un trabajo cuya paga permita, como único sueldo, mantener una familia, hacer de padre, de marido y además pagar la hipoteca. La responsabilidad me agobia, pero tengo conocimientos de diseño industrial, y la suerte de encontrar uno muy bien pagado en una fábrica textil, pero no llega ni a cubrir los gastos. Mamá deberá cotizar durante quince años para tener derecho a cobrar alguna pensión. Mi hermano y yo dejamos libres nuestras dos habitaciones para alquilarlas a huespedes mientras nosotros, sin dormitorio, utilizamos plegatines, dos camas plegables que colocamos en la sala de estar.














Ojalá no hubieramos venido jamás de Uruguay... pienso con frecuencia, pero la energía me desborda y utilizo la moto para ir a todas partes, de compra, al trabajo, a tomar un café, o a salir con chicas, para ir a la playa, a la montaña, o para distraer a mi madre montándola en el asiento trasero. Mis lecturas preferidas son Jean Paul Sartre, Bertrand Rusell, Freud, Jung, Montaigne. mi música la de Chopin, y mis voces las de Carlos Gardel, Lee Marvin, y Elvis.














Con mi hermano decidimos pasar las vacaciones en Lloret de Mar y hacemos amistad con dos ingenuas inglesitas. Las llevamos a "Las Cuevas", entiguo refugio de guerra reconvertido en discoteca. Mi pareja, de voz estridente, tiene los labios torcidos, dientes salientes, nariz aguileña, ojos desproporcionados, pero es joven, y la juventud lo disimula todo. La música que suena es de discos traidos, directamente, del extranjero. Se oye cantar Twist and Shout. De repente, nuestras amigas empiezan a saltar de alegría . ¡The Beatles! ¡The Beatles! gritan entusiasmadas mientras mi hermano y yo nos miramos sorprendidos. ¿Que les estará pasando? Luego nos cuentan quienes son los nuevos ídolos de esas histéricas niñatas. Son las primeras "Yeyes" nombre originado por la frase de otra canción . She loves you... Yhea, Yhea, Yhea... Luego vendrán otras, pero descubro que prefiero otras canciones de los mismos Beatles, como la titulada "I feel fine", que realmente, me hace sentir bien, a pesar de todo...














EL GRAN CAMBIO














Por fin llega mi racha de buena suerte. La empresa, diseña y fabrica su propia maquinaria. Mientras estoy dibujando los planos de un aparato hidráulico recuperador de pasadas, me llaman de gerencia. Muy nervioso, voy caminando entre ruidosos telares semi cubiertos por una blanca pátina de borra. Mientras me dirijo al despacho de dirección, voy pensando que, quizás , se hayan hartado de pedir una documentación especial, cada año, por emplear a un extranjero, pero al entrar en la sala de dirección, veo, de pie, a mi jefe con los brazos cruzados, al propietario de la fábrica apoyándose sobre su espectacular bastón con puño de plata, y al gerente, mirándome con expresión burlona. Me tranquilizo, cuando escucho sus explicaciones. El gerente, con rostro afable, mientras me muestra una silla para sentarme, me dice; -- Siéntate por favor. Tenemos la visita de un sudamericano como tú, de Venezuela, que quiere montar una fábrica allí, con nuestras máquinas y nuestra tecnología. Lo vemos algo turbio, y hemos pensado presentarte como nuestro jefe de exportación, para que, así, nos lo puedas contar todo, y dispongamos de tiempo suficiente para tomar una decisión...














Al rato estoy llamando al hotel Avenida Palace, disculpando la presencia de la plana mayor y anunciando que lo recogería para comer. Me encuentro con un personaje muy serio, de media edad, robusto, de tez morena, bien vestido, de apariencia extremadamente pulcra, con el pelo muy cuidado y con las uñas acicaladas por la manicura. Lo llevo a un restaurante frente a la playa, en la Barceloneta, Lugar único, mundialmente famoso por su tipismo, vamos trampeando vendedores que situados frente a cada local nos invitan a pasar cantando los menús, pero callan cuando les digo que ya tenemos mesa reservada. Después de pedir una parrilla de pescado y un buen vino, y cuando lo veo algo entonado, le miro a los ojos, de frente, diciendo;














-- Le agradecería que me hiciera conocer cuales son los planes que lo han traido hasta aquí... Como si estuviera esperando esta pregunta, se acaricia los labios con la servilleta, y dejándola con la mano izquierda sobre la mesa, retira sus hombros hacia atrás, y cuando encuentra una postura cómoda, coloca sus dos manos sobre el mantel y sin perder su seriedad dice;














-- Pues he venido, expresamente, por una oportunidad única, que os permitirá cambiar todas vuestras viejas máquinas por otras modernas, con ganancias increibles, además de generar un capital en Suiza, fuera de control de hacienda, tener un 40% de las acciones de una nueva fábrica en Venezuela, que será la única en producir un artículo, hasta hoy, totalmente importado, y que el gobierno venezolano, para protegerla de la competencia exterior, cerrará las importaciones de esta partida arancelaria. Cualquiera que quiera importar algún producto de la misma partida tendrá que pedirnos un certificado especial de licencia previa. Pero todavía no he contado lo mejor. El propio gobierno venezolano, a través de la entidad llamada "Corpoindustria", nos dará un cheque, por el importe total de la operación... ¡Imagínate las múltiples posibilidades de negocio que ello permite! ¡Haz volar tu imaginación!














Después de sus palabras, se queda unos segundos en silencio, mirándome, como tratando de descubrir mi reacción, su rostro dibuja una amplia sonrisa, como si esperara recibir los halagos de un agradecimiento.














---¿Que tal...?














En el local resuena la guitarra que acompaña la desafinada voz de un delgadísimo personaje, alfeñique con cara de aguilucho, que a pesar de su horrible entonación, atrae las miradas de los comensales que se prendan de su franca sonrisa y de la optimista energía de sus canciones, y aprovecho para tomarme un respiro. Luego, respondo con precaución;














-- Bueno... Probablemente no sea tan fácil como lo plantea...














-- Naturalmente. Tendremos que redactar algunos informes y estudios...














-- Pero Vd. da como hecho que este proyecto será aprobado...














Entonces, por segunda vez, descubro en su expresión, el atisbo de una leve sonrisa.














-- Naturalmente que lo tengo todo atado. Mi contacto recibirá un diez por ciento del valor del cheque. Lo demás está todo hecho...














-- Y nosotros, digo, ¿Que pintamos en todo este asunto?














-- Mis planes son de que sean mis socios. primero el proyecto, luego la valoración de las máquinas, como nuevas, doblando el precio real. Cobrareis la mitad como pago de vuestra aportación y la otra mitad la ingresaremos en Suiza.













Cuando vuelvo a la oficina, se quedan de piedra. No queren saber nada con este seudo mafioso, el dinero no les hace falta. Meterse en este maloliente asunto ¿Para qué?













--Dile a esta persona, que no queremos participar ni saber nada de los entresijos de su negocio. Lo máximo que podemos hacer, es venderle maquinaria a su justo precio, y darle un poco de apoyo técnio, también a su justo precio, sin comisiones, ni cuentas, ni nada fuera de lo normal, no queremos acabar en prisión...













Pienso en los personajes que, como este, hacen fortunas corrompiendo funcionarios y políticos. Mientras no se erradique la corrupción dificilmente mejoraremos. Estos individuos consiguen romper los sueños de muchas personas, conviertiendo sus vidas en un fangal.













Cuando se inaugura la planta en Venezuela, la prensa franquista, como es habitual, trata de manipular la noticia para utilizarla como propaganda del régimen. sic. -- Empresa española ha exportado moderna tecnología textil construyendo un complejo industrial en Venezuela -- sic.













Llaman de todas partes, de la Cámara de Comercio, de la prensa, de revistas de economía, de otras empresas, y para salirse del tema, responden que el artifice de todo ello soy yo, su jefe de exportación... De repente, sin haber hecho nada meritorio, me convierto en alguien experto en comercio internacional, conocido en el mundillo industrial del pais, y por las empresas cazatalentos. Entonces, recuerdo las palabras de mi profesor de Montevideo, cuando afirmaba que nuestra vida estaba dirigida por el azar...













En la juventud, el contacto con turistas y gentes de otros paises, había provocado un progresivo cambio de mentalidad. Los hijos de papá, se iban transformando en la nueva izquierda divina, los obreros de la "Juventud obrera católica" JOC se iban convirtiendo en socialistas, los sindicalistas en comunistas, los antiguos boy Scouts que aquí llaman Escoltes, en nacionalistas, y los que antes me preguntaban con despecho --¿Porqué siendo español vas con documentación uruguaya? , ahora me comentan -- Que bien que lo has hecho. A mi también me gustaría ser de cualquier otro pais para no sentir la verguenza de ser español... Entre la juventud, circula una nueva edición del libro "La Madre" de Máximo Gorki. En el buzón, con frecuencia, encuentro propaganda anti franquista.













Las turistas jóvenes, pasan de niñatas a hippys. La mayoría son de clase media alta, visten con flores y ropa hindú, piden la paz para el Vietnam, proclaman hacer el amor y no la guerra, escuchan mucha música como si fuera un rito religioso, tratan de juntarse en comunas, leen "El señor de los anillos", y libros indúes. Son los sucesores de los beatniks, pero, pocos saben quién es Marcuse, su ideólogo y fundador, y no pueden liberarse del cheque semanal de sus papás y ni de su mentalidad burguesa.Tienen la vida solucionada. Los beatles les cantan The Hare Krishna Mantra de George Harrison, pero las canciones que más les gustan, son las del grupo "Crosby, Stillls, Nash and Young" como "Carry on, Four+Twenty, Teach your Children y Woodstock. Bob Dylan, también es de sus preferidos, aunque lo encasillan y su versión de "Mr. Tamboutin Man" es superada por el grupo The Birds. Fumar marihuana les divierte. Para una minoría universitaria, no se trata de una moda, sino de una ideología que intenta mejorar el mundo, eliminar las guerras y la alienación de un capitalismo agresivo que lleva a una competividad cruel, a la especulación y a un consumo desbocado. Pero, desgraciadamente, no cuentan con la superficialidad y frivolidad del ser humano, que cae, rápidamente en la esclavitud mediática. Al final, todo se termina, de la forma más penosa, en una moda juvenil, ya pasada, y en unos pocos supervivientes, esclavos del consumo de todo tipo de drogas. Las tropas americanas en Vietnam, habían suministrado marihuaha a sus soldados para bajar sus niveles de conciencia por las barbaridades que cometían. Luego, los desertores y los ex combatientes que se sumaron a los movimientos pacifistas, llevaron todo tipo de drogas consigo.













Algunos amigos dejan sus empleos y se retiran a zonas rurales o a islas. Victor, agobiado por su trabajo de cronometrador en una fábrica de crema de calzado, consigue una renta fija a cambio de entregar a un merchante su producción de cuadros enrejados, y se retira a pintar a Menorca, al pie del Monte Toro. Carlos, consigue que el alcalde de una aldea, cada vez más despoblada por la emigración, le ceda casas y terrenos para que realize sus ideas. Otros siguen similares caminos. Me pregunto si la vida en estos remotos lugares es mejor que en la ciudad, y descubro que no. Que al contrario, es más dura. Pero a su favor, tiene algo realmente importante. Pueden reducir sus necesidades superfluas con mayor facilidad, y vivir felizmente en el entorno que siempre han soñado, y al reducir sus necesidades pueden subsistir con menos dinero, y liberarse de su tiranía, dosificar su tiempo y su trabajo, eliminando el estrés y la locura urbanita, para dedicarse a compartirlo o a la contemplación. Pero, en realidad, esta forma de vida y este ritmo de trabajo, también puede realizarse en una ciudad, aunque el ambiente general no ayude. Basta con reducir el presupuesto de gastos, las necesidades, vivir haciendo el trabajo que guste y le haga feliz a uno, sin envidiar el confort ni el dinero ajeno.













Mi oficina es muy céntrica, pero solo con tres personas, un veterano escribiente hace de contable, secretaria y lo que haga falta. Pero un día, al llegar, me quieren presentar a la nueva secretaria. Me llevan hasta la sala que da al balcón, la más alegre y ventilada. Allí, sentada tras una pequeña mesa, está sonriente una bellísima joven. Siento la mirada de sus enormes ojos negros como si fuera una caricia, su sonrisa enmarcada por unos gruesos y sensuales labios despierta mi libido, y su pequeña y respingona nariz le da el exotismo necesario para que no me abrase aquel volcán de mujer. Por las noches, no puedo conciliar el sueño, su recuerdo me excita, aparece, en mis sueños tan real, que incluso siento como mis dedos la tocan.













Una de mis creencias es que deben evitarse las relaciones extra profesionales con compañeros de trabajo. Si salen mal, las consecuencias acostumbran a ser funestas. Pero es demasiado fuerte. No lo puedo aguantar más. Me propongo hacerle saber lo que siento, ¿perto como? En el trabajo no es conveniente. Por fin, un día, tengo la oportunidad.













-- Voy a comprarme un coche y vendo mi moto. ¿Te interesaría una moto?













--No tengo carné. Me responde













-- De momento, para prepararte el examen, te convendría tenerla. Podrías bajar conmigo, al salir del trabajo, para verla...
























Le digo.













Después de una pequeña duda, asiente con una ligera inclinación lateral de su cabeza. Los minutos se me hacen horas. Por fin llega el momento. Bajamos juntos por el ascensor, y al llegar a la calle, aprovecho para hablarle.













-- Me encantaría que tú fueras la futura propietaria de mi moto... No sé si habrás notado que me gustas...













Miro su cara para ver su reacción a mis palabras, pero parece indiferente, como si no las hubiera oído.













-- Es esta tu moto, ¿no? Es demasiado grande para mí. Lo máximo que compraría sería un ciclomotor. Bueno Enrique, me voy en el metro. Por cierto, quiero que sepas que no eres mi tipo. Lo siento.Y se va como una exhalación.













Ignoro mucho sobre la mujer, sus sueños, sus sentimientos, sus deseos y frustraciones, pero mis experiencias con ellas han seguido una pauta que podría resumirse así. Todas las veces, que he usado mi iniciativa para relacionarme con una mujer que me gustaba he fracasado. Y solo he triunfado cuando la iniciativa ha partido de ellas. Vay pírrico triunfo el mío. Son ellas las que triunfan. Voy aprendiendo a no ser tan protagonista, a observar más sus reacciones y actuar en consecuencia, tomando solo la iniciativa después de captar sus inconscientes señales instintivas de aceptación, y nunca luchar contra corriente tratando de imponerme, al contrario, averiguar como complacerla o alegrarla de algún modo. Asunto arto difícil, puesto que la mujer finge sin esfuerzo, y es maestra en confundir al hombre. Había intentado comprenderlas, parecía que a algunas mujeres les gustaba cierto físico del hombre... bien... Joven y fuerte para algunas o maduro para otras...bien.... pero no entendía como algunas mujeres se sentían atraidas por hombres normalmente agresivos y algo brutos, "Good girls love bad boys" llevaba escrito en la camiseta una bella muchacha. Una de tantas contradicciones humanas, Pero, ¿como llegar a su corazón? Decido conocerlas a fondo cuando la oportunidad se presente.













Sucede en una calurosa noche de verano. En nuestro dormitorio, la sala de estar durante el dia, dormimos mi hermano y yo en dos plegatines. Las habitaciones con cama están ocupadas por huespedes. Es un horno, y acostarse significa hacerlo desnudo, con las ventanas abiertas, y bañados en sudor. Mi hermano quiere las ventanas cerradas, y decido salir a tomar una cerveza fresca en la terraza del bar de mi amigo Pep. Al llegar, encuentro a Piñeiro, otro vecino y una atractiva jovencita. Ella es bajita y muy delgada, su negra cabellera, algo despeinada, realza su morena faz, donde destacan unos luminosos ojos negros.













-- ¡Enric! ¿Donde vas a esta horas? Me grita Piñeiro, sorprendido.













Me acerco, y con aire cansino, me dice -- Siéntate, te presentoa Nuri, una vecina del barrio... Venga... pide algo que esta vez invito yo... Mientras coloca su brazo izquierdo sobre la espalda de la chica, Piñeiro, que es cameraman de cine, dice --Ella no sabía que el Pep, a veces, cierra muy tarde. Yo me tengo que ir. Estamos filmando una pelicula horible, "Aborto Criminal" y ya te puedes imaginar que desde donde filmo acabo salpicado de sangre...













-- Merecerías filmar los inmensos ojos de Sofía Loren... Respondo sonriendo. La chica, en silencio, me habla con la mirada. Piñeiro paga las consumiciones.













--Está pagado...













Y se aleja calle abajo.













Estamos solos, y tengo que contener mi verborrea. Solo le pregunto de donde es. Trato de no hacerme pesado y le doy tema para que hable.













Mi familia es de un pueblo cercano al Ebro... Es un lugar muy tranquilo, pero para la gente de ciudad puede ser algo aburrido.













Después de ua larga e intrascendente conversación, y mientras Pep va construyendo castillos de sillas sobre las mesas, me sorprende diciendo; -- Si me acompañas a casa te enseñaré fotos. Le sigo la corriente, y compruebo mi teoría de que son ellas las que ligan. Pero solo desea sexo. Parece complacida. Pasa el tiempo, y la aventura se convierte en rutina, su pasividad destila aburrimiento, y lo que fué aventura y pasajera atracción, se convierte en un deber, solo sexual...













-- Tú no me quieres.













Atónito, no se que responder... -- ¿Porqué dices esto?













-- Es que ya no pareces el mismo, es como si estuvieras conmigo por obligación...













Estoy desconcertado, nunca le dije que la quería y nunca tuve que luchar para llegar a su corazón. Se me dio como un regalo caído del cielo, con rapidez sin tiempo para desearla.













--Tienes razón... digo sin pensar. Al instante, me arrepiento, pero ya es demasiado tarde. La he perdido. La decepción la había aturdido. En mi mente bullen sentimientos de duda y frustración. Pero, ¿que significa querer?. ¿El deseo, es amor? ¿El romanticismo, es amor? ¿La esperanza, es amor? ¿O la ternura?... No lo se. Creo que no estoy enamorado. El deseo, tal como dice la palabra, es desear algo que no tines, pero cuando lo tienes, desaparece el deseo, peo en este caso a ella la tuve antes de desearla. Ni siquiera puedo sustituir el deseo por su sublimación a través de la ternura, la esperanza y el romanticismo. Tengo que bajar al sexo del pedestal done lo he colocado y darle la importancia que realmente tiene dentro de mi vida. No puedo ser esclavo del insaciable instinto sexual. No quiero caer en las garras de los vividores del miedo a no ser atractivo para el otro sexo, de los sexólogos, de clínicas de estética, de gimnasis, de psicólogos, y de todos aquellos que viven a expensas de la desorientación y desequilibrio emocional de aquellos que ignoran que el resultado de la búsqueda del placer y la felicidad es la insatisfacción, con los correspondientes deseos de evasión generadores de ansiedad y larvada agresividad, con irresistibles deseos de compra compulsiva de todo tipo de objetos para tranquilizar nuestra maltrecha autoestima, convirtiendo este problema mental en el motor de una economía agresiva y consumista. Por otra parte veo que hay quien idealiza el amor romántico durante toda su vida. Hay algunos hombres que pasan su existencia buscado, aquí y allá, su mujer ideal sin encontrarla y sin lograr una plena satisfacción emocional, y muchas mujeres que dedican su vida buscando, con la "linterna de Diógenes", al "hombre perfecto" o al que consideran perfecto. Pero, quizás, el verdadero amor ocurre cuando tus fantasías internas puedan aplicarse a una persona real, encontrando, fuera de tí, lo mejor de tu interior. No consigo armonizar la idea del deseo transitorio con el concepto de amor eterno. No obstante no hay que restar importancia a la labor de nuestra genética en el proceso amoroso. las hormonas producidas por nuestras glándulas de secreción interna actuando sobre los órganos sexuales habrán definido nuestro sexo y otras particularidades de nuestra forma de actuar primaria y de unos instintos que, muchas veces, confundimos con sentimientos. Sin dejarnos llevar a una consideración inexacta entre lo que es meramente instintivo y aquello en que interviene la razón, creo que durante algunos meses, reducimos la producción de hormonas hipofisarias en grandes cantidades, como acostumbra a ocurrir con otros animales después de la época de celo, y por deformación cultural, durante el resto del año, lo compensamos mentalmente con fantasías sexuales, pero sin el apoyo del instinto. Entiendo que la mente humana consiga que la libido funcione continuamente, fuera de la época de celo, pero sigo sin entender el amor eterno. Pero sí que comprendo la ternura y el cariño eternos. Pero que difícil es.













A lo mejor soy un ingenuo que cree en la ausencia de miedos y prejuicios, cuando en realidad, la mente rebosa de ellos, y para compensarlos, en vez de despreocuparnos de quién de nosotros tiene más poder, perdemos la vida en discusiones y luchas estériles en búsqueda del poder. Siempre seremos débiles respecto a alguien. La felicidad no es mandar. La felicidad es compartir con libertad en un entorno de alegría. Basamos todo en el poder y el sexo. Dos fuerzas que mal encaminadas son fuente inagotable de infelicidad. Mal asunto querer a tu pareja para mandarla o para que te mande. Lo agradable es compartir.













Desgraciadamente, tanto los hombres como las mujeres, vivimos engañados con la ilusión de que no solamente atraemos al sexo contrario, como es lógico, sino que, además, ceemos que este atractivo es tan fuerte que podemos utilizarlo como arma para el dominio del otro sexo. Pura ilusión. Nos engañamos mutuamente. Ni las fantasías sexuales masculinas producen tanta atracción hacia las mujeres, ni el placer que ellas sienten con su contacto con el hombre es tan grande como nos hacen creer. Comprendo que las hembras crean dominar al macho si durante millones de años han visto como ellos se peleaban para unirse a ella. También comprendo las ridículas demostraciones de fuerza que acostumbran a hacer ellos, frente a ellas, y de la frustración de los que, por su edad, no han sabido aprovechar sus oportunidades. Todo se explica con la genética.













Cada año mamá viaja a un pais distinto, y hoy embarca para marruecos, en una reluciente nave que se aleja lentamente, mientras levanto la mano en señal de saludo. Apretujado entre la multitud, noto la presencia, junto a mí de un cuerpo femenino que también alza la mano despidiendo al mismo grupo. Es una joven chica, de piel clara con largos cabellos rubios y grandes ojos azul claro. Los dos nos damos cuenta de que estamos despidiendo a las mismas personas, y decidimos salir juntos de la terminal. Me acompaña en su coche y al invitarla a un refresco en el Bar Oller me da una excusa.













-- Otro día ...













Aquella chica me ha dejado intrigado. Su aspecto juvenil, sin maquillaje, su sonrisa, su silencio, me siento atraido por un misterio que quizás se disuelva cuando la conozca mejor. Nuestros encuentros son numerosos, pero no quiero estropear nuestra relación forzando situaciónes.













Con frecuencia salimos de excursión, solos o con amigos. Nunca fui de aquellos que con la frivolidad del snob idealizan la vida campestre sin tener en cuenta la dureza de la vida rural. Admiro y respeto a aquellos que dedican sus esfuerzos a dar vida al campo y al cuidado de nuestros bosques, mientras otros proyectan urbanizar todo el pais como si de una inmensa ciudad se tratara. Estamos en el reino del asfalto y el cemento que con sus fieles servidores, la polución y el ruido tratan de aliarse con el gran capital especulativo a costa del campo y la vida rural para transformar nuestros campos y masias en una inmensa zona ajardinada cortada en todas direcciones por vias de comunicación y salpicada de urbanizaciones, posadas, restaurantes y campos de golf al servicio del "homo urbanita" vulgarmente llamado "pixapins".













Resignado, me distraigo escuchando la música de John Lenon, Chicago, Don Mc. Lean, Bob Seger, Leonard Cohen, The Shadows...













DOS AÑOS EN MADRID













Mi joven ex profesor de export y marketing tiene un bufete de abogados, y allí vestido elegantemente, con camisa y corbata color crema claro, me presenta al Sr. Nacou, un hombre de baja estatura, pequeñas manos grasientas, y mirada vivaz. Su mano, cubierta por una fina capa de sudor, se encaja con la mía, mientras siento como resbalan y se deslizan hasta separarse. La mía ahora está mojada, y con disimulo, la refriego con la parte trasera del pantalón hasta sentirla seca. Mientras estoy tratando de disimular, me dice.













-- He contado al señor Nacou, que tienes la suficiente teoría y práctica para llevar a cabo los proyectos de comercio internacional que te encomienden. El Sr. Nacou se dedica a organizar operaciones comerciales clearing o de compensación, entre España y los paises tras el talón de acero, y está buscando a alguien para trabajar con él en Madrid.













No tardo en aceptar la propuesta. Cuando llego a Madrid compruebo que a pesar de tener cedida una oficina en Alberto Aguilera 13, de Montalbán S.A., importadores de los automóviles checos Skoda, nuestro trabajo consiste, principalmente, en tomar copas, en whiskerias y coctelerías con grandes bebedores, los agregados comerciales de los paises del Este. El objetivo es organizar nuevas operaciones que compensen el saldo de la balanza de pagos. No existen divisas convertibles para el pago y se compensan con mercancías de igual valor. Todo es muy lento, tengo mucho tiempo libre, y decido ocuparlo abriendo I.F.E. , Instituto de Formación Empresarial, una escuela especializada en marketing y comercio exterior, en pleno centro de Madrid, en Gran Vía Jose Antonio, 32, 6º en lo que habían sido dependencias de una emisora de radio de la SER. Por esta razón tanto yo en Madrid como mi madre en Barcelona recibimos repetidas visitas de inspección, de la policía secreta, pero sin consecuencias negativas para nadie. Hay que contratar varios profesores y una secretaria.













Madrid, como Barcelona, es una ciudad gris, sucia y ruidosa. Me sorprende, la importancia que dan a las apariencias, su afectación en el habla, y la importancia de utilizar el tratamiento de Don en vez de Señor. Aprendo a tomar verdadera conciencia de que la palabra que aqui me define como persona es la de ser catalán. A menudo tengo que soportar lo de -- No pareces catalán. Eres muy simpático...Otras veces, sin venir a cuento, como si de un merito se tratara dicen-- A mi los catalanes me caen muy bien... Con frecuencia me preguntan quienes son más separatistas, los vascos o los catalanes, y normalmente alguien contesta por mi, algo así como: -- Los catalanes, ¿No ves que ya quedan pocos vascos que no hablen español?...Luego sigue la discusión entre ellos y se olvidan de que no he podido responder. Compruebo que la cultura madrileña no se distingue precisamente por saber escuchar.













Estan realizando un boicot a los tejidos catalanes. Dicen que quieren que los viajantes de las empresas textiles de Barcelona, en vez de catalanes sean españoles...Es curioso ver que consideran a los catalanes como no españoles, pero a Cataluña si. También hay algunos que presumen de ser de la opinión de que los catalanes son españoles. Trato de explicar que no hace falta dejar de ser catalán para ser español.













Las presentaciones me dan pereza y explicar, a un desconocido, quien eres parece un artificio. Por la prisa y el poco tiempo desponible hacemos un pequeño discurso para resumir quienes somos y que pretendemos. La ayuda de una tercera persona que haga las presentaciones y el resumen de rigor facilita las cosas. Las palabras amables e intrascendentes pueden crear el ambiente agradable para hacer nuevas amistades. La pregunta clave para ser simpático es:













--¡Oh! ¡Que bien que has venido!,¡Dime! ¿Que te cuentas?...













Y entonces, con una sonrisa "Profidén" prepararse a escuchar lo que se cuente, con interés y mirando a los ojos, guardando silencio, sin interrumpir, por pesado que sea, pero, repito, con una sonrisa permanente. Mirarse al espejo para conseguir una buena sonrisa es mejor que ir al gimnasio. La buena educación no es necesaria. Las estrellas de la sociedad actual son gente adinerada, pero inculta y envanecida de sus riquezas, reunidas quien sabe como. No acostumbro a fijarme en las falsas sonrisas. Prefiero fijarme en algo más dificil de disimular, el brillo de los ojos.













Esta noche salgo de copas con uno de los profesores. Es joven pero de aspecto adiposo, con una particularidad que me molesta, pero que no puedo revelarle. Acostumbra a tener la boca llena de saliva, de tal forma que, cuando habla, muestra su líquido contenido mientras produce un desagradable sonido con el paladar. El incesante trabajo de numerosos trenes urbanos ha logrado vaciar de multitudes las ahora desiertas calles del centro, y entonces le propongo un plan. -- Podemos ir, paseando, por la Gran Via, hasta Chicote. Tre invito a un cóctel. Pero sorprendentemente no acepta. -- No, mejor te llevo a un lugar donde nos vamos a divertir más... Dice sonriente, como buscando mi complicidad.













Por lo que sé, a pesar de ser hijo de un catedrático, no tiene ni un duro, pero si muchas deudas. Se dedica a concursar en oposiciones a cargos del estado. Sospecho que es de las personas que acostumbran a ir de gorra y que en un futuro, cuando tengan su cargo en la administración del estado, ni me saludarán. rodeados por la fría soledad de las noches de invierno, llegamos hasta la plaza Colón., y a podos metros, en un portal, pulsa un timbre de un pòrtero automático bajo una plaquita negra de plástico con la inscripción "Estudio Fotográfico Silouette"... ¿Qué tipo de fotógrafo tiene un local abierto a las diez de la noche?, Nos abren y llegamos hasta una puerta donde nos espera un individuo con poses afeminadas vistiendo una reluciente americana de bailarín de opereta.













--Venimos a ver las fotos... Dice, con aires de conocer el tema a fondo. Veo que es una casa de citas camuflada, y mientras nos enseñan un catálogo con fotografías de las modelos comprendo que pretende liarme y me excuso diciendo que quiero ir a cenar, y entonces, el muy gorrero, me lleva a un restaurante de lujo con pianista. La culpa es mia por dejarme llevar...Pienso.













Durante la cena, no cesa de hablar de sexo y se me confiesa,. -- Mi mayor placer sexual consiste en invitar a cenar a las chicas que me atraen, mirar como comen, y entretanto, disimuladamente, trato de masturbarme bajo el mantel de la mesa... ¡Es una gozada!... Entonces, entre turbado y sorprendido, se me escapa una sonora carcajada. --- Mira, compañero, solo te pido que en esta ocasión pongas las manos sobre la mesa...













No se si estoy frente a un enfermo, frente a un pervertido, o frente a una más de las muchas tendencias sexuales que todavía ignoro. La sexualidad es sorprendente, y cuando se le da excesiva importancia puede convertirse en obsesión, sinónimo de locura. A lo largo de mi vida tuve oportunidad de conocer individuos verdaderamente raros. Una vez, tomando una cerveza en la terraza de un bar, y con algunas jarras de más, un vecino me confesó que no le gustaban las chicas que usaban colonia o perfume. Le atraia la suciedad, las casas viejas y el mal olor, y cuando más fea y nauseabunda era la chica, mejor... Aunque la moda marque una estética, hay tal variedad de tendencias, que todos, sin excepción, tenemos a alguien a quien, por una u otra razón, seducimos.













Es domingo, y he salido a dar un paseo por la capital, Madrid tiene grandes parques que habían pertenecido a la casa real. Estoy frente a la Almudena y el Palacio Real, observando la escultura del monumento a Felipe II . Un pequeño grupo de chicas y monjas también. Dos chicas jóvenes están separadas del grupo y aprovecho para preguntarles con sorna -- ¿Sois estudiantes? o ¿Sois monjas? No parecéis ni una cosa ni otra... La pregunta les ha provocado un improvisto ataque de risa. No pueden parar y con entrecortadas palabras, me lo aclaran --Somos de una residencia femenina, para estudiantes universitarios, a cargo de monjas. Ya somos mayorcitas... ¿Qué te parecemos? Les sigo la corriente y les respondo -- Creo que sois unas monjas muy pillas... Estoy solo en Madrid, podríamos salir... El grupo se va, y mientras se alejan, la más morocha, vuelve sobre sus pasos y me grita. -- El domingo a las cinco, en el Colegio Mayor Santa Mónica. Pregunta por Isabel.













Cuando llega el dia, las voy a recoger, son de Bolivia, y me invitan a un "guateque" en casa del matrimonio, De "No, que se dedica, de forma desinteresada, a organizar reuniones, fiestas y excursiones a estudiantes extranjeros. Salir con Isabel significa el reencuentro con la ternura y la amistad, en un entorno de trabajo y de relaciones distantes.













Mientras comemos juntos en el comedor de la Ciudad Universitaria, le digo que la quiero, pero ella sabe que no es verdad, y mientras, con su cubierto, me llena la boca de comida, sonríe burlona. Los estudiantes están revueltos pidiendo democracia, y nos cuentan que ayer, la policía entró violentamente en el comedor estudiantil y dejamos de ir.













Pero un día, Isabel, desaparece. Sus amigas no pueden decirme donde se encuentra. Ella no quiere que la vea. Por fin averiguo que está enferma en una clínica. La voy a visitar. Está muy delgada, pálida y demacrada y al verme, muestra su alegría. Acerco una silla para estar a su lado. Está débil, pero no ha perdido la dulzura de su mirada, y con una leve sonrisa agradece mis flores, mientras como un lamento, me dice. -- Gracias, Enrique, por estar conmigo, es una pena, pero debo volver a Bolivia. Estoy enferma y no puedo seguir aquí. Te recordaré siempre. Enrique. Mientras la escucho, en silencio, siento como una lágrima se desliza sobre una de mis mejillas. Mi dolor es tan grande que soy incapaz de articular ninguna frase de consuelo.













Mientras trato de olvidarla, los días transcurren con lentitud. La escuela da más trabajo que beneficios, y las operaciones de compensación se hacen con empresas catalanas y valencianas.













COMO SALIR DEL EMBROLLO













Encuentro trabajo, en Barcelona, cono responsable de exportación a concesionarios, de una gigantesca fábrica de máquinas de escribir portátiles, con más de cuatro mil obreros, y con una incipiente representación sindical. Algo insólito en pleno franquismo.













Sentado en una confortable butaca, tras una enorme mesa vacía, sin mucho trabajo, y rodeado de mujeres , siento como los años pasan rutinariamente mientras me llega desde el fondo de la gran sala, la perpetua mirada del jefe de nuestra división. Frente a mi mesa me colocan una nueva oficinista. Es joven, de pómulos salientes y mirad profunda, blanca piel y cabellera color castaño. Es muy seria y callada, pero hace su trabajo con puntualidad y cuando suena la sirena, es la primera en marchar. Parece ausente, es como un robot, no muestra sus emociones, pero agradezco que haga su duro trabajo sin apenas reposar. Un día, se levanta de su silla con una regla de plástico en la mano, y con decisión se dirige hacia mí y ante mi sorpresa, sin mediar palabra, me propina un fuerte golpe en la cabeza y vuelve a su silla como si no hubiera pasado nada. Rápidamente se me acerca la secretaria.













-- Por favor no hagas nada. La pobre chica sufre un trastorno mental y no es consciente de sus actos.
























-- ¡Ya! Pero, ¿Y si coge el abrecartas? Si vueve a suceder algo similar te hago responsable a tí. Digo titubeando.













Luego, le pido -- Háblame de esta chica... dices que sufre un trastorno mental. ¿Qué tipo de trastorno?. ¿Es que está loca? ¿Que te parece si la enviáramos al psicólogo?













-- No lo hagas, pobrecita. Lo máximo, si lo crees conveniente, sería que hablaras tú con el psicólogo para saber que hacer...













Mi conversación con el psicólogo es breve. -- Sin hablar con ella y sin analizarla, no puedo darte ningún diagnóstico. Esta respuesta no me sirve, y le pregunto.













-- ¿No me puedes dar alguna pista?













Después de una silenciosa pausa, sus manos manipulan un paquete de cigarrillos, extrae uno y se dispone a fumarlo después de haberse colocado en una posición distendida. Dice -- Por lo que me cuentas, la personalidad de esta chica, por su aislamiento, falta de comunicación, y su reacción agresiva, parece algo esquizoide, pero es muy dificil dar un diagnóstico sin un profundo estudio de su personalidad...













Después de una pequeña pausa para rascarse el cráneo piloso con su lápiz, apoya su mejilla sobre una mano y sigue.













-- Tú no quieres que hable con ella, y así, poco puedo ayudarte. Existen infinidad de enfermedades o patologías mentales.













-- Trato que me ayudes. Insisto. Compartir ocho horas diarias con esta chica, sin saber que le estará pasando a su mente, es demasiado para mi. Quiero saber a que me enfrento...













Acostumbro a observarla, más de lo normal, y llego a un conclusión por eliminación. Ella vive con sus padres, que debn conocer su personalidad, y si aceptan que trabaje, y sus compañeras también, no se lo voy a impedir.













Por las tardes, la mejor opción a continuar en casa, mortecino, frente al televisor, es la de reunirme con varios amigos, en el Bar Oller, situado en el chaflán de la calle Córcega con el Paseig de Sant Joan. En las amplias aceras de los chaflanes de Barcelona, bares y cafeterías, despliegan mesas y sillas rápidamente ocupadas por los vecinos del barrio. La terraza del Oller es incomparable. Bajo un extenso toldo plegable, sentados en relucientes sillas metálicas y frente a redondas mesas de mármol repletas de copas de vermut, bolsas de chips, platos con gambas o berberechos, los parroquianos gozan, en verano, del frescor de la brisa marina, y en los mediodías de invierno de la tan deseada calidez de los rayos solares. Su propietario, Jose Oller, al que todos conocemos por el Pep, hombre con generoso bigote, con pelo de un rubio rojizo, escaso en la frente pero abundante en las orejas y en la nuca, macizo y corpulento de incansable actividad hasta que llega el atardecer. Entonces serena y espontáneamente, algunas veces se inician tertulias. Durante la guerra civil, cuando lo regentaba su padre, cuentan que en frente, al otro lado de la calle, se levantaba la fábrica de motores de aviación Elizalde, principal objetivo de los bombardeos italianos y alemanes, y para defenderla, copiosa artillería antiaerea. Tito, el jefe de las brigadas internacionales, futuro mariscal y presidente fundador de Yugoslavia, había sido cliente del Bar Oller.













Hay noches para todo tipo de propuestas, pero no hay que dejarse llevar. Hay mucho loco suelto. Una noche, sin proponérmelo, y atraido por los cantos de una sirenadel barrio, me encuentro sentado en el suelo formando parte de una rotonda de adoradores del dios Baco. En el centro del círculo una enorme garrafa de vino tinto, que se iban pasando de boca en boca. Después de un pequeño sorbo, me disculpo y me largo.













Al cabo de algunos meses, cuando ni me acordaba, la sirena me tira de la mano hasta su casa. Estoy sorprendido, y antes de reaccionar ya estoy en su habitación recibiendo un bombardeo de preguntas.













-- ¿Con luz o sin luz?













-- Todavía absorto, respondo mecánicamente --Sin luz...













Ella lo aprovecha para darme una explicación que me deprime aún más de lo que estoy...













-- ¿Sabes? Los que no quereis luz sois unos reprimidos...













Creo entender que me esta llamando reprimido....Si pudiera, me largaría, pero para no defraudarla, aguanto el tipo. Pero cuando intento acariciarle las piernas empiezo a sentir la extraña sensación de estar acariciando un papel de lija o las duras cerdas de un cepillo metálico. ¡ Tan cortos y gruesos son los afeitados pelos de sus piernas!... Deprimido y encogido, le pido disculpas y me vuelvo a largar. Pobre chica, es la segunda vez que huyo de ella. Nunca más la volví a ver. Desapareció del barrio como si la tierra se la hubiera tragado.













Los jóvenes no se encuentran a gusto en la España franquista y buscan nuevos caminos. La desorientación es general. Según como vistas o te cortes el pelo eres un tipo de persona u otro. Absurdo. Por todas partes surgen gurús que tratan de canalizar el descontento y la desorientación general. Uno de ellos, el escritor Terenci Moix, con el afán de reafirmar sus propios postulados recurre al truco generalizado de clasificar a la juventud etiquetando sus propios prejuicios conceptuales agrupando injustamente a los que él cree estar en contra. No deja títere con cabeza.













-- Contra els jovencells i donzelletes, l´unica virtud dels quals es passarse cinc hores diares al "Pub" de Tuset Estrecho esgrimint les armes mes acreditades de la imbecil-litat pseudo-intel-lectual à la page.













-- Contra els revolucionaris curts de gambals que confonen la contestazione amb un baile de granaderos a Cadaqués.













-- Contra els que mitifiquen la juventud i després en viuen.













-- Contra els intel-letuals que han convertit la joventud en l´esport mes nou d´una cultura que de vegades risca de convertir-se en apassionada cursa de cavalls.













-- Contra els editors que tallen llibres d´autors joves per motius morals i tot seguit diuen que ha estat la censura.













-- Contra els jovencells catalans que escriuen en castellá perque van llegir aquell llibre digest sobre el marxisme i no es van recordar de posar-se les ulleres.













-- Contra els jovencells que agredeixen directors de cinema d´art et essai tot invocant idees sublims.













-- Contra aquells jovencells que obliden que el jove mes jove de la nova generacio catalana encara es, potser, Pere Quart.













-- Contra els que obliden que els nombres més importants de la nostra generació no tenen temps de fundar boites a Platja d´Aro perquè es fumen de fàstic en un despatx amb l´esperança de rebre, al cap de trenta anys, un rellotge d´or.













-- Contra els qui guillen a la muntanya i adoren els déus de l´escoltisme (llegiu discursos de Mussolini).













-- Contra els membres de la meva generació que son ximples, pijis, esnobs, imbècils, reaccionaris, fills de papà, fanàtics, obedients, tranquils i finalment, feliços.













-- Contra el Ramonet que no engega el senyor Esteve a can Pistraus.













-- Contra el vodka amb taronja en comptes de la lletra.













-- Contra els comics, en comptes del pensament.













-- Contra el pop mal assimilat en comptes de la disciplina.













-- Contra la contestazione segons San Mateu practicada pels jovenets del Pub.













-- Contra totes aquelle coses, en fi, que la societat del consum necessita per a quedar tranquil-la i saber que no corre cap perill.













-- Contra Terenci Moix que l´any 1964 es va inventar el concepte "nova generació" i ara ha de resignar-se a veure com hi entren tants imbecils deficients.













El respeto hacia los demás y la intencíon de no pecar de injusto, no es algo muy común en esta época. Mi ideología "ecléctica" me posiciona en contra de esta permanente lucha entre "buenos" y "malos", pero ni unos ni otros me comprenden, mientras que como una mancha de aceite, se va extendiendo entre la juventud, un sentido más lúdico, menos trascendental, y unas ansias locas de disfrutar de la vida.













Las tertulias de verano, las hacemos a altas horas de la noche sentados en la terraza. A veces, llegamos a tocar temas sublimes, de un alto nivel intelectual, aunque la más común de las conversaciones gira alrededor de la mujer. Los comentarios suelen variar segun el estado civil. Los solteros hablan de las mujeres con ilusión, tienden a explicar como son las mujeres mas atractivas, lo que más les gusta, lo que ellos creen que más atrae a las mujeres y como conquistarlas, pero la estrella son los chistes sobre el tema sexual. En cambio los casados hablan de ellas con despecho. Las mujeres son de poco fiar, frájiles sentimentalmente, caprichosas, volubles, inconstantes, inestables, volátiles y con sed de mando. Es alucinante comprobar como la desorientación y la ignorancia nos hace simplificar temas muy complejos y generalizar temas muy personales.













Algunos compañeros de trabajo comentan que, en un futuro no muy lejano, las máquinas de escribir serán sustituidas por ordenadores, y que alguien quiere provocar la quiebra de la empresa, de forma sutil y liberarse del personal sin que nadie note sus intenciones, y optar a cuantiosas ayudas del gobiero. Un día nos llaman para comunicarnos que los precios de los productos que importamos de la casa central sufrirán una subida de precios, y al contrario, los productos que exportamos a otras sociedades del grupo, bajarán radicalmente. La consecuencia será que venderemos a precios inferiores al coste y les compraremos a precios que nos obligarán a trabajar sin ganancias. Veo muy claro, que quieren provocar la bancarrota para cerrar la fábrica, y mientras los obreros del taller se manifiestan con pancartas, la dirección nos visita para decir que confian totalmente en nuestro departamento, pero me niego a seguir sus instrucciones y me invento una escusa dejo el trabajo. A los pocos días, me cita una de las oficinistas más bellas para salir a cenar juntos. En realidad quiere información sobre lo que está ocurriendo entre las altas esferas de la compañía. Mi silencio no la deja satisfecha. Un extraño sentimiento, mezcla de honradez y de lealtad me impide relatar a terceros los secretos que me confiaron. A los pocos días mientras estoy con mis amigos en el Bar Oller, se presentan más de media docena de otras chicas de la oficina para que les cuente un móntón de secretos, y por la misma razón, vuelvo a negarme. Ahora, cuando ya es historia pasada, lo podría contar.













Por suerte, no hay mal que por bien no venga, y mis primos Peter y Quela, de Montevideo, me consiguen un trabajo en Perú, que me obligará a residir en Lima durante dos a tres años.













Mi amigo Matallanes se casa con Diane, una estudiante norteamericana. Por mi afición a los coches clásicos de segunda mano utilizo un coche legendario en América, mi enorme "Plymouth Fury" de los cincuenta, para acompañarlos a su boda en la iglesia románica de Sant Pau. Soy su chofer y compruebo que Diane hecha de menos su patria. Me temo que también acabará viviendo al otro lado del Atlántico. Aquí Matallanes es respetado por los que lo conocemos desde años, pero en otro país, ¿Como lo recibirán si no saben de él? de sus cualidades y de su profundo conocimiento de las virtudes y debilidades de las personas. Probablemente solo verán su imagen y su estatus de extranjero. Que duro es comenzar de cero en un entorno desconocido. Sin compatriotas que te apoyen. Tendrá que adaptarse a una nueva sociedad, meca del individualismo, y quizás, pierda algo de su manera de hacer las cosas, de su caracter, y quizás sus sentimientos también cambiarán. Ojalá nos vaya muy bien a los dos, uno en el sur, en Perú, y el otro en el norte del lejano continente americano. Adios Jose Luis.














TRES AÑOS EN PERU













Lima, ciudad rodeada de chabolas, formando lo que aquí llaman "pueblos jóvenes", habitados por campesinos que bajan de la "sierra" huyendo de la miseria unos o para hacerse con unos ahorros otros, y con un sueño los más; llegar a poseer una parcela en su comunidad, algunas llamas o vicuñas, y casarse con su "chinita", para vivir de la autosuficiencia generada por un mínimo consumo y el intercambio de sus excedentes.













Construida en pleno desierto por Pizarro, en Lima no llueve, pero existen amplias zonas verdes, parques frondosos y extensas zonas residenciales con calles magníficamente arboladas flanqueadas por lujosos chalets, donde predominan las especies vegetales autóctonas regadas por caudalosos rios subterráneos que desde las heladas cumbres de los Andes evitan el desierto y la evaporación de sus aguas llegando hasta el océano escondiéndose bajo sus arenas.














Llegamos al hotel Sheraton, en el centro de la capital, entramos en un amplio hall decorado con tapices indígenas. Después de un pequeño descanso, decido dar una vuelta por el barrio colonial. Es una verdadera maravilla, pero solo se ha conservado una pequeña parte. En su día lo consideraron demasiado viejo y destruyeron magníficas joyas arquitectónicas para poder construir bloques impersonales al estilo americano. Lima, junto con Mexico y Potosí, fue una de las mayores ciudades del mundo. Ninguna ciudad europea tenía tanta población ni tanta riqueza. Lo que se ha salvado de la piqueta sorprende por sus balcones y tribunas de maderas nobles finamente labradas.













En "Las Indias" estaba prohibida la fabricación de tejidos, pero los gobernantes de Castilla, para luchar contra la continuada subida de precios que provocaba la gran demanda americana, hicieron el gran error de prohibir su exportación a América, originando, con ello, la ruina de numerosos obradores castellanos, su sustitución por tejidos flamencos, y la creación de obradores clandestinos en América. Al darse cuenta del error, ya era tarde, pero la medicina todavía fue peor que la enfermedad. Para recuperar el mercado americano, se dieron órdenes a las autoridades coloniales de cerrar todos los obradores clandestinos de América. Con ello se provocó la ruina de la industria americana y su sustitución por productos de contrabando fabricados en centro Europa. Otro gran error fue pensar que con el oro y la plata de América, Castilla ya era rica, y asumió el papel de árbrito mundial, defensora del papado. Para luchar en todos los frentes tuvo que armar ejércitos de mercenarios alemanes, suizos, italianos y valones con préstamos crediticios que eran pagados con los metales preciosos de America, que desde Sevilla iban, directamente a las arcas de los bancos europeos. Ello fue el origen de la decadencia del reino de Castilla, de la América española y el nacimiento del poder industrial, comercial y bancario de Europa central. Los banqueros de Europa meridional fueron desplazados por los de centro Europa. Los portugueses también contribuyeron a la potenciación del norte con su equivocada decisión de trasladar el comercio de sus "especias" desde Lisboa a la ciudad flamenca de Amberes, zona franca libre de impuestos y con varias ferias, que desde entonces se convirtió en el mayor mercado europeo. Algunos españoles todavía creen que su poderosa industria textil desapareció por culpa de los tejidos catalanes. Nada más lejos de la realidad. Cataluña pertenecía a otro reino y sus tejidos no podían venderse a los otros reinos de España sin el pago de elevadísimas tasas que hacían inviable el comercio. Cataluña comerciaba con los otros reinos de la Corona de Aragón, como Napoles, Sicilia, Atenas, Valencia, y a través de sus "Consulados de Mar" con las ciudades ribereñas del Mediterráneo y del norte de Africa, por medio de acuerdos comerciales que rebajaban los impuestos. Competía con Génova, Venecia, Pisa, Florencia y Flandes. No con Castilla.













En la Lima actual todavía existen rincones donde el tiempo se ha parado, parques como la Alameda de los Descalzos, donde, en época colonial paseaban a caballo o en carroza, los grandes señores. El virrey más recordado fue el único de origen catalán, el Virrey Manel d´Amat y Junyent, marqués de Castellvell, nacido en un pequeño castillo situado en un promontorio del casco urbano de la localidad barcelonesa de Vacarisses en el Vallés Occidental. Fué el encargado por Carlos III, de expulsar a los jesuitas. Se enamoró locamente de una bella actriz y bailarina limeña, la famosa Perricholi, con la que tuvo un hijo, y que gustaba dejarse ver en sus paseos en carroza de oro por la Alameda, entre la alegria de los limeños y la ira de la nobleza. Finalmente, el virrey, en su vejez, la dejó con su hijo en Perú y volvió a Barcelona donde quiso casar a su sobrino con una aristócrata recluida en un convento, pero el día de la boda, al no presentarse el sobrino, propuso a la joven que se casara con él, y sorprendentemente la joven aceptó. El anciano, desde Perú había encargado la construcción de su futura residencia en Barcelona, conocida hoy como Palacio de la Virreina, y a los tres años de feliz matrimonio falleció. Casualidad o no, el palacio de quien había expulsado a los jesuitas se construyó al lado de un templo del orden de Jesús, la iglesia de Belén. Uno de sus parientes vivos es el famoso y polifacético escritor José Luis de Vilallonga, actual marqués de Castellvell.













Me acompañan hasta Litexa, la editorial, y mientras me presentan al personal, me instruyen en su funcionamiento. El jefe de expediciones es Amadeo, un simpático y socarrón vasco que se me acerca para aconsejarme.













-- Ten cuidado con las peruanas. No son tan serviciales como las españolas. No te dejes engañar. Te pueden liar para poder salir del pais, vivir mejor, recibir regalos caros, tener servicio doméstico y no dar ni golpe...













-- Supongo que me estás hablando de la española del pasado... Le repondo. La española se ha independizado de tal forma que las parejas, de hoy en día, acostumbran a trabajar los dos y a compartir tareas doméstias. La española sumisa y servicial de que me hablas ya no exite, amigo. Lo siento.













Mientras frunce el ceño, me observa con expresión incrédula y susurra -- No me digas que los españoles se han amariconado... Lamentablemente, el emigrante queda anclado en el pasado de su terruño, lo idealiza, y cuando vuelve y comprueba que no corresponde a sus recuerdos, se frustra de tal forma que acaba siendo de ninguna parte. Una especie de apátrida.













Hoy, domingo, mis anfitriones, organizan una comida en mi honor invitando a sus familiares peruanos. A los postres, la señora se me acerca y sin previo aviso, me coloca una botella frente a la boca mientras me pide que sople con fuerza. Rápidamente la cubre con la mano, sus ojos brillan, y con expresión de satisfacción exclama - ¡ Ya te tengo Enrique! En esta botella está tu aliento, y te voy hacer brujería blanca para tu felicidad. No vas a salir de Perú sin una mujer. ¡ Te casarás con una peruana!













Me lo tomo en broma, y digo sonriendo -- ¡Que bien! Pero no podrá ser, ues tengo entendido que para que algo así provoque algún efecto es imprescindible que yo crea en brujerías, y no es así.













Estoy convencido que la brujería, entendida como creencia, es una reminiscencia de las religiones primitivas, muy bellas, basadas en fenómenos reales utilizando una serie de ritos que aumentan la fuerza de sugestión. Si estamos convencidos de que algo nos va a salir bien, nos da fuerza para conseguirlo, o nos la saca cuando creemos lo contrario, Se han efectuado muchos experimentos para estudiar el poder de nuestra fuerza de autosugestión...













En una clínica de Hamburgo, se realizaron experimentos con un curandero llamado Karl Trampler, que practicaba curaciones a distancia. Un médico pidió a Trampler, que en un determinado momento, conectara con tres pacientes de la clínica que no sabían nada del experimento. Los resultados fueron nulos. En otro momento, y sin que Trampler supiera nada, informaron a los pacientes que Trampler procedería a curarles a distancia, cosa totalmente falsa. El resultado fue sorprendente. Uno de los tres pacientes dejó de retorcerse de dolor, y fue dado de alta. Los otros dos pacientes también mejoraron. Otras experiencias demuestran que dando sustancias inocuas en forma de pastilla, provocan que por sugestión tengan los mismos efectos que los verdaderos medicamentos. hay personas que ven apariciones, otros reproducen en sus manos las llagas de Cristo. También existen personas con verdaderos poderes paranormales, que, según parece, cuando están seminconscentes y eliminan el entendimiento crítico, consiguen activar las capas del cerebro más primitivas y profundas, que todavía conservamos de nuestros antepasados, los animales inferiores, que se sirven de lo que se llama cerebro primigenio para orientarse, presentir o intuir los peligros sin ninguna intervención racional. Así es como se orientan las aves migratorias, o como construyen sus nidos. Estos animales, también se comunican telepáticamente para la formación de sus estructuras comunitarias y jerárquicas. Algunas personas utilizan estas capas profundas del cerebro para comunicarse a distancia y leer pensamientos ajenos. Esta vertiente cientifica, explica el porqué de los resultados de los experimentos del profesor norteamericano Rhine que con un juego de cartas demostró que una de cada cinco personas investigadas posee capacidades de adivinación muy superiores a las normales, son casi paranormales. De todas formas, es un campo abonado para los timadores. Recuerdo que en un mercado callejero, un curandero de locuacidad fluvial ofrecía cargar, con un sortilegio contra el mal de ojo las monedas que le entregaran. Las primeras serían gratuitamente. Le tenían tal terror que cada vez que se colocaba frente a una persona del círculo de espectadores, nadie se negaba entregarle su moneda. Luego, pasando una pata de conejo frente a dos monedas, las entregaba a los dos primeros y se quedaba el resto. Nadie se atrevía a reclamar.













Me invitan a una fiesta particular. Al llegar al chalet, mis oidos se quejan. La música es preciosa, a base de los mejores discos de "Santana" pero su volumen ensordecedor. Compruebo que no saben beber. El Pisco Sauer es riquísimo pero al poco rato están todos borrachos. El césped del jardín esta cubierto por gente durmiendo la mona y decido pasar el tiempo sentado en la terraza, lejos de los ruidosos bafles. Cuando salimos cantando ya es día claro. Hacemos demasiado ruido y escándalo. Aunque hay varios completamente embriagados conseguimos caminar unos pasos hacia los coches pero uno de nosotros cae al suelo quedando tumbado tan largo como es sin poderse levantar. Los que nos conservamos más serenos lo levantamos amarrándolo por las piernas unos y por los brazos otros, lentamente subimos al coche y lo sentamos en el asiento trasero. Mientras avanzamos por las calles de Lima, nuestro compañero se mueve como una peonza cayendo adelante y atrás, a la derecha y a la izquierda. Tengo que dejar mi asiento delantero para sentarme atrás y soportar su pesado cuerpo y protejerlo contra golpes de cabeza sobre la parte dura del coche. Paramos sobre la arena de la playa frente al portal de un local de comidas. Se hace dificil caminar por la playa hasta la sombra húmeda del camino. Busco el mar, pero hay que levantar las espesas cortinas mentales que produce la ingestión de alcohol. Nunca, en la playa, había visto un lugar tan lúgubre y lejano de las olas de un mar opalino que se deja ver tras los frágiles muros de caña.













Salen dos muchachas a recibir nuestra inesperada comitiva, y como si se tratara de una boda, nos acompañan hasta una zona al aire libre con largas mesas vacías mientras nos preparan doradas raciones de chicharrón de cerdo con camote picante y salsa criolla. Alguien pide café y lo bebemos a litros, y cuando nuestros sentidos empiezan a despejarse nos sirven los pedazos de cerdo con ajo y pimienta. Nuestro compañero beodo, con el pelo revuelto, el rostro cubierto de sudor y la camisa fuera de los pantalones cayéndose, parece despertar de su sopor y después de un eructo que lo hace vibrar, se lleva la mano a la boca y, a media voz , pide una botella de vino de Ica. La repulsa es general, y cuando la chica llega con la botella de vino se hace un silencio total que sigue mientras extrae el tapón y tampoco se rompe cuando lo escancian mientras entrcruzamos miradas de sorpresa, pero nos desentendemos para llenar de chicharrón nuestros estómagos vacíos, mientras a nuestras espaldas, las olas marinas acarician la dorada arena.













A los pocos dias volvemos a salir de noche en un local musical. El licor se sirve generosamente, y sus efectos no tardan en llegar. Se me nubla la vista y a los cantantes los percibo a cámara lenta, a través de continuos flashes, mientras que sus canciones se transforman en ininteligibles murmullos. En este país, si no quiero convertirme en un alcohólico, tendré que frenar a los que me inviten a tomar.













Quieren mostrarme el país y viajamos al sur de Ica. Mientras él va conduciendo en silencio, hombre de pocas palabras, ella explica obviedades. Cruzamos el desierto hasta un oasis, frente a un pequeño lago de un azul intenso que contrasta con las doradas dunas que lo rodean. La brillante luz del sol se petrifica en la arena como polvo de nácar entre un mar de ámbar. Nunca había imaginado un hotel en pleno desierto. Claro, que se trata de un pequeño oasis, pero el efecto de encontrarme perdido entre dunas persiste. Una vez instalados en nuestras habitaciones, salimos para hacer una excursión a pie. Su conversación impide que me lleguen las sensaciones que busco, y cambio de rumbo para seguir solo. Entonces si. Quizás sea pura sugestión, pero la sensación de entrar en un espacio infinito y silencioso, ensancha mi mente y aumenta mi capacidad de observación. El silencio es perfecto, no hay interferencias externas que perturben mis sentidos. La inmensa soledad me hace sentir deseos irresstibles de gritar como un salvaje, y como tal, inicio una alocada danza corriendo y saltando entre dunas hasta agotarme totalmente. Soy feliz. Mis pulmones piden más aire del que pueden respirar, mientras escucho las quejas de mi corazón a través de descontroladas palpitaciones. Súbitamente topo contra una duna cubierta, a medias, por un manto vegetal de pequeños arbustos sin raiz. Me tumbo en la ladera, alargo el brazo y levanto el arbusto que está mas cerca. Casi se me deshace en las manos, no está fijado en la arena y me entretengo colocando arbustos sin raiz en la falda de la duna, formando letras, hasta que completo la palabra ALÉGRATE, y agradecido, siento un inmenso placer tumbado, con las espaldas sobre la dorada arena. No recuerdo otro lugar donde el silencio sea absoluto. Ni en las montañas más alejadas puedes evitar oír el roce de las hojas contra el viento, gritos de animales, o el murmullo de manantiales. Es curioso como la ausencia total de excitación sensorial, cause tan fuertes sensaciones.













De vuelta a Lima visito clientes de la editorial para conocerlos y escuchar sus comentarios. Uno de ellos es de Pucallpa, en la zona amazónica. Después del desierto, deseo saber las sensaciones que me puede dar la selva.













Las poblaciones selváticas tienen su origen en puestos militares de la guerra contra Ecuador, antiguo administrador de la zona, pero que perdió la mitad de su territorio a favor de Perú. Aunque en teoría no es así, todavía no se ha firmado la paz. Actualmente, Pucallpa e Iquitos son las dos únicas poblaciones de la Amazonia de cierta entidad junto con la colombiana Leticia y la brasileña Manaos. Mi cliente, la mayor libreria de la región, está en el centro, una zona de casas de obra, pero con calles de tierra. En los alrededores predominan las construcciones humildes de bambú y ramas. Desciendo por una descarnada calle de tierra hasta un puerto fluvial tan repleto de embarcaciones de todo tipo, que podría caminar sobre ellas sin mojarme. Las aguas del rio acarician la suciedad acumulada en la orilla formando nubes acuosas entre hilos de un negro asfáltico, manchando de grasa todo el entorno. Predominan las curiaras, bacas construidas vaciando un tronco entero. Amarradas en la ribera del rio, las primitivas barcas se balancean suavemente. Los niños cabuzean y las niñas, para cubrirse de frescor, con las faldas arremangadas entre las piernas aletean los pies haciendo rebotar gotas de agua sobre sus cuerpos. Más allá, entre el intenso verdor de la selva las aguas del río adquieren un aspecto sombrío, triste y gris. En sus orillas, indecisas y desconfiadas, numerosas aves de largas alas como sábanas revolotean regocijándose con cortas inmersiones bajo las aguas pero alerta ante la posible presencia de saurios prestos a engullirlos de un solo bocado. Más allá, misteriosas señales indican los límites de los dominios de tribus vecinas. Muchos indígenas llegan de sus poblados para vender sus productos y comprar algún utensilio de supervivencia, como machetes, hachas, ollas y alguna prenda. Cuando quiero alquilar una oto todo terreno solo aceptan a condición de que me acompañe su joven empleado, obligándome a alquilar dos.













Nos adentramos a la selva por las trochas, caminos semiabiertos por animales y por el hombre, pero tengo la sensación de estar profanando la naturaleza.













-- ¡Cuidadito con las culebras que cuelgan de los árboles!














Llegamos hasta una cabaña junto al río Huicayally y nos encontramos con una mujer de la tribu "chipivo" sentada en el suelo, hilando con los pies. En el río, junto a dos curiaras, niños bañándose, y en el centro del claro de selva, un indio asando varios pequeños peces atravesados por finas cañas. Nos invitan a comer, su cara rebosa felicidad y generosidad. La inocente alegría de estos nativos me hace meditar sobre aquello que nosotros llamamos felicidad, y que, quizás , confundimos con la posesión, el poder o el prestigio social. Por ello me cautiva su generosa felicidad., solo posible en sociedades donde desconocen lo que es ser pobre o ser rico, ¡Que gran peivilegio!













Después de pasar por la orilla de varios lagos, mi acompañante me lleva hasta un poblado de misioneros del " Instituto del Lenguaje " perteneciente al " Cuerpo de Paz ", y como si fuera un rancho de Texas, nos encontramos frente a un letrero de madera colgado sobre dos columnas anunciando la entrada a la misión. Súbitamente me veo trasladado a un seudo " Miami Beach " . Alrededor de un gran lago azul, se alzan, entre jardines de flores y árboles tropicales, relucientes chalets de madera, mientras por las calles pupulan rubias criaturas y transeúntes en bicicleta. Creo que estoy soñando despierto, y me pregunto si será un sueño o una pesadilla.













-- ¡Si me lo cuentan no lo creo! He descubierto el misterioso valle de Sangrilá, el que posee el tesoro del manantial de la eterna juventud!













No se me ocurre otra exclamación que describa mi sorpresa. La expresión de recelo de mi acompañante me intriga, no parece verlo con buenos ojos.













-- Llevas razón, estos gringos no me son simpáticos, me cuentan que son de la CIA y que se dedican a esterilizar a los indígenas.













Me pregunto, el porqué de todo ello. Si fuera verdad, quizás para que Latinoamérica, al ser más blanca, pueda entrar de lleno en la espiral de especulación y consumo en masa que se está fomentando por doquier. Pero lo tienen dificil, si la natalidad de los pueblos indígenas y los de origen africano u asiático sigue la tendencia actual, lo que llamamos raza blanca, bajo el empuje de otros pueblos desaparecerá en pocas generaciones. Es ley de vida.













Se nos acerca un joven americano que ha notado nuestra presencia. Es alto y rubio, de apariencia jovial. Mientras trata de averiguar quienes somos, y que hacemos allí, se ofrece a explicarnos lo que vemos.













-- Todos los que estamos aquí somos voluntarios con estudios universitarios, y hacemos una labor de aproximación al mundo indígena, estudiando sus lenguas, culturas, creencias religiosas, alimentación etc., con vistas a su futura integración en un mundo civilizado, sin que tengan que convertirse ni en víctimas ni en parásitos. Yo mismo soy de Iowa, y al terminar mi carrera de ingeniería agricola respondí a lallamada del Instituto del Lenguaje, y aquí estoy. ¿Vdes. de donde son, y a que han venido? Nos pregunta.













-- Yo trabajo para una editorial española... Se dice que Vdes. esterilizan a los indigenas...













Sin cambiar en nada su amable expresión, responde sonriendo. -- Bueno... Se está tratando de buscar excusas para expulsarnos del país. Molestamos a mucha gente, inclusive al mismo gobierno que quiere monopolizar el sentimiento indigenista para manipularlo desde una vertiente patriótico-populista y ganar más poder político.













Al ver que mi interrogatorio no le molesta, sino al contrario, continuo con él.













--¿No crees que esta exhibición de poder y riqueza es perjudicial para sus relaciones con los indigenas?













-- No queremos ser hipócritas, esta es nuestra forma de vida y así la mostramos...Dice,













En mi mente aparecen razonamientos que no creo oportuno plantearle. Los indígenas, en realidad, no son pobres, viven en armonía con la naturaleza que como premio les facilita todo lo necesario para una existencia feliz. La pobreza llega con la aparición de los blancos que destruyen su hábitat para organizar un juego de intercambios y explotación que provoca su marginación y la pobreza correspondiente.













En este momento me parece que deberíamos concluir nuestra visita a esta "Little America" en plena selva amazónica, en un extraño ambiente, con nuestras motos pasamos bajo el letrero de "Wellcome", y de nuevo, nos adentramos en la selva. Miguel, mi compañero motorista, mi indica que volvámos rápidamente. Nos arriesgamos a que nos pille la noche en plena selva, caigo, dos veces, al intentar seguir su velocidad, pero al llegar a Pucallpa, sucios y magullados estamos felices por esta magnífica experiencia.













Por la noche, veo un grupo haciendo cola, pacientemente, frente a un humilde galpón con cubiertas de zinc. Se trata de un baile y decido entrar. Casi toda la gente tiene rasgos indígenas. Para bailar, no hace falta ser un gran bailarín, basta con quedarse parado escuchando la música que suena por el altavoz, y con los brazos un poco más bajos que en la posición de boxeo, ir moviendo la cintura al ritmo de salsa a una distancia de medio metro de mi pareja, una chica indígena de ojos almendrados y mirada brillante. Esto es igual para todas las piezas que suenan. Puro ritmo. Mientras tomo un vaso de una bebida alcohólica, noto que desprende un fétido olor, como agua podrida, y no tardo en sentir fuertes náuseas.













Mientras camino por las desiertas calles, escucho como el crujir de mi calzado retumba en el silencioso espacio. Gente durmiendo enel suelo dificultan mi camino, obligándome a dar saltitos para no pisar sus cuerpos. Un grupito sale de un bar, que está cerrando, y me increpa. --¿Que haces solo por aquí?, ¡Tu estás loco!













-- Voy al " Hotel Turistas"













-- Ven, que te acompañamos. Aquí con un poco de suerte solo sales en cueros...













No me dan buena onda, noto una escondida mezcla de inseguridad y agresividad en sus palabras. Confiaría más en aquellos pobres tumbados medio borrachos que en ellos. -- No hace falta, tengo mucha prisa, me están esperando. Digo mientras acelero a paso ligero.













Me encuentro con Miguel. El pobre, me estaba esperando.













-- ¿Quieres hacer un viaje fantástico? Me pregunta.













--¡Claro!.. Respondo.













-- Pues esta mañana, a primerita hora te vengo a recoger para llevarte hasta el camión de un amigo que sale con troncos de madera para Lima cruzando toda la selva y los Andes.













--¡Magnífico!













-- Hasta mañana, pues...













Cuando llegamos hasta el camión, me presenta a un delgado hombrecito de fino bigote denotando que parte de su sangre es blanca. Está en silencio, escucha a Miguel y luego me dice.













-- Es un viaje muy bravo... Para hombres Tú que tal.. Eres macho o te arrugas con facilidad. Yo no quiero problemas contigo ni con nadie. Si no te arrugas y haces exactamente lo que te diga, no habrá problemas, sino mejor te quedas.













Mientras Miguel le cuenta que les canté las cuarenta verdades a los yanquis de la misión, me pregunto porqué exagera tanto. No hay que ser ningún supermacho para viajar de paquete en un camión. Y con cara de escepticismo me ordena que suba a la cabina. Antes de salir de la población hacemos varias paradas recibiendo encargos y paquetes de personas que salen de sus casas al oir el motor del camión.













Seguimos por un estrecho camino de tierra que penetra en la espesura hasta vernos rodeados de selva, sin poblados, ni señal humana. El silencio y la falta de comunicación entre nosotros es total. Parece como si quisiéramos ver quien aguanta más sin decir nada.













Por fin, el camionero, decide hablar. Su pequeño físico, de menudas espaldas como de adolescente no es el más apropiado para conducir un viejo camión que exige una gran fuerza física, mientras trata de mostrar su madurez luciendo un escaso bigote bajo su achatada nariz desafíándome con la expresión de sus dilatados ojos salvajes, que me miran fijamente.













-- Para poder hacer esta ruta con algo de tranquilidad, tuve que ganarme la amistad de muchas personas que encontraremos en el camino, y ello me ha costado muchos soles. No quiero que lo botes, no seas asqueroso con nadie, nada de peleas, vamos a pasar por la región del Huallaga, que es donde se cultiva la coca, hay gente muy pesada, sin miramientos, no mires de frente a nadie y a mi de reojo. No quiero engañarte demasiado, pero has de saber que hace tiempo que se sublevaron los indios y por ahí, quizás muy cerca, haya centenares de guerreros de las tribus viajando por la zona con sus arcos y flechas para atacarnos a nosotros, los madereros...













-- ¡Ja,Ja,Ja! Es mi sonora respuesta. A continuación le digo -- No me gusta que me tomen el pelo. Quizás soy algo ingenuo, pero no soy tonto... Alguien me contó que algunas barcazas con turistas son atacadas por jóvenes del pueblo disfrazados de indios para que los marineros del barco les disparen sus inofensivos fusiles con solo pólvora, y se dejen caer aparentando estar muertos. Entonces, a los asustados turistas les cuentan que es la ley de la selva. Pero yo ni soy turista ni tonto, ni quiero que me hagas ningun show para divertirme como si estuviera en la fiesta de "moros y cristianos".













Su mirada desprende destellos de furor, y con aparente tranquilidad me dice.-- A mi no me importa si eres sonso o no. A mi lo que me importa es que me obedezcas y no me des problemas. ¡Bájate del camión ahorita mismo!













De repente me doy cuenta de que está hablando en serio y le suelto -- No me digas, que como en las películas del Oeste, vamos a ser atacados por los indios... Me mira pero no responde.
























Trato de pedirle perdón --No te ofendas, disculpa mi conducta, te prometo que no volverá a ocurrir...













Creo que quiere ver como se me arruga el ombligo, pero no quiero que se salga con la suya. Siento curiosidad, pero ninguna inquietud. Listo para recibir lecciones que me ayuden a desvelar misterios, pero sin complejos ni impaciencia. No soporto que me preparen decorados de cartón piedra, ni que disvirtuen paisaje, poblados y personas para convertirlos en parte de un gigantesco parque turistico.













Seguimos la ruta, y cuando creo que el enfado ha disminuido, le pregunto.--¿Que ha pasado con los indios?..¿Porqué se han sublevado? Por favor, merezco que me lo expliques. En Pucallpa no me dijiste nada...













Sin distraer su atención en la conducción, me comenta -- Mira mi hijito, te lo voy a decir solo una vez y después cállate la boquita...¿Si?...
























De repente, baja la voz, y en tono casi inaudible me confiesa lo que ocurre.













-- Acá, hay muchas tribus que, para cazar, se mueven por amplias zonas que consideran suyas, pero que a veces no lo son... Existen las zonas comunales que pertenecen a los poblados de la tribu, las zonas con certificado de propiedad, y las zonas del estado... Las concesiones madederas, para su explotación, las concede el Ministerio de Agricultura desde Lima, y en la mayoría de las veces los indios no están de acuerdo. Y en algunas ocasiones sus guerreros se levantan en armas como ahorita. A los patrones de la madera las autoridades les han concedido licencia de explotación de tierras del estado que ellos consideran comunales, y dicen que las tierras se han concedido sin tener en cuenta que los indios tienen titulo de propiedad. Entonces están recorriendo los poblados reuniendo guerreros para defenderlos con sus arcos y flechas. Es un problema de siempre, sin solución, que solo cesará cuando desaparezcan las tribus o se mueran todos de una vez..













Sus palabras me descubren que estoy frente a un personaje potencialmente muy violento. Mientras me asaltan pensamientos de duda y escepticismo sobre si se trata de una fantasía o una realidad, volvemos a su ansiado silencio. En demasiados lugares, la estupidez de algunos turistas hace que a muchos viajeros nos traten con displicencia.













Después de cruzar la llanura amazónica empezamos a ascender muy lentamente por laderas cubiertas de verde frondosidad, y entre nubes que parecen cumbres andinas o viceversa, vamos escalando por insólitos caminos inundados por las lluvias. Resbalmos con frecuencia, la calzada parece más estrecha que el camión y trato de distraerme con la magnificencia del paisaje que hasta el horizonte nos muestra todas las gradaciones del verde entre un océano de densa niebla que cubre la llanura como un manto de algodón.













Desde el interior de una roca, sale, con fuerza, un enorme chorro de agua que se desploma al vacío cual gigantesca fuente mineral formando una original cascada. Estamos en una profunda garganta erosionada por el rio que se desliza al fondo, encajado entre verticales paredes de roca. Me atrevo a decir -- Dime donde estamos, este paisaje es maravilloso... Lamentablemente he vuelto a provocar su ira, y gritando exclama --Pero no me distraigas más, por favor, mirame a los ojos. ¿Que ves? ¡Dime que ves! Te lo voy a decir ¡Cansancio y fatiga ves! ¡No me distraigas por favor!. Inclina el cuerpo y su pié se hunde a fondo sobre el acelerador. Quizás no esté satifecho con el poco dinero que le di por el viaje, pero ya es tarde, y llegamos a una casa de cañas y troncos. Para el motor, llena sus pulmones como si quisiera renovarlos con aire puro, y sopla, luego me mira sonriente mientras me señala la cabaña de dos pisos, diciendo -- Ahí tienes nuestro hotel para esta nochecita...













No hay habitaciones, el dormitorio es la planta superior con esterillas de caña en el suelo. Esto es todo. Estoy con hambre sed y cansancio, mis labios resecos y blancos con la piel hecha pajitas. Antes de ir a dormir nos sentamos para cenar en un pequeño claro con mesas de madera bajo la luz de un candil, mientras miles de insectos zunzumean alrededor de la luz chocando sus cuerpos contra la lámpara en un contínuo martilleo que solo cesaría apagando la luz. Mientras miro, absorto, se me acerca un enorme moscardón, que zumbado sus alas con un desagradable ronroneo, inicia una serie de lentos giros en espiral, y cae velozmente en picado sobre mi mejilla, para luego en un rápido movimiento, salir huyendo de mi acoso.













Seguimos viaje y llegamos a un poblado que se alarga a ambos lados del camino













-- Estamos en la zona que por su clima y su altura, es de las mayores productoras de coca de latino América, y como comprenderás no es el curita el que lo controla. ¿Entiendes?













Sus palabra me ayudan a meditar sobre lo que es real, lo que es ficción, lo que son apariencias y lo que es una pura ilusión. La mayoría de las personas, para poder estar más cerca de sus sueños, tratan de no enterarse de lo que se cuece a su alrededor. Es muy crudo descubrir que muchos de aquellos mecenas que ayudan a tu comunidad, que crean escuelas, traen agua corriente al pueblo, arreglan caminos y dan trabajo a tanta gente, no son más que expertos en la técnica de hacer dinero robando sin que se note. Pero demasiada gente los trata como dioses.













Nos salimos de la carretera y bajamos por una pequeña pendiente. Carlos apaga el ruidoso motor de su camión cerca de una especie de almacén y me ordena. --Voy a bajar... y tú , te vas a quedar quietecito en la cabina...













Mi apariencia, de jovencito, siempre a jugado a mi favor. Si hubiera aparentado mi edad real, estoy convencido de que no hubiera salido airoso tantas veces.













Dos mujeres, desde el portal de su casa me miran fijamente. Pienso que ya está bien de tanta película, me bajo del camión y voy al alcalcance de mi compañero de viaje, que, al verme venir, entra en el galpón mientras susurra algo a un hombre de piel aceitunada, que se queda mirándome, me corta el paso y me dice dulcemente -- Mira mi hijito, no te hagas el sonso... ¿Sabes lo que te podría pasar si no fuera por tu amigo "el cojo Carlitos "? Y poniendo su mano dentro de una bolsa que lleva colgada del hombro, saca un arma de fuego y dispara a un pobre perro que huye asustado. Las mujeres se encierran en sus casas, mientras que Carlos, ayudado por dos personas, sin inmutarse, está cargando una caja de madera que colocan sobre el camión, viene sonriente y extrovertido. No es normal en él, y como si supiera de lo ocurrido, se acerca a mi para ofrecerme una botella de "Inca-cola", un refresco de maiz. Sospecho de su complicidad.













--Esta caja está llena de víboras, y las vamos a llevar a Lima, para fabricar medicinas contra su picadura, me dice... No se si creerlo, pero prefiero no pensar en ello.













Por fin llegamos a Tingo María, una gran población cercana a un mazizo llamado "La Bella Durmiente" . Mi compañero chofer, está menos tenso, y a pesar de la dureza del viaje, más alegre, como si se hubiera liberado de una angustia. Nunca sabré porqué, pero a partir de Tingo María parece otra persona, y el viaje se normaliza. Después de cruzar los Andes sin angustias, por Huaco, La Horoya y Pasto bajamos hasta el puerto del Callao, en la costa del Pacífico, y allí, cerca de una histórica fortaleza española, nos despedimos. En Lima, confirmando el aviso del camionero, me cuentan que mi viaje, sin yo saberlo, habia transcurrido po el llamado "triangulo de la muerte" formado por Huanuco, Tingo Maria y Pucallpa. Zona con cultivos ilegales. El problema de la coca es endémico en Perú, sus hojas contienen pequeñísimas cantidades de varios tipos de alcaloides. La cocaina es solamente uno de ellos. Se mastican las hojas para mitigar las sensaciones de hambre, sed o cansancio, como planta medcinal, utilizada como ofrenda, curanderos y chamanes, esparciendo sus hojas al viento adivinan el futuro. No hay que confundirlo con el consumo de cocaina, ya que el porcentaje de este alcaloide es bajísimo y naturalmente, sin sus devastadores efectos sobre el cerebro y el corazón. De todas formas, debe crear adicción. La mayoría de sustancias adictivas, lo son debido a que normalmente son sustancias que nuestro cerebro acostumbra a segregar, en pequeñisimas dosis, para el funcionamiento de nuestro cuerpo y nuestra mente. Pero su dosificación masiva, por via externa, provoca que nuestro cuerpo deje de producirlas. Pero al ser necesarias para seguir viviendo, las encuentra a faltar, y se producen agudas molestias. Lo que vulgarmente llamamos "mono". Pero en las drogas como la cocaina el trastorno provocado por su cantidad es todavia peor, pues, despues de convertirte en su esclavo te destruyen fisica y mentalmente. Solo los inconscientes o los inmaduros, suelen caer en sus garras, y como verdaderos esclavos a su servicio, se convierten en los introductores de la droga entre su entorno y amistades más débiles o inmaduras.













Los días y los meses pasan volando. Me alojo en una vivienda particular, media ala de un luminoso chalet de alto techo y cristaleras corredizas. Compartimos jardín, pero desayuno con la familia que me hospeda, La comida peruana es mu rica, pero, demasiado picante para comerla a diario, y busco un lugar distinto. Al fin encuentro el lugar adecuado a unos centenares de metros de la oficina, en el restaurante de "La Casa de España". Un club a la inglesa en una finca de estilo colonial, donde viejos españoles republicanos juegan a las cartas y al billar con ejecutivos de la misma nacionalidad pero de otras ideas.













Recibimos la visita de gente de la central de Barcelona y viajamos a recónditos pueblos serranos en busqueda de artesanía y cerámica popular. Es una delicia ver como gente humilde, sin estúpidas pretensiones, manipulan como auténticos maestros la madera, migas de pan, papel, y barro. En modestas viviendas con suelo de tierra, sin baldosas y carentes de luz, hacen verdaderas obras de arte. Lamentablemente la riquísima artesanía peruana se está perdiendo por el turismo masivo comprador de souvenirs. A muchos turistas solo les atraen los aspectos pintorescos y olvidan la realidad cotidiana de aquellos seres de sangre caliente, que también sufren y sueñan. Los ven desde afuera, como parte de un inmenso lienzo. Van en busca de lo extraordinario, y para no herir su sensibilidad, pasan por alto la cotidianidad, inmersos en un mar de exotismo. La mayoría de los artesanos han descubierto que es más rentable fabricar en moldes, vulgares figuritas, que dedicar horas de trabajo y paciencia, que hacer las maravillas que todavía hemos podido admirar. Quedo prendado de una escultura que podría firmar, con orgullo, el mejor de los artistas. Representa un viejo con las facciones y arrugas muy marcadas a base de aristas en relieve hechas pellizcando el barro. ¿Quién valorará su obra? ¿Quién conseguirá que el mundo opine? Para dar una sentencia condenatoria o una aclamación, hay que conocer la obra, y esta gente, perdida en las altitudes andinas son desconocidos y marginales. ¿Qué hacer para resucitar estas piezas desperdigadas por el taller, como perdidas, entre cajas de bebidas de cola, lejos de la tarima giratoria del artista. Composiciones plásticas que evocan recuerdos recientes de visiones idealizadas de rostros humanos, fantasmagóricas figuras vacías por dentro pero esplendorosas por fuera, dejadas y abandonadas, solas y olvidadas en un silencioso rincón. Merecerían la inmortalidad que dan las salas de los museos, y compartir miradas con otras obras ya admiradas, aplaudidas y aduladas por el fervor de público. No merecen yacer abandonadas en este silencioso y gélido taller. Estas obras maestras no exigen ningún esfuerzo para ser comprendidas, pero despiertan profundas sensaciones que yacían olvidadas en el fondo sensitivo de nuestra memoria.













En Cuzco, capital de los incas, recorremos sus viejas calles y plazas, teatro de la historia, de guerras y banquetes, de amores y envidias. Edificios sorprendentes por su técnica constructiva utilizando ciclópeas piedras tan perfectamente encajadas que no existe ningún intersticio que deje pasar el grueso de una hoja de afeitar. Para no parecer un turista más, casi nunca llevo cámara, pero con la imaginación veo, tras las piedras, cuerpos del pasado de otras efímeras civilizaciones que se han convertido en eternas. Lo primero que se destruyó, fueron los edificios más importantes, pero todavía quedan seres vivos, hijos de aquella misma tierra. Acaricio vetustos árboles mágicos, y las heladas y finas mejillas de un niño que nos mira, sorprendido, con la boca abierta.













Luego de un espectacular viaje, envueltos por el maravilloso lamento de la quena que hace sonar un músico ambulante, llegamos al pie de Machu Pichu, y no me arrepiento del esfuerzo. Lástima que los quechuas no conocieran la escritura. Su historia se ha transmitido oralmente a pesar de la represión de los conquistadores y de la destrucción de sus templos y palacios. Pero es recomendable comprarse un libro sobre el lugar, y leerlo antes de hacer la visita. Los pobladores de la sierra peruana pertenecen al grupo quechua. Son introvertidos y algo desconfiados con los forasteros. Entre los mayores y las mujeres es corriente de que no quieran ser fotografiados. Su desconfianza hacia el extraño es la lógica consecuencia del miedo a que la llegada del forastero haga peligrar lo que se ha conseguido con tanto esfuerzo, dominar un espacio de terreno en la solitaria sierra, la falta de respeto que los extraños muestran por sus antiquísimas tradiciones y costumbres, por los engaños y abusos sufridos, y por su dificultad en hablar el castellano con fluidez.













Pasamos un rato divertido comprando lotería, que aquí llaman " polla " . No hace mucho, en el encabezado de un diario se podia leer "Cura saca la polla y se hace millonario "... Luego les invitamos a tomar "chicha", típica bebida a base de jugo de maiz fermentado. La vieja vendedora levanta la tapa de una gran perola, y se puede ver como el jugo hierve mientras fermenta. Introduce un cucharón, y llena los vasos. Luego, cuando ya hemos bebido, alguien con la mirada del pillo cuando quiere pasar por ingenuo, dice













-- No se si es chicha jore o chicha mascada...













Y seguidamente aclara.













-- La chicha mascada se fermenta con la saliva que escupe la vieja despues de masticar el maiz ...













La reacción de asco es general. Lo bueno es que la explicación es cierta. Los indios de la amazonia en vez de maiz utilizan mandioca.













En algunas aldeas andinas, todavía se conserva una antiquísima costumbre que va desapareciendo con rapidez. Se trata del brujo o chaman encargado de practicar la eutanasia. Es el "amigo de la muerte", asi le llaman. Acostumbra a vivir en las afueras del poblado practicando ejercicios de endurecimiento de la rodilla. Cuando un enfermo terminal alarga su agonía en exceso llaman al chamán. Este se viste de forma horrible y baja al pueblo haciendo sonar cascabeles y otros objetos metálicos para prevenir sobre su llegada. Los vecinos se esconden en sus casas mientras el brujo entra en la del enfermo, sube sobre su cama y aplicando su rodilla sobre el esternón lo presiona con gran rapidez y con tal fuerza que provoca la desviación del corazón y la muerte instantánea sin dolor. Es su forma de acortar la agonía.













Vuelvo a mi rutinario trabajo en la oficina de Lima. hace dias que noto, con sorpresa que alguien me está gastando la broma de enviarme mujeres para disfrutar viendo como reacciono. Un atardecer, mientras estoy solo en la oficina, abren la puerta acristalada. Una chica de las que se hacen mirar cuando te cruzas con ellas, entra en el local, y mientras fuma a gran velocidad, levanta una pierna, toma asiento sobre mi mesa y con las piernas entrecruzadas va tocando los objetos del escritorio y luego se presenta.













-- Cada día te veo por la vidriera. Trabajas demasiado. Me llamo laura, ¿y tú como te llamas?













--Soy el responsable del negocio, y perdona pero, ya me iba. Voy a cerrar. Ya nos veremos en otra ocasión...













Dejo los problemas bien guardados en pequeños cajones y salgo a la calle para expulsarme el olor a tabaco y perfume, mientras dejo que mis oidos descansen de tanta palabrería y que mi pecho reciba el frescor de la noche. Tras la espesura de un jardín veo la fluorescencia de dos ojos y me paro bruscamente para no pisar a un gato negro que saltando elásticamente, se cruza en mi camino. ¿Tendré mala suerte?












Perú es un pais de gran inestabilidad sísmica, y hace meses que escucho comentarios alarmistas. Según una opinión bastante generalizada cada cuatro años hay un gran terremoto. El último fue en el año 1070, y por lo tanto este año toca.













Hasta las diez no abrimos la oficina y hoy Jueves 3 de octubre de 1974, estamos desayunando tranquilamente,cuando de pronto la señora se levanta bruscamente de la mesa, gritando de espanto. --¡Temblor! ¡Temblor!, y mientras trato de descifrar el significado de sus palabras, nos agarra por el brazo tirándonos con fuerza hacia el jardín. Farolas y cristales empiezan a vibrar con fuerza, las paredes se balancean cimbreando cual flexibles palmeras, y bajo nuestros pies, el césped ondula generando pequeñas olas que nos elevan y descienden ritmicamente como una tabla de surf. Parece increible, pero la tierra se ha vuelto nuestra enemiga y su fuerte oscilación provoca que las paredes del chalet se deformen, como si fueran de goma, sin derrumbarse. Nos miramos en silencio y corremos a abrazar un árbol para evitar ser tragados por la tierra si se abriera. Por fin, al cabo de casi dos minutos remite el estruendo y vuelve el silencio. Solo se escuchan ladridos. Nos miramos y lo que sería una sensación de alivio se transforma en preocupación y angustia por la suerte de familiares y amigos. La matricula del coche es impar y hoy jueves, solo pueden circular los de matricula par. No importa, nadie respeta esta norma.













Mientras circulamos por las calles, la radio informa que su duración ha sido tan larga que unos segundos más hubieran provocado el desastre total y la destrucción de la ciudad. Las desgracias mayores son para los más pobres. Los techos de muchas viviendas humildes se han derrumbado, mientras que los edificios modernos solo han sufrido algunas grietas. Pienso en la ayuda internacional que probablemente llegará, pero que en los paises donde la corrupción es una antigua lacra irá a engrosar los bolsillos de algunos funcionarios.













Hoy 5 de febrero de 1975 es uno de mis últimos dias de estancia en Perú. Mi próximo destino será Venezuela, pero antes de partir me tocará vivir una huelga de la policia, una revuelta popular, violencia,asaltos, saqueos y muertes. El pais está gobernado por la dictadura militar del general Velasco Alvarado surgida de un golpe de estado y apoyada en el estamento militar. La policía y la Guardia Civil con sueldos muy inferiores a los militares se sienten discriminados y han decretado una huelga indefinida, y han desaparecido de las calles, dejando sin protección a bancos, joyerías, supermercados etc. En los alrededores de la plaza de armas y plaza San Martin empezaron los saqueos, Las multitudes compuestas por miles de personas se llevavan electrodomesticos, juegos de cafe de plata, alimentos, y todo aquello que podían cargar. Muchos bajaban de sus barrios equipados con carretillas para poder transportar el máximo de objetos. Pasadas muchas horas aparecieron tanquetas del ejercito para ametrallar a la multitud, mientras otros tanques se dirigían al cuartel de la guardia civil. Destrozaron la puerta principal y ametrallaron a los cientos de policias que se encontraban en el patio de armas. A las pocas horas podian verse camiones cargados de cadáveres circulando por las calles de Lima.













Algunos sucesos vividos no los cuento por respeto a terceros y por no herir sensibilidades. Me intriga descubrir el porqué me pasan tantas cosas en mi vida. ¿Quizas sea porque los demás no lo cuentan? ¿Quizás sea porque soy muy atrevido? ¿Quizás sea porque me relaciono con todo el mundo sin exclusir a nadie? ¿Quizas sea porque no me pasa desapercibido? Sea por la razón que sea, a veces me siento como aquellos personajes de novela barata que atraen los sucesos como un imán. Pero la verdad es que durante mis ultimas horas en Lima me hicieron una oferta inesperada y sorprendente. Como en otros casos no diré el verdadero nombre del personaje en questión, ya que actualmente vive relativamente cerca de mi casa, y conozco a parte de su familia. La editorial que abandono, está situada en una zona de Lima llamada Santa Beatriz, en el número 1037 de la calle Petit Thouars, y en el mismo barrio conocí a un español de cuerpo fino y flexible como una caña, ojos dulces bañados de tristeza, modales refinados y amena conversación rica en sutiles insinuaciones y comentarios brillantes. Me invita a Mozart, un local de copas para snobs y para amantes de la música clásica, situado en una antigua iglesia protestante de vitrales multicolores. La pobre iluminación del local, a base de velas de cera, me impide ver con claridad, pero el saludo de un brazo agitándose me resuelve el problema. Se levanta titubeante, y veo que ha perdido algo de su segura presencia, Las llamas de las velas producen reflejos vivos sobre los objetos, haciendo danzar las sombras sobre su rostro. Pide una copa para mi, y con su vaso de whisky en una mano, con la otra acaricia los dedos, diciendo.













--Gracias por haber venido. Como tu, voy a dejar este país y estoy buscando a alguien que me sustituya. Desde tu llegada me has causado muy buena impresión, y estoy pensando en tí... Los negocios de las empresas que represento deben continuar, estoy introducido en la embajada española, y si lo deseas, te puedo conseguir un cargo allí, sin pasar por ninguna oposición. En los próximos días recibiré la visita del delegado para Sudamérica de un holding español que actúa como canal para la exportación de uno de los items de mayor volumen en el comercio internacional. En España, su producción está en manos de empresas del estado, pero con el fin de evitar problemas diplomáticos, su comercialización se da a empresas privadas, y así el gobierno puede lavarse las manos. Somos el primer suministrador en munición y armas ligeras. Tienes que pensar que la munición caduca a los dos años, y hay que utilizarla o tirarla. Además de una comisión, te cedería mi casa con todos is enseres. Y vuelve a quedarse silencioso mirándome fijamente.













--¿Como has llegado a convertirte en un traficante de armas?... Le pregunto.













Mientras se saca sus lentes de carey para fregarlos con la servilleta de papel, veo un extraño brillo en sus inexpresivos ojos.













-- Las circunstancias. Cuando falló mi primer negocio, me propusieron cambiar las ruedas del tren de aterrizaje de aviones en el aeropuerto. Era un gran negocio, la fricción del aterrizaje provoca que la vida de un neumático sea muy breve, pero cuando se inició el bloqueo americano contra la actual dictadura de izquierdas, los aviones cambiaron de aeropuerto para su mantenimiento, y utilicé mis contactos con las fuerzas aéreas para venderles equipo militar...













Me quedo un rato pensativo, veo que las circunstáncias lo han llevado hasta esta situación, engañarse a si mismo, y a los demás sin saber diferenciar entre la honestidad y la mala fe, atrapado en un mecanismo perverso de hacer dinero. Siento una mezcla de menosprecio y de compasión por su situación. A su edad volver a su tierra debe ser duro, y trato de encontrar una respuesta sin ofenderlo.
























--Te has equivocado de persona. Hace tiempo, tiré por la borda años de trabajo en Barcelona para poder vivir tranquilo y feliz, sin lios ni problemas de conciencia. Bastantes remordimientos tengo por no haber hecho más para solucionar problemas de otros. Mis sueños no pasan, necesariamente, por amasar una fortuna, si con ello vendo mi alma. Todavía tengo ilusiones de ser feliz a mi manera













Sus labios dibujan una mueca, y alzando la voz pide otro whisky...El camarero se nos acerca con lijereza, balanceando su cuerpo a izquierda y a derecha, mientras que en una mano mantiene una bandeja con una botella del preciado líquido y un platito de maní. Mientras espera que le llenen el vaso, me mira fijamente y con la expresión del que trata de convencer a un ingenuo, dice. -- Pareces un joven inteligente. Nadie, en sus cabales, renuncia a ganar poder y dinero.













Mientra miro su patético aspecto, en mi mente bullen pensamientos que provocan que me convenza a mi mismo. No necesito nada, repito, nada. Lo que más deseo es ser libre. Libre del trabajo que envilecemos cuando lo convertimos en instrumento al servicio de nuestra insaciable codicia. Tengo que vivir sencillamente con austeridad, sin excesivas deudas ni obligaciones, pero con las necesidades elementales cubiertas.













Veo que está convencido de que soy una persona obtusa que no ve nada claro, y debido a que ya es su tercer whisky, nos despedimos con toda naturalidad.














MAS DE DOS AÑOS EN VENEZUELA













Llego a Venezuela la noche del 13 de febrero de 1975, en pleno carnaval. El viaje desde el aereopuerto de Maiquetía hasta Caracas, se hace por una autopista que en pocos kilómetros asciende desde el nivel del mar hasta los mil metros de altura. Es una colosal obra de ingeniería que obligó a empresas italianas a construir una gran cantidad de túneles en unos tiempos en que se carecía de la tecnología actual. Pero una vez en Caracas, se repite la escena de tantas ciudades latinoamericanas. Inmensos barrios de viviendas humildes escalan las montañas que rodean el valle donde se asienta el centro, con la avenida Sábana Grande como eje vertebrador, y las "Torres del Silencio" como punto de referencia del antiguo centro de la ciudad. Como Barcelona, Caracas también está a los pies de una montaña, el "Monte Avila", que con sus masa forestal actúa como parque y pulmón verde de la capital. Su clima es mucho más fresco y agradable de lo que le correspondería por su latitud, debido a su altitud de mil metros sobre el nivel del mar. Sus habitantes son el producto de una gran mezcla de criollos, canarios, andaluces, portugueses, italianos, africanos, mulatos, indios. Pero todos tienen, en común, un carácter muy extrovertido que contrasta con el carácter introvertido de la gente de Perú de donde procedo. Espero estar aqui otros tres años.
























Paso mi primera noche en un hotel del centro. Mientras duermo me despiertan varias explosiones y pienso que deben ser cohetes de carnaval, y a la mañana siguiente, mientras desayuno, pregunto al camarero sobre los cohetes de anoche. Su respuesta es sorprendente.--No eran cohetes amigo, era una balacera... Estoy en una de las ciudades famosas por su violencia social. Los modernos edificios del centro, los lujosos barrios residenciales, las autopistas, los macrocentros comerciales, hablan por si solos de lo mal que está repartida la inmensa riqueza producida por la explotación minera encabezada por el petróleo.













Por mis anteriores experiencias, busco una pensión, preferiblemente en un chalet con jardin y regentada por gallegos. No me interesa vivir solo, pues pierdo tiempo y dinero en compras, cuidado de la vivienda, electricidad, teléfono, agua, averias, limpieza y no me puedo marchar sin perder lo dejado en depósito. En cambio en una pensión, además de ser más barato puedes dejarlo cuando quieras, lo encuentras todo hecho, y los gallegos son maestros en ello, limpios y grandes cocineros. Encuentro lo que busco al pie del Monte Avila, Se trata de un chalet bautizado como "Quinta Santa Ana" en "La Florida",Una zona de bellas avenidas y calles con frondosa arboleda y hermosas casas al estilo norteamericano, ocupadas por familias de clase media. En el mismo barrio pero a orillas de los lechos de torrenteras que lo cruzan transversalmente, numerosas chabolas donde se apiña la mayoría de la población del barrio. Gente del interior de Venezuela que en su dia decidieron venir a la capital y construyeron sus chabolas en los cauces de los rios que bajan del monte, que por ser zona pública no pueden ser expulsados. Esta situación se repite en la mayoría de los barrios de la capital. Pero donde la ciudad termina aparece acaparador, un inmenso mar de chabolas, es el barrio, yo diría ciudad, de Petare.













Nuestra editorial está situada no muy lejos, en el vecino barrio de Chacaito, pero la Universidad Central todavía está más cerca. Después de visitar a un catedrático español, participo en una exposición de libros en la facultad de arquitectura. Está claro que falta una librería técnica dentro del recinto universitario, dejo la editorial, y a la semana ya funciona mi librería en los locales de la asociación de estudiantes. Alquilo la oficina A del piso 11 de la "Torre Cemica" en la Avenida Francisco de Miranda, y al poco tiempo ya soy amigo de muhos huespedes de la pensión. Entre ellos un croata, algo mayor, de curtida cara marcada por antiguos sufrimientos, pero conservando el aire juvenil de su sonrisa, Tuvo que huir de su país por haber sido buzo de la armada nazi que ocupaba su pais. Se dedica a reparar pequeños electrodomésticos como batidoras y molinillos de café. Una mañana, frente al espejo, mientras nos afeitamos, le expongo.













-- Me gustaría conocer el interior de Venezuela y las zonas más vírgenes en particular. ¿Qué me recomiendas?













Voy a Santa Elena de Guairen , y te podría acompañar parte del viaje, y presentare a unos amigos para que te acompañen, por una nueva ruta que atraviesa la gran sabana.













El dia previsto volamos hasta Ciudad Bolivar. Nos reciben sus dos jóvenes amigos venezolanos, alquilamos un coche con eslinga. Necesitamos un dia para completar los preparativos y nos despedimos de nuestro amigo croata.













Ciudad Bolivar, antigua Angostura, es una ciudad con una gran zona de arquitectura colonial. Aquí estaba la hacienda de la familia Bolivar y donde se originó el movimiento de independencia de los pueblos de la América Española. Al mediodía vamos a la playa de la ciudad, en un plácido meandro del rio Orinoco. Hay mucha gente bañándose, Se me ocurre preguntar por las famosas pirañas del Orinoco, capaces de devorar una vaca en segundos. La respuesta es sorpredente -- En lugares como aquellos remolinos de más abajo, donde el agua no está calma, es donde suelen encontrarse. Pero no te preocupes son animales que necesitan de aguas muy oxigenadas, y aqui no vienen. Son animales carroñeros y en Ciudad Bolivar, nunca ha muerto nadie por las pirañas.













Después de pasar el control de una alcabala, llamada kilómetro veintiuno, como si fuera un puesto fronterizo, presentamos los papeles con una completa descripción de nuestro plan de ruta, y seguimos por un nuevo camino de tierra y grava, entre la espesura selvática, hasta la población de El Dorado, un pueblecito alrededor de una plaza cuadrangular donde destaca una vieja iglesia de madera de un gris azulado. Hemos pasado por sus calles, entrado en su iglesia vacía, y todavía no hemos topado con nadie. Vemos una tienda de comestibles con carteles de refrescos y entramos. Es un pequeño y oscuro local de madera astillada y desgastada que quizás algun dia estuvo pintada, y donde apenas caben cuatro personas de pie. Su dueño, un gigante rubio de ojos azules nos atiende amablemente con un inconfundible acento alemán. Nos sorprende que un ciudadano de un pais tan desarrollado esté regentando un mísero boliche perdido en la selva, y mientras tomamos unas cervezas, nos cuenta, muy serio y convencido, sus razones.













-- He cumplido condena en el penal del Dorado, que habréis visto a las afueras, y he descubierto que el pueblo está construido sobre una enorme veta de oro. Espero el momento oportuno para volarlo. Mientras tanto, aquí me podréis encontrar...













-- ¿Piensas volar el pueblo?













-- ¡Claro!... ¿Cómo sino...?













En estas recónditas regiones, ricas en historias de tesoros y minas escondidas, es muy frecuente encontrarse con estos personajes, entre locos y soñadores en busca de fortuna. En este mismo penal cumplió condena el escritor Henry Charrier conocido como "Papillón" por su novela autobiográfica. Seguimos nuestro viaje y pasamos por caseríos de nativos aculturizados que han perdido sus tradiciones y visten a la occidental. A los pocos quilómetros nos cruzamos con un todo terreno, con una enorme cámara de televisión montada sobre un soporte tubular metálico. Los rubios personajes, al vernos, en vez de parar, quizás por miedo, aceleran bruscamente, y una nube de grava sale disparada contra nuestro parabrisas, que se desploma convertido en un mar de pequeños cristales que inunda asientos, paquetes y ropas. Seguro que en su documental no explicarán como huyeron asustados abandonando en plena selva a las víctimas de un accidente que ellos mismos provocaron.´
























Después de limpiar el interior del vehiculo, y nuestros mismos cuerpos de los punzantes vítreos elementos, seguimos viaje, pero sin parabrisas. El camino se hace más duro y la calzada más etrecha, encajada entre márgenes de arcillas deslizantes fijadas por espesas mallas de entretejidas raices formando una vegetal defensa de los márgenes terrosos contra la erosión de las aguas, y llegamos hast una misión donde sus religiosos reúnen a los indios "yanomamos" para educarlos e inculcarles nuestra cultura. Si pensamos que es inevitable la destrucción de su entorno por el hombre blanco, esta escuela puede ayudarles a su integración, pero si creemos que su entorno será respetado conservando la selva virgen, educar a lo occidental a la próxima generación de "yanomamos" significa la destrucción gratuita de su cultura, la más adaptada a su medionatural.













Nos recibe un misionero, vestido con tejanos de un descolorido azul y camisa del mismo color. Parece venezolano. Nos acompaña hasta un galpón con docenas de literas vacías. Dormimos, y a la mañana siguiente, vemos que han llegado familias indígenas, y asistimos a la misa que bajo un sencillo cubierto de paja, celebra el misionero frente a unos fieles muy especiales. Los cantos yanomamos son continuos, y el sermón ingenuo y excesivamente infantil. El sacerdote dice, paternalmente, en castellano.
























-- ¿Verdad que vosotros os queréis mucho?...¡Tú!... Esposo ¿Verdad que quieres mucho a tu mujer? ¡Y tú!... Mujer, ¿Verdad que quieres mucho a tu marido? ¿ Y a vuestros hijos? ¿Podríais decir cuanto os quereis?













Es sorprendente ver las caras de inocencia con que los presentes entrecruzan sus miradas.













--¡Pues bien! ¡Dios os quiere muchiiisimo más!...













Después del desayuno, deseamos agradecer sus atenciones y saludamos a los tímidos indígenas, pero a pesar de sus sonrisas tengo la triste sensación de que estamos frente a un grupo de personas desamparadas, pero debemos seguir.













Entramos en el corazón de la "Gran Sabana", su orografía es única en el mundo, las montañas llamadas "Tepuy" son elevaciones de piedra arenisca con la cumbre plana y con verticales y escarpadas laderas originadas por millones de años de erosión. En sus cumbres crecen especies que, por haberse reproducido totalmente aisladas, solo se encuentran alli. Las lluvias tropicales originan rios que, al no encontrar otra salida, caen al vacío en espectaculares cascadas. También encontramos enormes e inaccesibles agujeros que en su fondo contienen pequeños universos perdidos con especies animales y vegetales endémicas, únicas en el mundo.













La lluvia se hace persistente y acampamos en un promontorio junto a un lago. La tempestad nos cubre de negras y rápidas nubes que descargan con fuerza sobre pequeños árboles esquemáticos que cosidos por las ramas de otras plantas vecinas forman una deforme esponja de agua y masa vegetal.













Al dia siguiente hacemos un paseo cercade este lago de todos los tonos de azul rodeado por las ramas inclinadas de indescriptibles árboles tropicales que rozan suavemente sus inmóviles olas. Walter, el otro compañero, pide atención, y alzando el brazo nos señala el horizonte diciendo













-- ¡Ahí está el monte Roraima!













Su vista es espléndida, su altura de más de 2800 metros lo convierte en el más alto de la zona, y en él convergen las líneas fronterizas de tres países, Venezuela, Guayana, y Brasil.













Nuestra alimentación es a base de arepas, pequeños y redondos panes de harina de maiz rellenos de queso y atún que llevamos en conserva. Seguimos por una zona donde la selva hace que el aire pese y el camino transcurra por el interior de una interminable tubería formada por la vegetación que a trozos nos cubre totalmente con abundantes colgaduras y verdes lianas que caen desde la cúpula vegetal hasta la tierra fangosa cubierta parcialmente por líquenes y musgos saturados de humedad. Después de algunos pequeños contratiempos generados por rios sin puentes y solucionados utilizando eslingas, llegamos a Santa Elena de Guairén, población cercana a la frontera con Brasil, y mercado de la zona. Es un pueblo algo caótico, sin muchos servicios públicos. Varias veces ha sufrido la incursión de bandoleros brasileños que cruzan la frontera con intención de hacerse con alguna partida de diamantes. Aunque globalmente, Venezuela solo ocupa el octavo lugar entre los productores de diamantes, la mayor parte de la producción está en esta zona.













Decidimos partir y lo hacemos en avión junto a una expedición francesa. Desde Canaima seguimos a pie y en curiara. No muy lejos se divisan varias cascadas que salvamos pasando bajo la cortina de sus aguas. Después de dormir en una pequeño islote, remontamos el rio hasta divisar la mayor y más hermosa de las cascadas, el "Salto del Angel", morada de los diosesindígenas. Nos acercamos caminando. El rio recoge todas las aguas de las lluvias que caen en la planicie superior, y al encontrarse al borde del escarpado barranco, efectúa un salto al vacío de mil metros y cae sobre la selva virgen, ofreciendo un espectáculo maravilloso que no tiene comparación con ningún otro. Los venezolanos han sabido respetar el entorno, no hay ni carreteras, ni aereopuertos, solo las aguas del río, y su acceso no es fácil













En la facultad, los libros se venden solos, y durante mis numerosas horas sin trabajo me extasío con Led Zeppelin, Pink Floyd, King Krimson, Chicago.













Decido darme un respiro y vuelvo a alquilar una berlina, la lleno de libros y me dirijo a la Universidad de los Andes, en una zona montañosa cercana a la frontera con Colombia. En este viaje tenían que acompañarme varios amigos artistas y subir a una cumbre andina como el Pico Bolivar, y leer un manifiesto con ciertos tintes dadaistas para protestar por el exceso de convencionalismos seudoacademicistas en el arte actual y contra la influencia del mercantilismo y la excesiva presencia de tendencias no latinoamericanas. No fue posible. De todas formas me quedo con la semana artistica que organizaron en Caracas. Se trataba de crear obras fugaces de cortísima duración y que no quedara ningún rastro para asi imposibilitar su venta. Participaron todas las manifestaciones artisticas como el teatro, la música, la pintura, la escultura, el arte cirquense, el deporte artístico etc. con creaciones increibles, como musica con pelotas de pingpong rebotando sobre la pala pàra deleitarse con su musica , aperturas de bebidas gaseosas para deleitarse con el sonido del gas a presión. Mi aportación fue muy celebrada. Fui a una carnicería, me hice cortar grandes trozos de carne vacuna y sobre una mesa de mármol, hice una composición escultórica que representaba el cadaver del Che en Bolivia. Pero si he de ser sincero, formaba parte del grupo más por amistad que por ideología o convicción. Creo que el arte es una excusa que la persona creadora utiliza en el campo estético o imaginativo para experimentar formas incesantemente nuevas de comunicación estética o social y cuyo sentido varía según la estructura de la sociedad en la que se manifiesta. La obra de arte es una tentativa de comunicación generalmente fracasada por imposible.







Despues de montar una exposición y vender todos los libros, vuelvo de vacío y decido visitar a los indios Guajíros en la Peninsula Guajíra, mitad venezolana mitad colombiana. Bordeando un inmenso lago cubierto por las torres de centenares de pozos petrolíferos, y cruzando la moderna ciudad de Maracaibo, se llega a la tierra de estos indígenas, que , como yo, tienen doble nacionalidad, venezolana y colombiana. La frontera atraviesa sus tierras y aprovechan para cruzarla continuamente. Las mujeres visten una larga y amplia túnica estampada que utilizan para pasar el contrabando sin que se note. Podría decirse que son indios ricos, pero su organización por clanes es causa de continuas batallas a muerte. Su cultura, como la de otros pueblos, obliga al agraviado a vengarse. Al asesinato de un familiar, le sigue otro asesinato en venganza, y así durante generaciones. Cuando los españoles descubrieron esta zona se encontraron con poblados construidos con palafitos sobre el agua, y con canales en vez de calles, y la bautizaron como "Pequeña Venecia" o Venezuela.







U.S.A.







Sin libros, pero con dinero, decido cambiar de aires y compro un ticket de la línea norteamericana de autobuses Greyhound que solo puede obtenerse fuera de U.S.A. Es el primer año de su implantación experimental para potenciar el turismo y permite viajar por Estados Unidos, Canadá y México durante tres meses, sin limitación.







Aterrizamos en Miami, y mi concepto de medida se ve alterado, todo parece mayor, no obstante, la mentalidad de los adultos me parece algo distinta. Se interesan, ilusionan o enfadan por razones que a nosotros nos dejan indiferentes. Un adulto con su hijo, se me acercan con expresión de admiración, susurrando algo ininteligible, y luego se van. La escena se vuelve a repetir con dos jóvenes y observo que soy el blanco de numerosas miradas. Un pasajero me advierte de que me han confundido con un tal Mc. Claw, un personaje de una serie televisiva que galopa a caballo por la quinta avenida de New York. Entonces decido sacarme mi extravagante abrigo italiano, y todo vuelve a la normalidad. Es sorprendente la importancia que puede tener un simple bigote y un abrigo de estética extraña. La imagen puede crear más impacto que la palabra.







En Greyhound me entregan un talonario de billetes de viaje. Cuando se termine me entregarán otro y así hasta el tercer mes. Un pasajero me indica que cuando me vaya podré recuperar el dinero vendiendo el resto de talonarios en el mercado negro. La picaresca no tiene fronteras.







Miami es una ciudad eminentemente marítima, con largas playas y cayos coralinos unidos por puentes. Descubro diversos ambientes marcados por la presencia de algún conjunto hotelero singular, parque, o playa, o bien grupos de casas de estetica similar, pero sin vida propia . Autopistas y pasos elevados serpentean, separando barrios cuyo sello de identidad está muy relacionado con el poder adquisitivo de sus habitantes o por la etnia a la que pertenecen. En Estados Unidos, es frecuente que en los folletos informativos sobre un estado, ciudad o urbanización, se indique el porcentaje de residentes blancos, negros, hispanos,o asiaticos. El prejuicio racial todavía no ha desaparecido. Descubro un barrio habitado por cubanos exilados llamado "Little Cuba". Allí se respiran otros aires, calles estrechas y silenciosas plazoletas con bancos ocupados por gente mayor. En una terraza un grupo juega al dominó. Al saber que procedo de Venezuela, un trémulo viejecito de ojos vivos, piel canela y pelo blanco me muestra su anticomunismo. -- Mal país Venezuela, el comunismo está legalizado... ¿No serás comunista tú? Pregunta indignado...







No soy ni comunista ni me atrae la política, pero lo que el simpático viejecito no sabe, es que la legalización del partido comunista por el presidente democrata-cristiano Caldera formó parte de una inteligente maniobra de anmistia general por la que se consiguió la paz y la desaparición de los grupos guerrilleros, del terrorismo, atentados, emboscadas, muertes, asaltos a poblaciones, y raptos. Este político sabía que la mayoría de movimientos insurgentes se habían echado al monte en unas circunstancias sociopolíticas muy distintas a las de entonces, y en vez de seguir una inercia sin final dió un paso definitivo por la paz.







Decido partir para Jacksonville. El autobús corre silenciosamente por el húmedo asfalto entre bosques de desconocidas especies tropicales que junto a parques y jardines minimizan el impacto de los rascacielos situados en pequeñas zonas de las principales ciudades. Así es Jacksonville. Grandes rascacielos bordeando un enorme rio. Doy una vuelta por el centro y decido seguir mi viaje cruzando Georgia hasta la ciudad de Atlanta. Mi intención es recorrer Estados Unidos Canadá y México alternando autobuses nocturnos, con viajes diurnos. Tambien pienso hacer una corta visita a Fort Wayne para saludar a mi amigo Matallanes y a su esposa. En general, vaya donde vaya, encuentro amabilidad y ganas de ayudarme, aunque a veces, ellos ven las cosas desde otra óptica. Mi viaje continua plácido, y tengo la suerte de encontrar extrovertidos viajeros que me muestran las típicas mansiones sureñas con sus columnatas, antiguas cabañas de esclavos que todavía permanecen en pie en Georgia, cruzamos risueñas praderas, mientras voy rememorando escenas de "Lo que el viento se llevó". Inesperadamente, hacemos una pequeña parada en una luminosa y alegre población de casas dispersas y cuidado aspecto, con puertas barnizadas o lacadas de blanco y ventanas protegidas por maderas pintadas de luminosos tonos. No recuerdo su nombre pero sus calles han quedado grabadas en mi retina.







Al llegar a Atlanta con sus enormes y agobiantes edificios, sus multitudes lanzándose sobre nuestro autocar en busca de una plaza libre, y su caos urbanístico sieno que estoy en otro mundo totalmente distinto. No me apetece ni visitar la sede de Coca-Cola, ni sus museos sobre la guerra civil. Me basta con saber que fue totalmente arrasada durante la contienda. No quedó piedra sobre piedra.







Respecto a los norteamericanos confieso que todavía guardaba algunos estúpidos prejuicios, que los pasajeros del autobus se han encargado de desmentirme. Por suerte he caido en gracia a mis vecinos de butaca, y se muestran muy atentos y abiertos en sus comentarios.







Dejamos Georgia y entramos en el estado de Tennesse, por Chattanooga, al divisar la ciudad desde las alturas de las estribaciones de los Apalaches, se desata la euforia de mis vecinos viajeros y me invitan a participar en un improvisado coro.







There´s gonna be







A certain party at the station







Satin and lace







I used to call "funny face"







She´s gonna cry







Until I tell her that I´ll never roam







So Chattanooga choo choo







Won´t you choo cho me home?







Chattanooga choo choo







Won´t you choo choo me home?







Se trata de una canción tan popular que casi todos los pasajeros conocen. La gente, cuando la dejan tranquila, y no se deja comer el cerebro con demagogias políticas o religiosas, es igual en todos los paises del mundo, alegre y confiada.







Despues de dormir en un hotel de Menphis, cerca de la "Greyhound Bus Terminal" en el mismo centro, renuncio a ir cerca del aereopuerto, al sur de la ciudad, para acompañar a un grupo que se dirige a visitar "Graceland", la mansión de Elvis Presley. Prefiero captar y compartir el dia a dia de la gente corriente que visitar lugares excepcionales. No quiero recibir visiones sesgadas de la realidad, ni buscar el exotismo para hacerme la típica foto. Nunca he llevado cámara fotográfica.







Sigo mi viaje, y después de cruzar el estado de Kentuky, llego a Indiana, no tarda en aparecer el crudo y helado frío invernal con su blanca capa de nieve. Al fondo, numerosas chimeneas dejan escapar el húmedo aliento de sus humaredas que se suman al paisaje como una más de las nubes que cubren el horizonte. En Fort Wayne hay más de un metro de nieve. Me hospedo en un pequeño hotel situado en la misma estación de autobuses, y a la mañana siguiente intento llamar a mi amigo Matallanes, pero el número es incorrecto y no consigo contactar. Renuncio a seguir mi camino sin saludarlo, y decido ir a la dirección que me facilitó Pep. Es la de sus suegros, lo llaman y llega mi amigo, me lleva a su casa y pasamos unos dias inolvidables. Llego a conocer a mucha gente que a pesar de no conocerme, se muestran muy sinceros y amables conmigo..







Tengo que partir para, continuar mi viaje. Debería comprar regalos, pero creo que lo mejor es no comprar nada y despedirme cariñosamente y partir para New York.







Viajo de dia. la ruta es a través de inmensos campos sembrados de trigo, alrededor de edificios y graneros con cierta apariencia de factoría industrial, y a medida que me acerco a New York veo, con más frecuencia, algunos edificios antiguos, viejos puentes de hierro con enormes remaches, anunciándome que estoy entrando en el corazón de la vieja América. El autobús llega a Nueva York cruzando un largo puente. Al fondo los rascacielos, tan familiares de tanto verlos sin haber estado. Llevo una carta de un argentino residente en Caracas para una amiga. La llamo desde mi destartalado hotel situado en la misma terminar de Greyhound, cerca de la Central Station, pero al contarle donde me hospedo me responde que me encuentro en una zona muy mala.-- Dirty, very dirty... me dice, y quedamos que voy a visitarla en taxi. Es verdad, mientras camino por la vereda, paso frente a un gran número de indigentes, la mayoría alcohólicos, que tratan de llamar mi atención, gritándome --- Hey!! You man!! Come in!!.







Despues de cruzar Central , y Harlem, llegamos al Bronx, y el taxista no encuentra la calle, nos encontramos en una zona del barrio donde la muchas de las casas están derrumbadas o en ruinas por causa de la especulación inmobiliaria, parece que me encuentre en el Berlin el dia de su caída. Ahora comprendo las palabras de un amigo americano cuando lo acompañé por la ciudad vieja de Barcelona. Después de mostrarle casas y calles de siglos de antiguedad me contestó --- Tendríais que demoler todo el barrio para reconstruirlo de nuevo. Probablemente, dentro de unos años, esta zona marginal estara ocupada por nuevos inquilinos de mayor poder adquisitivo, y no lo reconocere. La mayor parte de las zonas residenciales estan cortadas por el mismo patron. Bellos chalets ajardinados entre avenidas arboladas con gusto. El ambiente es agradable y acogedor. Es el sueño americano.







Por fin encontramos una cabina telefónica, y nos cuentan como llegar. Se trata de un viejo edificio de apartamentos que en sus tiempos debía ser de lujo. En el hall de entrada, con las paredes cubiertas con grandes espejos con pátinas doradas, nos recibe un hispano con un anticuado uniforme de portero de hotel. -- Las chicas han salido, pero no tardarán. Sentado en un cómodo sofá observo como dejaron que este magnifico salón cristalizado se deteriorara. --- ¡Ahí llegan!, Grita, mostrando tres chicas que pasan como una exhalación subiendo al ascensor. Al llamar al piso, me abren la puerta con la cadena puesta, me identifico, y la chica, en vez de abrirme me susurra, muy asustada y susurrando frases algo incoherentes me coge la carta y me da con la puerta en las narices...







Es de noche, negra noche, gente salida del submundo de la ciudad, o quizás venidos de tierras lejanas del sur, se arrinconan bajo los soportales, entre cartones de cajas destripadas, mientras el omnipresente invierno les lanza helados soplidos que se cuelan entre las rendijas de sus frágiles guaridas. Ni los animales más indefensos están sentenciados a tal sufrimiento. En el peor de los nidos o guarida hay confort en forma de lechos de paja y rincones atemperados.







He visto la parte más negra de este pais, y deseo compensarlo con una pequeña vuelta turística por esta ciudad, en busca de su mundialmente conocida estética y rememorar su imagen más cinematogáfica. No soy amante del cartón piedra ni de las imágines de postal, pero hay que pasear por la Quinta Avenida, llegar hasta la Catedral de San Patrick y dar una vuelta por Rockefeler Center y su famosa pista de hielo, ahora decorada con temas navideños, su jardín, su restaurante en la cumbre, su observatorio, las pinturas de Sert, los bronces las esculturas, sus tiendas, el Radio City Music Hall, pero estoy solo, y no vale la pena seguir...







De vuelta al hotel, me acerco al bar para relajarme. La cerveza es de gran calidad. No tiene nada que envidiar a la europea. El camarero, un joven francés de Córcega, al conocer mi origen, y mi dominio de la lengua francesa, se muestra muy abierto y franco. Sus comentarios sobre América me dejan perplejo, aunque sepa lo que les suele ocurrir a muchos inmigrantes, que no pueden soportar sentirse desplazados, y debido a su falta de encaje en el pais de acogida, se convierten en criticos excesivamente duros. No le escucho ni un solo positivo. ¿Porque¨?. Trato de moderar sus pesimistas comentarios adoptando un tono jovial y optimista, pero él insiste. "Este pais es un inmenso crisol de pueblos, y por esa razón tratan de unirlos con un patriotismo exagerado que ensalza sus virtudes y les hace creer que son los mejores del mundo. Pero ser los más poderosos no significa ser los mejores. Su autosatisfacción, les hace perder algo de perspectiva respecto hacia otros pueblos. Veo que no puede reprimir su envidia, y que la normal añoranza a su patria ha adquirido sintomas enfermizos. Continuando con su diatriba, insiste Aqui, la cultura que prevalece es la del cowboy, cariñoso y dulce con su familia, pero un depredador para sus competidores. Su forma de comunicarse es a través de un lenguaje donde la violencia esta omnipresente en forma activa o subyacente... Hay que que competir continuamente, sin pausa. Es el reino del estrés. Le respondo que todavía no he podido captar las sensaciones de que me habla, pero que de todas formas, la actitud con la que muchas personas critican a su propio pais suele ser todavía más dura. Lo cierto es que en todas partes hay problemas, y encontrar la fórmula para solucionarlos no es fácil. Unos gobiernos tienden a solucionarlos con comprensión, otros con demagogia, y otros con represión. La gran ventaja de Estados Unidos es que los ciudadanos tienen muy asumida la mentalidad democrática y a pesar de que existan intentos de manipulación, los mecanismos de defensa democrática parecen funcionar correctamente, y cuando la situación lo exige, surgen potentes movimientos en amplias capas de la población, capaces incluso, de provocar la renuncia de politicos importantes. Las alianzas de grupos externos a la politica como los protestantes, los católicos, los mormones, los hispanos, los negros, afroamericanos, los judios, los homosexuales, los camioneros o simplemente las amas de casa para influir en sus decisiones es algo normal en este pais. Además cuentan con una gran red de universidades autónomas que actúan como motor del progreso científico, cultural, deportivo y social. Pero por cuatro dias que vamos a vivir, no vamos a pretender arreglar el mundo. Basta con leer su carta magna, para entender que me encuentro en un pais construido a traves de la democracia como valor esencial. Esto, tan claro y facil de ver para las personas sin prejuicios, me pregunto el porque muchas personas no lo quieren reconocer se olvidan facilmente y solo quieren ver la influencia que el caracter de los cowboys ha significado para la creacion de un falso mito, el del superhombre norteamericano forjado a traves de las peliculas de Holliwood. No obstante me ha parecido adivinar cierta dosis de hipocresia en su conducta y he encontrado numerosas contradicciones en la ideologia supuestamente predominante, basada más en el bien individual que en el colectivo, en la familia y en una supuesta fe en Dios, cuando la cruda realidad nos dice que la mayoria de matrimonios norteamericanos acaban en divorcio, que su indice de natalidad no es suficiente para garantizar el relevo generacional, a menos que se apoye en la inmigración, que aceptan monstruosas guerras para mantener su egemonia mundial, mientras que por otro lado aumentan de forma exagerada las importaciones de productos chinos y japonesses en detrimento de la producción nacional, los ahorradores invierten en el extranjero y dejan que sean los extranjeros que lo hagan en su pais. Otras contradicciones que no comprendo son las de origen religioso. Gran parte de la población es creacionista, ignorando las explicaciones que nos da la ciencia sobre nuestro origen, y su ignorancia en un hecho que la misma historia nos explica, el de que todas las ramas del cristianismo y todas las ramas del Islamismo son una misma religión , el judaismo, adaptada a cada pueblo y a cada cultura. Y aunque no nos guste, las religiones o bien derivan del judaismo (monoteistas), o del chamanismo (personificación de las fuerzas de la naturaleza o las fuerzas de nuestro propio cuerpo).







Este es el preámbulo de la declaración de la independencia de EEUU







...Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se vuelva destructora de estos principios,el pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que base sus cimientos en dichos principios, y que organice sus poderes en forma tal que a ellos les parezca más probable que genere su seguridad y felicidad. La prudencia, claro está, aconsejará que los gobiernos establecidos hace mucho tiempo no se cambien por motivos leves y transitorios; y, de acuerdo con esto, toda la experiencia ha demostrado que la humanidad está más dispuesta a sufrir, mientras los males sean tolerables, que a hacerse justicia mediante la abolición de las formas a las que está acostumbrada. Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, que persigue invariablemente el mismo objetivo, evidencia el designio de someterlos bajo un despotismo absoluto, es el derecho de ellos, es el deber de ellos, derrocar ese gobierno y proveer nuevas salvaguardas para su futura seguridad...







Tengo la impresión de que, la mayoria de americanos, creen que el ser humano es esencialmente bueno, y que el mal existe como un ente abstracto aislado que puede ser derrotado y erradicado, como se hace con las enfermedades, por medio de la religión o por la fuerza politica y económica, sin tener en cuenta que según la corriente filosófica mayoritaria hoy en dia, el mal existe como consecuencia de la existencia del bien. Forman parte de nosotros, conviven en nuestro interior y uno es el origen del otro. Por ser basicamente unos seres sociales muy gregarios, nuestro entorno puede influenciar en que de forma inesperada en unos momentos seamos buenos y en otros momentos un poco o muy malas personas .







Observo que en este pais, la sobrevaloración de su propio poder y de sus posibilidades para solucionar conflictos, les lleva a continuas y peligrosas guerras y a sufrir sus terribles consecuencias, que, una vez convertidas en super hazañas, pasan a formar parte de su simbología patriótica, sin pararse a pensar que para erradicar un supuesto mal tienen que hacer maldades. Lo mismo ocurre, aunque a otro nivel, con los fanáticos religiosos. Las guerras santas y las cruzadas religiosas, son claros ejemplos de como se asesina en nombre del bien.







Recuerdo mi pasada visita a la selva peruana y siento curiosidad de conocer la sede del "Instituto del Lenguaje" y del "Cuerpo de Paz". Sus oficinas están en unas de las plantas del "Trade Center", en el "Down Town. Voy en subte con el vagón lleno de gente cansada mostrando rostros de aceptación de su gris destino ya marcado hace años. Es un tren metropolitano cubierto de multicolores graffitis, en la ciudad más cosmopolita del universo, y sin salir a la calle, cruzo el inmenso hall subrerráneo de una de las torres gemelas, que como otros edificios del Down Town, esconden el mar a una gran multitud que sube y baja en los numerosos ascensores de alta velocidad. Empleados de uniforme canalizan a los visitantes, y uno me pregunta donde quiero ir, y después de consultar su ordenador, me señala el ascensor y el piso correcto. Pero al llegar a la planta del "Cuerpo" me sorprende el contraste. En un edificio supermoderno, choca que el acceso a sus oficinas sea a través de un estrecho corredor de archivadores metálicos muy viejos y despintados, cubiertos de pegatinas, dificultando el paso a unas oficinas de reducidísimas dimensiones, situadas a ambos lados, con mesas desbordando desordenados papeles. A la señorita que me atiende, le pregunto como hacerse miembro, y me entrega unos formularios para rellenar junto con muchos folletos de propaganda. Satisfecha mi curiosidad, a la salida, los tiro a una papelera del sótano para poder comprar, en la librería del metro, unos espectaculares libros magnificamente editados en grandes volúmenes a todo color apilados en el suelo en montones de medio metro, y a dólar el volumen. Lástima que tenga que pasearlos por medio continente, pero, pienso utilizarlos para regalar a gente que conozca durante el viaje. Tengo hambre y paseo por las calles, pero tengo suerte, es una zona con muchos bares y cafeterías. Otra vez evitan que me exprese en inglés, hay muchos hispanos... Dicen que New York no tiene nada que ver con el verdadero "American way of life" es una ciudad muy cosmopolita, y considerada como capital del mundo y ciudad universal más que una ciudad americana. La perspectiva sin final de sus calles encajonadas entre inmensos bloques de cemento me impresiona más que sus emblemáticos rascacielos.







Me dirijo a Washington pasando por Filadelfia, hermosa ciudad con aires algo británicos y que supone un contraste al cosmopolitismo vivido en New York, pero doy una paseo y decido seguir.







Llego a Washington por la terminal de autobuses, en pleno centro monumental, paseo por sus calles. Gigantes con alma de niño exhibiéndose ante grupos de secretarias que comen su refrigerio diario sentadas en bancos y escaleras, mientras otras se relajan tratando de eliminar la acumulación de estrés. El entorno arquitectónico es muy distinto al de otras ciudades. Es como si hubieran intentado reconstruir otra Roma, como nueva capital imperial, centro del poder político y militar y lugar para honrar a sus héroes con colosales monumentos de inspiración clásica. El obelísco en honor a Washington, el monumento a Lincoln, el de Jefferson, el monumental cementerio militar, el edificio del Congreso, todos de grandes dimensiones, hermoso visto de lejos, pero agobiante de cerca. Demasiados monumentos titánicos y suntuosos edificios que me convierten en menudo e insignificante frente a monstruosos capiteles que como en los relatos kafkianos parecen aplastarme con su pesada perfección. Más perdido no puedo estar. Veo un predicador subido en una especie de tarima de madera; me impresionan sus ojos desorbitados y su rostro desencajado mientras se limpia el sudor con un pañuelo mojado. Su sermón es a gritos, a los que pretende dar cierto énfasis y mientras va señalando a cada uno de los oyentes, dice -- The devil is inside you, and you, and you...The devil is in the abortion... The devil is in the free sex... The devil is in the communist ideas ... We must to destroy the devil ... With guns, if necesary.... We must to kill the devil ...¡ OH MY GOD ! ..... Veo que en este pais hoy mucho sonado que cree que el demonio se encuentra en todas partes; pero más en los cuerpos de sus enemigos y los que no piensan como ellos. Este tipo de gente acostumbran a ser muy simpaticos y cordiales, pero en cualquier momento, según sea lo que hagas o lo que digas, puedes provocar que se dispare su vena violenta... Me pregunto porque se han hecho tantas guerras y crimenes en nombre de Dios, y porqué, con la excusa de mejorar el mundo y luchar contra un supuesto mal, la mayoría de las religiones han luchado entre ellas mismas y contra muchos otros. Me viene a la memoria la guerra de los treinta años, entre catolicos y protestantes, en la que murió la mitad de la población de Alemania, en otras guerras, cruzadas, guerras santas, inquisiciones... Mejor sería que se olvidaran del diablo y se preocuparan más del hombre y de la mujer; de su felicidad, de su libertad, y en definitiva, como predicaba Jesucristo; en hacer el bien sin mirar a quien... Pero, ¿quien soy yo para juzgar a los demás? Aunque desearía que no existieran atentados ni bombas en nombre de ninguna religión, patria o ideología. Pero no he venido aqui para arreglar sus problemas. Que se preocupen ellos; quiero disfrutar y gozar de sus bondades, pero estoy sin fuerzas ni medios para orientarme y como uno más del rebaño humano, voy siguiendo a la multitud y me estoy convirtiendo en el típico turista sin rumbo entre ciudadanos que parecen tener muy claro donde van y porqué. Agotado de tanto caminar y no conocer a nadie, me he desprendido de la poca energía que me quedaba. Nunca había sentido esta desagradable sensación, las circunstancias me han superado, y como una piltrafa humana, mi mente está saturada de religión, política y patriotismo. Aunque mis piernas tiemblan de puro cansancio, siento la necesidad de otro largo viaje para huir, cambiar de aires, y contactar con gente, y no con frías piedras. Para mi propio bien y de mi salud mental, decido salir, y hacer una escapada a Canadá con Greyhound. Mientras me ducho en el hotel me imagino a mi mismo, en algún lugar de Montreal cantando alegres canciones, riendo y bailando con bellas chicas. Lamentablemente, exceptuando un par de dias con Matallanes, todavía no he logrado contactar con la América más alegre, y espero hacerlo en Canadá. La alegría es tan importante como el trabajo. Por cierto que nunca he llegado a comprender la tristeza y el sentido trágico de los movimientos filosóficos y de las religiones en particular. La mayoría son oscuras formas de ver el mundo que no necesariamente tendrían que ser tan tristes y negativas.







Intentando ser justo, estoy obligado a decir que el sueño americano de conseguir la deseada libertad para el individuo me parece mil veces mejor que el sueño español de conseguir la uniformidad y la aburrida igualdad por decreto, sin dar opcion a que se desarrolle la geniealidad. A los genios los machacamos, en USA los encumbran. En eso USA nos gana por goleada. Tenemos la tendencia en ponernos en manos de papa gogierno para que nos quite la nieve que cubre la entrada de casa y en cambio, en este pais se espabilan y lo hacen ellos mismos







CANADA







Después de cruzar la frontera por la zona canadiense de Quebec, y a pesar de encontrarme en un estado de lengua francesa, tengo la sensación de estar , todavía, en el mismo país, solo la bandera significa un cambio de ambiente. El paisaje es tranquilo y amable, el aire frío y húmedo. Cruzamos un territorio boscoso de coníferas, completamente llano, salpicado por pequeñas poblaciones y blancas casas de madera cubiertas por la nieve, que harían las delicias del tipico turista meridional en busca del exotismo estético. Pero mi mente no solo está sedienta de estética superficial. Lo que más me interesa es conocer como viven las personas, donde encuentran la felicidad o cuales son sus miedos. Creo en la positiva influencia de la estética, pero a pesar de su importancia no puede convertirse,en una simple excusa para apaciguar nuestros sentimientos más profundos. Aquellos que mantenemos escondidos en el fondo de nuestro corazón, y que tanto nos cuesta sacar a la luz. Viajar con curiosidad y ojos de poeta, es uno de los mayores placeres que nos da la vida, aunque, sin darnos cuenta, vamos en busca de una realidad que ya no existe, pero que forma parte de la imagen mental que guardamos de los lugares donde nunca hemos estado, y que actúa como filtro de la realidad y a favor de nuestros prejuicios.







Sentado en la ventanilla del bus, mientras desfilan imagenes en flash, recuerdo frases escuchadas en el pais vecino. Por primera vez, una persona hablando de los negros, me hizo sentir distinto, pues en su intento de clasificar a los demás nos clasificó a nosotros mismos Decia: Los negros están en contra de nuestra forma de vida. Quieren ser distintos. Formar un mundo aparte. Están en rebeldía. Te voy a confesar una cosa, Enrique. Para mi, los negros son todos iguales. No los acepto. Soy amiga de aquellos que me han demostrado que son merecedores de mi amistad. Y son muchos. Enrique, son muchos mis amigos negros... Le respondí que muchas de las tácticas o métodos utilizados para simplificar nuestras relaciones con los demás, son muy injustos. Me dió la impresión de que no comprendía mi mensaje.







A mi llegada a Montreal, en el mismo Down Town, me veo rodeado de altas torres para bancos y oficinas, pero gracias a los consejos de una "madame" completamente cubierta de ropa de abrigo, excepto los ojos, me dirijo a los alrededores de la Place Jaques Cartier, en el puerto viejo. Se trata de un paseo con muchos bares y cafeterias con mesas al aire libre, y en las calles vecinas, edificios más antiguos y calles más estrechas, que a trozos, lucen una estética algo francesa, que me recuerda a algunas calles de poblaciones de Bretaña o de Normandía, pero a trozos aparecen, solares con derribos, peligrosa avanzadilla de los macroedificios vecinos que amenazan con destruir este pequeño barrio.







En un cartel pegado en la ventana de un bar, y bajo el dibujo de un velero navegando en un mar muy azul, anuncian "RICARD apéritif anisé". Me apetece tomar un pastis, comodamente sentado, mientras observo como jóvenes excursionistas desfilan en pequeños grupos, portando fardos con sus esquís, y gente variopinta paseando sin rumbo fijo. Estamos lejos de los edificios donde tienen su sede las principales empresas de Quebec.







Me presentan a un gallego cuarentón, de baja estatura, piernas cortas y mirada distante; me dedica algo de su tiempo, y con voz tan baja como un susurro, trata de convencerme de que cambie mis planes de viajar hasta Québec. Quisiera conocer el famoso Chateau, su enorme, famosa y emblemática construcción, pero como si mi ilusión y alegria le pesaran como una losa, se dedicó a cortar sistemáticamente cada una de mis expresiones de entusiasmo envolviendo mis oidos con fustrantes frases de desánimo, que bajo la excusa de un supuesto sentido común escondían una desmesurada envidia quasi patológica. Me recomienda que vuelva sobre mis pasos hacia el sur. Veo que además de envidia, sufre del mismo mal de otros emigrantes que he conocido. Mi nuevo amigo es marinero de profesión, pero está aqui forzado por las circunstancias, por la necesidad de dinero, y a pesar de que lo está ganando y acumulando una pequeña fortuna, está amargado por la perdida de su juventud y por la añoranza de su terruño, con sensaciones parecidas a las de un prisionero que además ha sido capado. Por suerte, a mi no me pasó lo mismo en Uruguay. Me integré y cuando la ocasión lo permitía traté de ser feliz. Por suerte, pronto aprendí que, con frecuencia, muchos de nuestros deseos de conseguir algo, existen por la única razón de que los demás tambien lo desean, y que desengancharse de esta perversión emocional te hace libre y ves un mundo a tu medida. Admiro la fuerza de voluntad de estos emigrantes que soportan largas jornadas de duro trabajo cortando árboles, bajo gélidas temperaturas, o aislados en plataformas petrolíferas, o faenando en alta mar bajo olas embravecidas frente las costas de Groenlandia, para volver con el dinero suficiente para establecerse por su cuenta. Aunque complacerse en la autocompasión no es muy práctico y la solución, muy fácil. Cuando comas pescado, no llores por carecer de carne. Es infantil. Por cierto, que los españoles que viven en el extranjero consumen más jamón que cualquier español de la peninsula. El jamón se ha convertido en manjar de culto...







Desde el puente mayor, sobre las aguas del San Lorenzo, disfruto, absorto, de un espectacular panorama. El rio se divide creando multitud de islas y canales que cercan a la gran ciudad, que de lejos, parece totalmente cubierta por construcciones de cemento, aluminio y cristal. Debe ser magnífico viajar en barco hasta Québec. Este era mi primer deseo, pero por culpa del amigo gallego he perdido la ilusión y para mi, viajar sin magia no vale la pena. Decido volver atrás. Solo estoy a unas treinta y cinco millas de la frantera con USA, y la ciudad de Québec se encuentra unas cinco veces más lejos. Pero muchísimo más lejos se encuentran los estados de Columbia y Alberta. En un principio, mi plan era seguir hasta Québec y cruzar Canadá hasta Cagliary para recorrer los parques naturales que separan ambos estados y volver a USA por el parque fronterizo de Waterton Glaciar International Peace Park, y seguir hasta Yellowstone national Park en Wyoming, y de allí a Cody, ciudad de Bufalo Bill, para recorrer las numerosas reservas indias de la zona y terminar en Mexico. Me resigno y mientras estudio mi camino de vuelta decido visitar una obras y pedir trabajo. Sorprendentemente, el capataz, me mira fijamente a los ojos y con una sonrisa burlona me promete trabajo si consigo afiliarme al sindicato de la construcción. Como en estados unidos, algunos sindicatos canadienses controlan quien puede y quien no puede trabajar; es una de las maneras de evitar que la competencia desleal de trabajadores con sueldos más bajos provoque que el paro aumente entre sus asociados.







Con una mezcla de desaliento y esperanza, dejo este pais sin apenas conocerlo; no he visitado el oeste canadiense, su zona más bella, ni las cataratas del Niágara a pesar de haber pasado muy cerca. En la estación de Greyhound decido prescindir de una noche de hotel viajando hacia el sur en un bus nocturno; esta solución me permite ahorrar algunos dólares sustituyendo la cama por una confortable butaca de autobus y cenar economica y abundantemente en alguna de las paradas en ruta. Así, cuando despierto, en vez de tener que enfrontarme con los trámites hoteleros previos al viaje, ya me encuentro en pleno centro de mi destino, listo para dejar el equipaje en consigna de la estación e iniciar mi paseo por la ciudad. No obstante, cuando quiero reponer fuerzas y gozar de un baño caliente, lo hafo en algún hotel, y el placer, por su excepcionalidad, es mucho mayor que si lo hiciera rutinariamente. Para disfrutar plenamente de algo, antes hay que desearlo con fuerza. En mi equipaje llevo distintas mudas que lavo introduciendo una moneda en alguna lavanderia publica de las que tanto proliferan en este pais, y siempre voy muy limpio y aseado. Tengo muda muy "casual" a base de " jeans " y gruesos "jerseys", y para las "ocasiones" ropa italiana de marca. Si de mi dependiera, para sentirme cómodo, iria siempre con "jeans" , pero en la sociedad actual todavia se considera una falta de respeto no vestir según dicten las normas.







Mientras el autobús se dirige hacia la frontera, recuerdo las palabras del inmigrante gallego que conocí en Montreal. -- Pronto se celebrará otro plesbiticio para decidir si Quebec desea la independencia o continuar unidos a Canadá, pero como pasó en la última consulta, creo que la mayoría votará no por miedo a que la economía se resienta...!Claro¡ El corazón suele estar lejos del bolsillo...Parecía feliz de que sus anfitriones no consiguieran realizar sus sueños. Según me habia confesado no tenía ningun tipo de resentimiento hacia los canadienses, ni los hacía responsables por encontrarse lejos de su Galicia natal. Pero quizás no era consciente de su envidia por lo afortunados que eran sus huespedes canadienses. De su nivel económico, por su organización federal, multinacional y multiétnica. No obstante, a pesar del magnifico ejemplo de Canadá, creo que es un error pensar que el modelo canadiense o el norteamericano se pueden universalizar sin grandes traumas. La triste realidad nos demuestra lo dificil que resulta unir a distintas etnias y grupos religiosos sin desatar salvajes conflictos con las correspondientes limpiezas étnicas. La libertad de los pueblos pasa por su derecho a vivir de forma independiente,







DEAMBULANDO POR USA Y MEXICO







Vuelvo a entrar a USA en un autobus de Greyhound, con la intención de cruzar este inmenso pais de norte a sur y de este a oeste: mi destino es Mexico. Recorrer miles de kilometros en autobus, por obligación , no se lo recomiendo a nadie, pero en mi caso se trata de una experiencia más. Es como el que bate un record deportivo. ¿Porqué lo hace? ¿Compensa tanto esfuerzo? El ser humano en una continua contradicción, entre lo que desea hacer y lo que hace en realidad, que al fin y al cabo, está más en relación con los demás que con uno mismo. Muchos dicen que se trata de probarse uno mismo, de encontrarse, de conocerse... Yo diría que en una gran parte de cualquiera de estas razones existe la necesidad de nuestro ego de agradar o de impresionar a los demás. Vivimos en un mundo de imagenes prefabricadas y no tenemos en cuenta que una ficcion demasiado constante acaba creando una realidad imitada, Somos tan gregarios que hay quien hace tremendos esfuerzos y sacrificios para parecerse a los cliches que parecen mas aceptables por la sociedad de aquel momento. Naturalmente, pronto seran anticuados. De otra epoca ya pasada. Todos en su dia seremos o hemos sido unos anticuados.







Nuestro autobus va recorriendo uno tras otro, su recorrido entre ciudades. El paisaje no sufre cambios bruscos, pero, en cada millar kilometros se nota la desaparición de algunas especies vegetales y la aparición de nuevos habitats. En cambio, las ciudades repiten modelos urbanos muy parecidos. Lo siento por mis amigos norteamericanos, pero si he de ser franco, y remarcando que solo se trata de mi opinion personal, exceptuando algunas ciudades como New York, Washington, o San Francisco y algunos barrios como el barrio frances de New Orleans, una gran parte de las grandes zonas de este inmenso pais son muy monotonas y aburridas. Centros a base de rascacielos de vidrio y metal, siguiendo el estilo de Mies Van der Rohe, rodeados por miles y miles de casas unifamiliares todas muy parecidas, rodeadas de su jardin en amplias calles desangeladas en la que algunos coches circulan rumbo a los mismos Shopping Centers, a las mismas Burgers, a las mismas Pizzerias, todo muy amplio y espacioso para que quepan los automoviles, y donde el peaton es un extraño. O grandes zonas parecidas a nuestros poligonos industriales, convertidas en centros comerciales. Nada destacable .Todo muy convencional. Fuera de las grandes ciudades, las personas me dan la impresion de que piensan y actuan de forma bastante parecida siguiendo unos canones que definiria como muy convencionales. Hay que guardar las formas. Pertenecer y ser activo en tu comunidad religiosa es importante para ser respetado. La mayoria de los grupos religiosos son protestantes, bastante abiertos a evolucionar en sus formas externas pero muy reacios a evolucionar en sus conceptos de fondo. Lo unico destacable de este largo y aburrido viaje, fue la forma en que entablé amistad con unos musicos de jazz. Medio dormiscaba, cuando noté en mi nuca la sensación de que alguien me estaba hiriendo; me di vuelta y vi los ojos penetrantes del rostro de un hombre de color apoyado en el respaldo de mi butaca. Al ver mi actitud me saludó con un Hey!.Le devolví el saludo; y a partir de este momento intercambiamos todo tipo de información y colaboramos para hacernos el viaje más llevadero. Pero siempre he recordado la extraña sensación que tuve en la nuca; todavía no he encontrado explicación alguna.







Por fin llegamos a la Capital Federal azteca, en un lugar alucinante; la plaza Garibaldi. Terminal de autobuses, mercado público, y centro lúdico, con restaurantes, pulperias, y todo tipo de lugares de ocio. Multitud de indigenas y campesinos ,con sus blancos trajes de fiesta, pasean por la plaza, mientras otros esperan. Decenas de conjuntos de mariachis tocando sus melodias frente a los bancos de la plaza ocupados por familias o parejas de enamorados escuchando ,por unas monedas, abrazados, la canción de su vida. Decido ir a comer en las pulperias del mercado ; las numerosas mesas de marmol están a rebosar de gente. Me acerco a una gran barra y pido un tequila. Un hombrecito con sintomas de embriagadez, de apariencia mayor, aunque seguramente, no pase de los cuarenta, se me acerca demasiado, llegando a apoyar su hombro sobre el mio. Me mira pero creo que no me ve, y me susurra. - No me gustas -- Luego, me grita, -- Te haré maldades-- Observo su rostro demacrado y la debilidad de su cuerpo, y decido usar la sicología. Pido otro tequila para él, pero contrariamente a mis planes, ahora tampoco me deja, porque me he convertido en su nuevo amigo; y lo que supera todo lo esperado, es que, entonces, llama a un conjunto de mariachis y sorprendemente, mientras les da dinero, grita con alegría desbordada -- Ahí y ahora, para mi amigo, le van a cantar la mejor de sus canciones... ! Que digan que estoy dormido, y que me traigan aqui, México lindo y querido, si muero lejos de tí ¡ ...







Lo acompaño en sus canciones, y decido despreocuparme de si parezco un borracho o un ingenuo; me siento joven y quiero aprovechar los momentos de alegria que me brinda la vida, saboreando cada minuto y cada segundo. Injustamente, lo quería evitar, y este inesperado amigo mexicano me ha regalado con uno de los buenos momentos de mi viaje. Cuando llegue a la vejez ya tendré mis oportunidades para refunfuñar...







Siguiendo a una variopinta multitud de transeuntes, desembocamos en un inmenso espacio abierto ; es la plaza del Zócalo. Estoy a pocos metros de la catedral, un poco ladeada por la débil consistencia del suelo, el Palacio Nacional y el Ayuntamiento estan cerca. Este espacio, en época azteca, era una isla del gran lago Texcoco. Aqui se concentraban los templos más importantes de su antigua capital Tenochtitlán. Aún se pueden ver los restos de un templo azteca, pero, desgraciadamente, como sucede en Venecia, la ciudad se está hundiendo por su propio peso y por los sedimentos acuosos del antiguo lago situados bajo los fundamentos de sus construcciones.







Mi hotel,está en el Paseo de la Reforma, muy cerca de una rotonda que rodea un monumento con gigantescas figuras de bronce; reigido, quizás para glorificar el patriotismo de algún personaje histórico. Mundialmente famosa, esta avenida interminable, la más larga del mundo, según dicen, no me aporta nada; todo es idéntico a otros paseos de otras ciudades como Buenos Aires, Madrid, o Lisboa. Mis sensaciones son iguales. Ruido de tráfico, amplias aceras, las mismas tiendas, los mismos objetos, el mismo olor a gasolina, las mismas agotadoras distancias, y lo que es peor, la misma monotonía. Realmente, las megalópolis no son para mi. No entiendo como pueden gustar a alguien. Prefiero los pueblos con pequeñas y silenciosas calles, oliendo aromas comestibles, donde puedan escucharse susurros y suspiros.







Vuelvo a encontrarme con el alma del pueblo mexicano en los jardines flotantes de Xoximilco. Familias enteras, parejas de enamorados, y simples turistas se deslizan en floridas barcazas por lo que queda de los antiguos canales de la primitiva ciudad de los aztecas, mientras los mariachis que les acompañan o desde otras floridas barcazas que avanzan ocupadas por orquestas, les cantan las canciones de su vida. Aqui se siente el alma de este pueblo, mitad español, mitad indio, soñador y pendenciero, romántico y machista.







Después de visitar el palacio-castillo de Chapultepec, desciendo al parque del mismo nombre, y vuelvo a verme rodeado de música y comida. Los manjares callejeros, son excesivamente picantes y grasientos. Es sorprendente la cantidad de gente que come en la calle, y cuando se me ocurre ir al cine, en plena proyección, noto que todas las personas cercanas no están comiendo palomitas, sino que están cenando. Se despierta mi apetito, salgo un momento de la sala y vuelvo con un gran choclo, o mazorca de maiz tierno, calentito y recién hervido por el ambulante de la esquina y lo devoro sin reparo alguno...







He disfrutado en mi visita al histórico castillo de Chapultepec y decido volver. Realmente no se trata de una fortaleza, ni de un gran palacio; es un pequeño y hermoso palacete rodeado de un gran parque, situado al final del Paseo de la Reforma. Para los antiguos aztecas, las colinas eran lugares sagrados, y aquí se encontraba un lugar de culto que los españoles sustituyeron por una iglesia. Mas tarde, construyeron una fortaleza que luego fue convertida en escuela militar. Justamente aquí fue donde, después de un breve sitio, las tropas norteamericanas, después de haber ocupado el estado mexicano de Texas conquistaron el castillo y se apoderaron de la mitad del territorio mexicano; lo que hoy son los estados de California, Nuevo Mexico, Arizona, Utha, Colorado y Texas. Luego, junto al castillo, se edificó un palacio que sirvió de residencia del emperador Maximiliano, y otros gobernantes que le sucedieron. Hoy, en estas salas palaciegas que recuerdan los salones de las cortes europeas de antaño, se encuentra el Museo de Historia Nacional. En sus paredes, cuelgan centenares de fotos de la revolución, de los miticos Emiliano Zapata, de Pancho Villa, de los federales, y de tantos personajes inmortalizados por Hollywood.







La revolución mexicana estalló por la acumulación de una serie de circunstancias. Las guerras, que en toda Sudamérica y en España enfrentaron conservadores contra liberales, en este pais provocó la toma del poder por Porfirio Díaz, y la vuelta a casa de miles de soldados de origen campesino, que al no encontrar trabajo en las grandes haciendas, fueron a engrosar las filas del bandolerismo, que a su vez, volvió a engrosarse con los desplazados por la politica de de las tierras comunales a las grandes empresas de exportación y a los grandes terratenientes. Se produjo un cambio radical en la producción agricola, dejando de producir alimentos para el consumo interior, y producir de cara a la exportación, originando una gran escasez de alimentos que junto con la politica de los terratenientes de absorción de parcelas provocó un gran aumento del número de campesinos famélicos y sin tierra. Las rebeliones en el campo eran continuas, y las acciones de los bandoleros cada vez más temibles. Para combatirlos, Porfirio Diaz creó un cuerpo represivo para el campo, los "rurales", equivalente a la guardia civil española. Los partidarios de Madero eran contrarios a un nuevo mandato de Porfirio Diaz y con el apoyo de pequeños propietarios y de bandolesros del norte como Pancho Villa y del sur como Emiliano Zapata, iniciaron lo que hoy conocemos como la revolución mexicana. Pero su triunfo provocó la llegada al poder de los enemigos de los bandoleros. Huerta inició una larga época caracterizada por el monopolio del poder por un unico partido y el progresivo aumento de la corrupción que ha llegado hasta nuestros dias.







El inmenso parque que rodea el palacio, pequeño, comparado con la ciudad, actúa como pulmón descompensado de esta colosal urbe de entre veinte y treinta millones de almas; más de la mitad de la población de España. En este bello parque destacan especies de enormes árboles autóctonos entre las sedantes aguas de pequeñas lagunas. Mis piernas se están quejando y encuentro un banco con espacio libre, en parte ocupado por una pareja muy joven que están comiendo rodajas de piña. Les pregunto donde las han comprado.
--Ahí nomás...







--¿Son Vdes. de la capital?--







Ella no puede reprimir su risa, y me pregunta -- ¿Tú no eres de acá, verdad?







Cuando les aclaro mi origen y la razón de mi estancia, ella me da un pedazo de su piña, diciendo -- En el museo arqueológico nacional hay múltiples atractivos que nadie debería perderse, pero no deberías viajar solo ¿No tienes a nadie?... ¿Ninguna chica que te acompañe...Mexico es un pais para los enamorados. Cuando te cases, fijo que vas a venir con tu chica aquí...







El tiempo me ha pasado volando junto a esta hermosa pareja, y no quiero dejar su pais sin antes visitar las pirámides de Tula, que contrariamente a las de Egipto no son tumbas sino templos. México es un bello y variado pais, pero como en otros paises de este continente, las distancias son enormes. Por cierto que la "x" su nombre se pronuncia "j"; en el castellano antiguo se utilizaba la "x"en vez de la "j" pero se pronunciaba igual, como Ximenes, Xeres, Mexico, Quixote, etc.







Gracias Mexico por haberme mostrado tu alma.







DEAMBULANDO POR LIMA Y ECUADOR







Me ha gustado viajar en autobus y decido volar hasta Lima para seguir hasta Caracas por tierra cruzando Ecuador y Colombia.







Despues de una serie de peripecias sin importancia, tengo que esperar que me envien dinero desde Caracas. Una vez en la habitación del hotel, decido llamar a mi amigo Jaime, que me sorprende con una oferta que no puedo rechazar -- Mientras esperas la llegada de tu dinero, no puedes acumular gastos de hotel. De momento, por las noches, podrias usar mi coche para trabajar como taxista. En Perú, cualquier particular puede utilizar su automovil como taxi, aunque sea solo para su recorrido diario al trabajo. Basta con poner un letrero visible indicando la ruta o el destino. El importe se paga entre todos los pasajeros. Mi ruta es desde Miraflores hasta la Plaza San Martín, ida y vuelta. ¡Que importante es contar con amigos! Recuerdo un escrito genial de Josep Pla donde dice.: sic. Tinguin amics i menjaran. Vull dir que si vostés es decideisen d´anar, uns dies, de la Ceca a la Meca, procurin envoltarse d´un camp magnètic que els permeti ésser imantats per l´amistad personal. Del contrari, val mes no moure´s de casa. Salvat rares excepcions, patiran. En aquest país, l´unica cosa realment important és tenir amics, perqué la vida humana no està mai collocada ni sobre la justícia, ni sobre la legalitat, ni sobre els deures mutus que la convivencia exigiria. Aci tot està basat en els capricis de l´amistat i en les velleïtats de la simpatia, ¡ Qui vulgui saber més que vagi a Salamanca. sic. Yo añadiría que están muy equivocados los que creen que mostrando su agresividad y poder ganarán influencia, pues la antipatía suele generar el efecto espejo, devolviendo, en contra, los sentimientos proyectados. Hay que integrarse al entorno con simpatia, sin menospreciar a nadie, de lo contrario es muy dificil prosperar y ser feliz.







Al llegar a Guayaquil, estoy eufórico, paseo por sus calles, me parecen más bellas, y a su población con un porcentaje mayor de gente de origen africano, aunque en este pais multiétnico, el mayor grupo es el de origen quechua. Andando en un hermoso y arbolado paseo cerca del rio, veo que, por la marea, sus aguas llevan flotando ramas y troncos en dirección opuesta al mar.







Llamo a mi amigo Juan Bofill, que además de delegado de varias editoriales, es el corresponsal de la agencia France Presse. Voy a su casa en Andrés Marin 211, un barrio periférico, y a medida que mi taxi avanza, las viviendas van perdiendo empaque para quedarse con la dignidad, pero a las pocas cuadras, la pierden para quedarse en la pura provisionalidad. Pequeñas y vetustas casas mal encaladas, viejos y carcomidos tablones unidos por descompuestos travesaños sin conseguir formar paredes por los numerosos intersticios que violan la intimidad de sus modestos ocupantes. El paso del tiempo, aliado al clima tropical, ha dejado negras lenguas de humedad en puertas y fachadas. Niños semidesnudos rodean a jóvenes madres premeturamente envejecidas. Llegamos al pie de la enorme antena que mi amigo tiene en su jardin para la transmisión de sus crónicas, y la recepción de noticias desde cualquier rincón del continente. -- Vamos a comer cangrejos de rio. Dice aufórico. También comemos cocina tradicional andina con maiz como base. En los tamales, como en la cocina griega, las mezclas de maiz con carne se envuelven con hojas.







Por la noche, me lleva a una fiesta alucinante, en la mansión de uno de los mayores exportadores de café. Se trata de un japones, Vestidos con nuestras mejores galas, llegamos a un embarcadero, donde, después de acreditarnos como periodistas nos hacen subir a una especie de góndola que nos lleva a la mansión a través de un laberinto de canales que cruzan islas ajardinadas, delicadamente iluminadas. El porche donde desembarcamos parece mayor que la plaza de muchos pueblos, y bajo sus arcos, veo largas mesas con el bufet a nuestra disposición mientras un ejercito de camareros reponen lo consumido. Nosotros comemos y bebemos hasta la saciedad mientras escuchamos la musica de varias orquestas, y con una amable sonrisa, vamos saludando a las personas que nos son presentadas. Esta experiencia no es ni será excepcional. En America latina, los contrastes y las desigualdades son enormes.







Sin haber dormido, Bofill me acompaña hasta el autobús de Quito, y en pocos minutos, cansado y con sueño ya me encuentro sentado en una de las butacas con ventanilla, avanzando lentamente entre una alfombra de almendras de cacao secándose al sol. Luego, la carretera inicia su ascensión por la sierra mientras la vegetación tropical va desapareciendo lpara ser sustituida por la majestuosa presencia de cumbres andinas salpicadas de volcanes con el cráter cubierto por nieves perpetuas. Pasamos por la falda de la mayoría. de las cumbres más famosas. El Cotopaxi es impresionante. Mientras cruzamos una aldea, veo que dos mujeres llevan, sobre sus espaldas, a sus maridos tambaleándose totalmente bebidos. A los pocos metros, otro grupo, en circulo, medio borrachos, con botellas de licor entre sus manos, bailan un carnavalito.







Despues de parar para reponer fuerzas en los bares de dos aldeas indigenas, llegamos a Quito, la capital, situada en un verde valle rodeado de altas cumbres boscosas con claros de cultivo donde destacan las viviendas de los agricultores, esparcidas por toda la zona.







Me hospedo en un viejo hotel que guarda muy poco de su antiguo esplendor. Esta ciudad aún conserva su zona central tal como era en la época colonial. Mazizas casas blancas con rejas forjadas a mano, estrechas y empinadas calles empedradas por manos artesanas, iglesias coloniales decoradas con filigranas barrocas labradas sobre piedra. Hoy es dia de mercado y las calles están totalmente ocupadas por campesinos, la mayoría mujeres, sentados en el suelo frente a sacos abiertos y enormes cestas, mostrando su abundante contenido de productos de los campos vecinos. Granos, legrumbres, frutas, animales, como en Cuzco, mientras el dinero sale de unos bolsillos para entrar en otros. Es el lugar idóneo para pillos y ladrones de poca monta. Aqui desaparece un pollo, allá unas frutas, pero las mujeres campesinas no pierden la tranquilidad y siguen vendiendo sus productos. Con sus amplias polleras y su sombrero redondeado cubriéndoles una negrísima cabellera que en la nuca se divide en dos formando un par de trenzas que dejan caer sobre sus espaldas y cubren con una capa rojiza. Por sus vestimentas y sombrerros, se puede saber de que zona proceden,de cerca de la capital, o de lugares lejanos como Otavalo, Ibarra, Ambatos. Obligados por los conquistadores castellanos, tuvieron que abandonar sus prendas tradicionales para vestir como los campesinos de Castilla. Su religiosidad gusta de ritos y ofrendas porque asi pueden incorporar sus ancestrales creencias precolombinas debidamente transformadas y adecuadas al cristianismo. Frente a la iglesia de los jesuitas, colas de devotos esperan adorar, nunca mejor dicho, una imagen de Cristo. El altar mayor es de una riqueza increible, cubierto por panes de oro y segun me aseguran, con partes de oro mazizo.







Mi habitación del viejo hotel es deprimente. La encrestada pintura azul de las paredes parece blanca y se cae a pedazos, mientras que las esquinas están cubiertas por oscuras manchas de humedad. Me tumbo en una cama que no se ha tocado en semanas. Intento hacer la siesta y dormir a gusto, reposar, entrar en calor y aclarar mis ideas, pero el goteo del grifo del lavabo me despierta. Trato de cerrarlo y no puedo. Está cubierto por una gruesa capa de óxido verdoso. Miro por la ventana que da a un callejón. Tras una espesa niebla, un campesino cubierto, hasta los pies, por un enorme poncho corre a refugiarse del frio y de la humedad. Decido estudiar mi ruta hasta Caracas,urilizando autobuses de pequeñas lineas regionales, pero aunque mi cuerpo está bien, mi mente está agotada. Recuerdo, con melancolía, mis dias en Barcelona, mis salidas a la playa con los amigos y una inmensa tristeza se apodera de mi alma mientras casi toda mi vida va desfilando por mi memoria. No quiero acabar mis dias solo y perdido por estas lejanas tierras. Casi todas las noches dormía placidamente, pero en esta, después de penetrar entre las húmedas y ásperas sábanas, no puedo cerrar los ojos, y durante unos minutos interminables, mi cuerpo rebota, mis piernas se golpean entre si, hasta conseguir entrar en un estado somnoliento ligero y mórbido, pero entonces mi memoria me tortura con entrelazados recuerdos en forma de pesadilla que me permite pensar que la realidad es real y existe a pesar de los sueños.







Conozco a dos jóvenes viajeros. Lorenzo, un colombiano que regresa a su pais y Florens, un brasileño que, con su tabla de surf, viaja a la costa del Pacifico en busca de la mejor ola de América. Acordamos viajar juntos hasta las playas de Esmeraldas para pasar, alli, unos dias de descanso. Dejamos la fría y brumosa ciudad de Quito y descendemos hasta el oceano Pacífico. Agradezco sentir, otra vez, la caricia de la brisa tropical. Llegamos a una amplísima playa bordeada de palmeras cocoteras, en una isla frente a la costa continental. Alquilamos una sencilla cabaña y competimos para poder utilizar el único chinchorro disponible. Ellos pasan largas horas surfeando, mientras yo descanso tumbado mirando como las mujeres salen del agua haciendo ondear la cabellera mientras estiran su cuello o viendo el atardecer relajado y a gusto dando la bienvenida a la luna que aparece cubierta por vivas y tímidas estrellas de plata que tiritan vergonzosas en un fondo de negritud.







Al final claudicamos a la propuesta de Florens para ir a otras playas interminables en busca de una ola mejor. Ante su amplia gama de tonos verdes y azules, y del ruido de las olas nos sacamos las sandalias para mojarnos los pies mientras nos hundimos en la arena , avanzamos mar adentro, llenamos de agua el cuenco de las manos y nos mojamos unos a otros provocando una fria sensación en la piel. Es agradable y nos lanzamos a nadar en lentas y potentes brazadas hasta quedar exhaustos. Pero de repente vemos como una inmensa ola se acerca amenazante, perdemos estabilidad pero Florens consigue montar , de pie, volando sobre la cresta. Yo no consigo volver a estar de pié y siento como mi paladar es inundado por gran cantidad de agua salada. El cielo se ha nublado, mientras a lo lejos retumban los truenos y el dia se ha oscurecido tanto que parece anochecer. Fatigados por la presión del mar, dejamos que las olas se partan a pedazos batiendose contra las rocas, encendemos una hoguera en la playa y asamos unos pocos peces que nos comemos allí mismo. A la mañana siguiente, me levanto pronto, abro la ventana para dejar entrar aire y luz y trato de afeitarme frente a un espejo que multiplica las imágenes. Despues de desayunar, continuamos nuestro viaje en autobús, mientras nuestro amigo Florens, feliz como un niño, cabalga sobre las olas.







Volvemos al interior de Ecuador ascendiendo por la cordillera hasta Otavalo, una poblacion importante donde, como en Quito, predominan las casas de una planta y de color blanco. La mayoría de sus habitantes se dedican a la confección artesanal de prendas de vestir. Tras las puertas y ventanas, se puede observar como manejan viejos telares de madera o modernas máquinas de tricotar. Otros venderán sus prendas recorriendo los mercados del pais o del extrangero. En Europa, son fáciles de reconocer por su vestimenta blanca y azul de las mujeres y por el largo pelo recogido en forma de coleta, de los hombres.







Ecuador es pobre. Si, pero injustamente. No merece estar gobernado por la corrupción. Lo tiene todo. Para el turismo, paisajes de ensueño, ciudades monumentales, culturas milenarias, zonas tropicales salvajes, casi inexploradas, majestuosos volcanes, pesca inacabable, camarones de rio, petroleo, bananos, cafe, etc. Es incomprensible que el pais se encuentre en bancarrota.







COLOMBIA







Cruzamos la frontera , a pie, por Pasto y luego seguimos en otro autobús bajo los rayos del sol que atraviesan las nubes y los vidrios de las ventanillas. Lo orografía es muy accidentada. Aldeas perdidas como manchas multicolores sobre un manto verde esmeralda, tan cerca, pero a la vez tan lejos por falta de carreteras. Comprendo la dificultad de este pais en integrar pueblos e intereses tan diversos y tan incomunicados. Despues de cruzar Cali, llegamos a Bogotá. Me hospedo en el hotel Tequendama, inmenso, decorado con frialdad. Aunque la recepción está en una gran sala, mi habitación individual es pequeña y la cama dura y minúscula.







Por la calle pasean multitudes bajo un cielo gris y cruzando bajo los toldos de comercios ambulantes, descubro que estamos frente a la plaza de toros y que en muchos puestos se vende licor de guinda para los espectadores que acostumbran a beberlo mientras presencian la faena. Me imagino que el resultado de la mezcla de alcohol y sangre debe afectar, de algun modo, el ambiente taurino, un espectáculo basado en la morbosidad sádica, y la manipulación. La especie de los bóvidos, a la que pertenecen los toros y sus hembras la vacas, fueron de las primeras especies en ser domesticadas por el hombre, y junto con los búfalos y ciervos, las tradicionales victimas de los depredadores de la sabana, y por lo tanto especializados en la huida de sus ataques mientras pastan y beben pacificamente. Prefieren huir sin agredir. Casi no ven. Tampoco distinguen los colores. Cuando, antes de soltarlos a la plaza, los torturan, solo piensan en huir, pero están acorralados recibiendo castigo tras castigo, y medio locos de terror, embisten todo lo que se mueve. Embisten la muleta porque se mueve, no por su color rojo. Si el torero no se mueve, no lo ven, pero saldrian huyendo si supieran como. A veces en su huida, saltan las vallas, En las famosas fiestas de San Fermín, el timo consiste en que los toros no están atacando a los mozos, sino que están huyendo, y estos se les juntan en su huida. Son tan propicios a huir, que en la pradera, el único peligro existente es que en su huida en masa, la estampida, pisen y arrollen a alguien sin verlo.







Para justificar las corridas, se utilizan discursos de raiz católica, en su clasificación de los humanos como un grupo distinto de los demas animales por su semejanza a Dios. Los demás animales, a pesar de tener la mayoría de nuestras capacidades de sentir, actuar y sufrir, se les considera inferiores, y se justifica la diversión con su sufrimiento o la experimentación dolorosa con fines medicos. Es el mismo argumento de los nazis para someter a horribles experimentos a poblaciones que consideraban inferiores. Inclusive, como actualmente pasa con el tema taurino, existian una amplia franja de población que no veia nada malo en ello, y solo una minoría lo encontraba reprobable.







Este pais es el primer productor de esmeraldas y tengo la esperanza de encontrar un par de lagrimales idénticas, para unos pendientes. Son muy dificiles de conseguir. Primero que tengan forma de lágrima, el mismo tamaño, apariencia, tonalidad y que vistas a trasluz, no muestren impurezas en su interior. Para evitar que me engañen, trato de aparentar que soy un experto, y si las consigo se las entregaré a un vendedor de joyas de Barcelona que me instruyó en el reconocimiento de gemas. Encuentro dos lagrimales identicas, de tres quilates, cada una. Un leve cambio en sus caracteristicas, puede provocar que su valor valga diez o cien veces mas o menos. Me piden seis mil dólares, pero aunque supongo que en Europa no tienen precio, decido no arriesgarme. Hubiera podido llevarlas a Tailandia y cambiarlas por zafiros o rubíes y luego, canjearlas por perlas negras en una isla del atolón de Tuamotu, a trescientas millas de Tahití, en las Marquesas. A pesar de todo decido no cambiar mi tradicional filosofía de vivir sencillamente y feliz sin arriesgarme a tener un gran disgusto que me amargue el resto de mi existencia.







Con un grupo de turistas nos adrentamos en unas cuevas de sal gema que los mineros han convertido en una catedral de sal. Es una maravilla. Todo está esculpido en sal. Inclusive las imágenes religiosas. Hoy en dia, y cada vez con mayor frecuencia, se cambia la natural estética de las cosas para hacerlas mas atractivas para el turismo. Pronto, el mundo será una inmensa sala de exposiciones en la que los humanos haremos nuestras visitas anuales, pero, eso si, sin asomarnos a los museos y salas de exposiciones de nuestra localidad. Es un tema interesante, digno de analisis.







Me apeo en la Plaza de Armas, frente a una construcción neoclásica de grandes columnas pero sin ninguna calidez ni personalidad. Es la sede del gobierno colombiano. En las calles cercanas aún se conservan construcciones de la época colonial con hermosos balcones de madera, mayormente pintados de verde. En sus patios interiores se respira paz y tranquilidad, tan dificil de encontrar hoy en dia. paseando hasta una plaza rectangular, leo "Museo del Oro", aunque hay que pagar, vale la pena ver las pequeñas maravillas que se salvaron de ser fundidas por los conquistadores. Me imagino la expresión de aquellos rudos soldados frente a tales objetos. Quizás no supieron ver su arte, solo vieron su materia prima, el oro y los destruyeron. Bogotá pertenecía a la legendaria región del Dorado, donde , cada año, el cacique de la tribu, cubierto con polvo de oro, se sumergía en la laguna sagrada.







Colombia es uno de los paises con más violencia del planeta y sus raices son antiguas. Una vez conseguida la independencia, Bolivar, sin comprender las distintas peculiaridades de los paises que formaban el virreinato de Nueva Granada, intentó establecer un estado centralista y unitario de inspiración Jacobina. Al no aceptar un estado federal, provocó la secesión de Venezuela y Ecuador, iniciándose una época de guerras civiles entre conservadores y liberales, federalistas y centralistas que algo transformadas, todavía perduran. Una de ellas, la de los mil dias, provocó mas de cien mil muertos y la secesión de Panamá. Aunque las zonas liberales correspondían, mayormente, a la costa, altiplano y la capital, y las zonas conservadoras con el sur, el valle del Cauca, Antioquía y Santa Marta, muchas poblaciones vecinas pertenecian a bandos opuestos. La violencia llegó a extremos de desmesurada crueldad. Fue entonces cuando se crearon grupos de paramilitares armados que vagaban por el pais en busca de orejas que cortar, enlazarlas por docenas en alambres y llevarlas a los puestos del ejercito para cobrar una recompensa por cada oreja entregada.







Moverse por la ciudad es relativamente fácil. Como Nueva York, la numeración y la denominación de las calles como "carreras" o "avenidas" ayuda al forastero.







Sigo mi viaje en autobús con intención de llegar hasta la frontera venezolana y cruzarla por la ciudad de Cúcuta. Es de noche, y se me avisa que estamos en la provincia de Santander, zona guerrillera. Duermo profundamente pero unos gritos guturales me despiertan y frente a mis ojos veo el cañón de un fusil en manos de un pequeño soldado de ojos achinados, ordenando que me levante. El bus está vacío. Todos los pasajeros estan afuera, de pié mirándome. Nadie me avisó. Me empujan hasta el lateral del vehiculo. En la mano llevo un coco seco con una sonriente cara grabada y pintada a mano que compré a un campesino. No se donde ponerlo. Me lo cogen. Todos se rien del coco. Me abren de piernas y brazos mientras me interrogan y me cachean. Me meo. Por fortuna no compré las esmeraldas y ante la sorpresa de todos los presentes, ordenan soltarme. Quizás por el detalle del coco o por mi cara de gilipollas. Cuando reemprendemos la marcha, todos los pasajeros se me acercan -- Es increible la suerte que has tenido, pana. Lo que te ha pasado no es normal. Son gente de gatillo facil. Algunos son paramilitares. Y no te han retenido.¡Te han soltado!. Tu eres español...¿no?... Pues debes saber que segun parece, los curas españoles son los correos de la guerrilla para traerles el dinero que llega desde Alemania. Deberían haberte retenido. Y si hubiera sido la guerrilla te hubieran retenido para pedir rescate. Ahora lo tengo claro. Me prometo, a mi mismo, que este viaje debe finalizar en Barcelona, para iniciar una nueva vida. Noto malas sensaciones. Como si la mala suerte me estuviera acechando.







Durante mucho tiempo he creido que tener una pareja fija o casarme podria transformarme y dejar de ser un hombre libre y feliz para convertirme en una persona estresada, y amargada con una pesada carga de obligaciones y compromisos. Creo que otro amor platónico como el primero ya no volverá, y sospecho que en la mayoria de parejas la duración de la pasión amorosa es corta y el periodo de tolerancia mutua, muy largo. Pero, a pesar de todo, quiero formar una familia numerosa. Un clan integrador cada vez mayor, y para conseguirlo estoy dispuesto a viajar a Barcelona y correr los riesgos que hagan falta. Todavía no tengo claro si seré capaz de enamorarme o de sentir una gran pasión. No es lo mismo el amor por devoción que el amor por obligación. Tendré que ir en busca de oportunidades y nuevas relaciones con el otro sexo. Nunca lo hice ni fui ligón. ¡Vaya palo que me espera!







MADUREZ







Después de muchos fracasos y situaciones ridiculas, encontré mi pareja. Se trata de una chica muy diferente a las que yo había conocido. En todos los aspectos. Parecerá contradictorio, pero sus aparentes defectos, para mi son virtudes. Reconozco que soy un ser demasiado vivido y dificil de encandilar con los standards al uso. Su sencillez y franqueza me han impresionado Estoy harto de tanta pedanteria y glamour. Su silencio me atrae y mi desbordada imaginación vuela entorno a su figura.







Franco ha muerto y la gente tiene esperanzas de futuro, pero nadie repara en la trampa politica que se está fraguando entre bambalinas. El bunker franquista todavía mantiene las riendas del poder y sus objetivos distan mucho de los sueños de la mayoría. Es una pena, pero ,en Cataluña, todo el mundo se rinde ante los designios de los que yo llamo "los tres mosqueteros" los democratas Martin Villa, Carlos Sentis, y Josep Tarradellas. El primero, Martin Villa, con fama de reformista, desde su cargo de Gobernador civil de Barcelona, es el encargado ,por el bunker, de pactar con los advenedizos politicos demócratas y quitar contenido a sus conquistas, en cambio, Carlos Sentis, periodista y antiguo espía de Franco desde su corresponsalía en Paris, pero con una favorable imagen de democrata catalán, era el encargado de convencer al vigente president de la Generalitat de que si queria gobernar desde Barcelona tenía que portarse bien y ser un "buen chico". Por su parte, Tarradellas, pobre de solemnidad, exilado en Francia y traumatizado por los acontecimientos de la guerra civil, no quería enfadar al bunker y repetía que, los catalanes, con poder hablar catalan se darían por satisfechos, y no reclamarían derechos forales como los navarros y los vascos. El resultado fue una mezcla de franquismo con socialdemocracia con sabor a cafe con leche para todos que dejo satisfechos a aquellos politicos que ansiaban poder gozar de una nueva vida de poder y prestigio basado en palabras vacías, pero que era un engaño para los demás.







Mi nuevo trabajo consiste en convertir una gran empresa catalana, fabricante de material eléctrico, en una multinacional presente en la mayoría de países y buscar colaboraciones con empresas extranjeras, y compartir tecnología. La tarea no se presenta fácil debido a la existencia de sutiles protecciones en forma de normativas técnicas que favorecen a los fabricantes de unos paises en detrimento de los demás. Por si no bastara, la propiedad de nuestras patentes está en manos de empresas inglesas y alemanas que los habían diseñado incluyendo componentes de alto coste para su utilización en instalaciones especiales, pero poco competitivos en el mercado del consumo masivo. Pero la principal dificultad es la mala prensa que tienen los productos españoles. En general son baratos y de mala calidad. Producto de muchos años de vigencia de la cultura de la "chapuza", que nació durante la posguerra y fue incrementándose al abrigo de la politica proteccionista y aislacionista de Franco. En aquellos tiempos existia una gran escasez de materiales y de productos acabados, y aunque tanto los sueldos como el poder adquisitivo del español eran muy bajos, todo se vendia facilmente, sin importar ni la calidad ni la presentación. Esto originó la creación de grandes factorías industriales con maquinaria anticuada, un exceso de mano de obra mal pagada, y con grandes carencias en el campo del diseño y del control de calidad. Cuando los ministros del Opus Dei decidieron salvar a España de la quiebra inminente, decidieron habrir su economia al exterior, y creyeron que con unos salarios bajísimos y con el valor de la peseta muy devaluado a 60 pesetas el dolar, nuestros productos se exportarían con facilidad y los turistas llegarían masivamente. Acertaron con el turismo, pero en el campo industrial provocaron la venta masiva de industrias españolas a empresas europeas y norteamericanas. Hasta entonces, los más avispados, acostumbraban a viajar al extranjero para hacerse con muestras de productos que debido a los altos aranceles aduaneros no podian traspasar las fronteras, y los "fusilaban", expresión muy corriente en aquellos tiempos y que significaba entregarlos a un taller para que sacaran copias, y así crear un nuevo catálogo comercial. Era un negocio seguro,y así, fué como apareció una nueva generación de empresas creadas por personas sin cultura industrial. La tendencia de las grandes industrias de eliminar procesos y subcontrararlos a terceros provocó la aparición de miles de pequeños talleres autónomos que actuaban como verdaderos departatamentos de la empresa madre. Esta se limitaba a montar y diseñar. Pero, desgraciadamente, en pocos años, debido al bajo precio de nuestra moneda y a nuestro atraso tecnológico, casi todas pasaron a manos extranjeras.







Para iniciar mis exportaciones y evitar depender excesivamente de las ferias de muestras y de las misiones comerciales, establezco un protocolo. Busco complicidades con otras empresas y la administración. Primero realizo un estudio de mercados, y una vez elegido un pais, pido a un alto cargo de la Camara de Comercio de Barcelona, que me escriba una carta de recomendación para la empresa local más introducida en dicho pais. Esta me escribe otra carta de recomendación para su gente allí, los cuales, a su vez, me recomiendan a la que creen mejor. Resumiendo. Hago buenos contactos ya de entrada, y sin mucho esfuerzo.







Después de visitar varias docenas de países más, tuve que responder a muchas preguntas sobre mi opinión sobre ellos y cual era, a mi entender el mejor pais del mundo. Mi respuesta siempre ha sido la misma. El mejor país del mundo no es ni el mas rico, ni el más bonito, ni el más exótico. El mejor pais del mundo es el que está habitado por la mejor gente, la más generosa y alegre y gobernados por buenos politicos, y donde la vida y las distracciones no puedan evitar que puedas vivir con tranquilidad y salud. Uno se acostumbra a los paisajes, a las ciudades, al exotismo, a la riqueza y todo acaba perdiendo todo su valor inicial. En cambio nunca olvidará a las personas con las que convive. Las buenas sensaciones que le transmiten, Saber que no lo dejarán abandonado a su suerte. Este es, para mi, el mejor pais. Cuando salgamos de viaje, tendríamos que hacer un esfuerzo para olvidarnos de las fotos y las imagenes de postal, para fijarnos en la vida de las personas, sus costumbres, y su humanidad. La tierra es algo vivo y real que estamos obligados a cuidar. No es un parque temático donde evadirnos.

FIN DE LA PRIMERA PARTE